El 26 de mayo es el Día del Libro en Uruguay, y la fecha conmemora la fundación de la primera biblioteca pública del Uruguay a cargo de Dámaso Antonio Larrañaga. Ese mismo día fue el elegido por la nueva dirección de la Biblioteca Nacional, encabezada por Rocío Schiappapietra, para comunicar una decisión que comenzará a regir a partir de este martes 27: el cierre temporal de puertas para el público al edificio de la avenida 18 de Julio.
El anuncio fue hecho en el marco de una conferencia de prensa celebrada este lunes en la sede de la institución que tuvo como motivo la comunicación de dos instrumentos de difusión de la lectura —un manifiesto realizado en conjunto con el Instituto de Letras y Ceibal, así como también una serie de encuentros presenciales y virtuales con investigadores denominados Diálogos BNU—, pero también esta noticia vinculada a situaciones que se viven a nivel edilicio y de recursos humanos.
"Queremos que vuelva a ser una Biblioteca de puestas abiertas, un acervo seguro, y queremos que vuelva a vivir, que vuelva a tener gente", dijo Schiappapietra en la conferencia, en la que también estuvo el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía.
En base a esto, la directora de la BN aseguró que están en un proceso de relevamiento y puesta a punto del acervo, pero se han encontrado con algunos obstáculos, como que "la gente se ha jubilado y con ellas se fue el conocimiento".
En ese sentido, Schiappapietra aseguró que la institución tiene una "crisis estructural" y de "usabilidad", y se deben encontrar soluciones urgentes para resolver un "caos organizacional" con varios "conflictos internos" vinculados.
"Esta biblioteca está en crisis, pero está en crisis en el marco de una crisis mundial de las bibliotecas por el lugar que tiene la lectura hoy en día”, agregó la directora de la institución.
En términos edilicios, la Biblioteca Nacional tiene problemas para combatir la presencia de ratas y de hongos debido a que no se contratan empresas para hacerlo, así como también otros inconvenientes sanitarios que incluyen la inundación de algunos sótanos. También hay varias salidas de emergencias bloqueadas por la acumulación de documentos y papeles.
Por otro lado, se detectó el robo de al menos once manuscritos durante el 2024. “El año pasado desaparecieron once manuscritos del archivo literario y vamos a empezar un proceso de investigación, porque no existe un protocolo. Lo detectamos la semana pasada y se lo informé al ministro. Las familias de los escritores, las escritoras, de los historiadores de nuestro país, nos depositan su confianza, su archivo, y parte del rol que cumple la Biblioteca es guardarlo y preservarlo", agregó Schiappapietra.
El edificio de 18 de Julio cerrará entonces sus puertas este martes de forma indefinida, aunque sus empleados seguirán usando esas oficinas para desempeñar sus tareas. Siguen disponibles los servicios con agenda: atención a investigadores en referencia, Sala Uruguay, Materiales Especiales y Archivo Literario; y atención en las oficinas de Depósito Legal, ISBN, ISSN y Derecho de Autor, así como la Sala Vaz Ferreira, bajo gestión del SODRE.
"Vamos a ir reabriendo a medida que sea seguro que las personas ingresen aquí, porque es una medida que tomamos en ese sentido”, expresó Schiappapietra.
Embed - Palabras de la directora de la Biblioteca Nacional, Rocío Schiappapietra
