Se aferra al poder en medio de una profunda crisis y un creciente aislamiento internacional. Desde su cuestionada reelección y la reimplantación de sanciones por Estados Unidos, hasta la represión interna y la tambaleante alianza con Irán, Maduro se posiciona como una figura desafiante que recrudece su control mientras Venezuela navega en un complejo escenario geopolítico y económico.