25 de octubre 2025 - 16:27hs

La nueva película de Alauda Ruiz de Azúa, Los domingos, llega a los cines tras una exitosa participación en el Festival de Cine de San Sebastián, donde ganó la Concha de Oro y se perfila como favorita en la carrera hacia los Premios Goya.

Con un tema profundamente humano que explora el dilema de una adolescente que se plantea convertirse en monja de clausura, esta obra se perfila como una de las grandes favoritas en la carrera hacia los Premios Goya.

La historia invita a reflexionar sobre temas universales como la fe, la identidad personal y el vínculo familiar, y está generando una gran expectación en la crítica y el público.

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A través de un relato que explora los dilemas internos de la protagonista y las reacciones de su entorno, Los domingos se posiciona como una de las películas más destacadas de la temporada, especialmente en el contexto de la próxima edición de los Premios Goya.

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Una historia de vocación y rebeldía: el conflicto interior de Ainara

La protagonista de la película, Ainara, interpretada por Blanca Soroa, es una joven de 17 años que se ve atrapada entre su deseo de seguir una vocación religiosa y la presión de su familia, que no entiende ni apoya su decisión. Ainara se siente llamada a la vida monástica y considera ingresar en un convento de clausura, un camino que, aunque para ella es una vía de paz y propósito, es profundamente desafiante para su familia.

La directora, Alauda Ruiz de Azúa, explica que el relato explora cómo una vocación religiosa puede ser vista como una rebelión en un entorno familiar que no comprende esa decisión. La película ahonda en la tensión entre el deseo de encontrar un propósito personal y el apego a las expectativas familiares. Este conflicto no solo trata sobre la fe, sino sobre la autonomía y la búsqueda de identidad de un joven frente a las presiones de los que lo rodean.

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Una actriz joven que transmite la confusión y la determinación de Ainara

La actriz Blanca Soroa, en su debut cinematográfico, ha logrado captar la complejidad de su personaje. Aunque su formación previa es principalmente en música, Soroa ha trabajado intensamente para poder entender y transmitir la profundidad emocional de Ainara. La joven actriz explica que, antes de involucrarse en la película, no habría comprendido completamente las motivaciones de su personaje. Sin embargo, al sumergirse en el papel, comenzó a entender las dudas, la pureza y la determinación de su personaje, quien está en una búsqueda de su propia fe y propósito.

En una entrevista, Soroa comentó: "Si me lo preguntan antes de hacer la película seguramente habría dicho otra cosa, pero ahora, como he trabajado mucho mi papel porque yo no tenía más herramientas como actriz que creer en lo que sentía y verlo como algo real, para mí es muy fácil entenderla".

El conflicto familiar: la tía de Ainara como representante de la "realidad"

Un personaje central en la película es Maite, la tía de Ainara, interpretada por Patricia López Arnaiz, quien representa la voz de la razón en un entorno familiar que teme por la decisión de Ainara. Maite se enfrenta a un dilema moral: debe intentar disuadir a su sobrina para que no siga el camino que ella cree equivocado, sin dejar de respetar sus sentimientos. La película no presenta a los personajes de forma dicotómica (buenos o malos), sino que los muestra como seres humanos complejos con sentimientos encontrados y deseos de proteger a sus seres queridos, aunque no siempre entienden sus elecciones.

El personaje de Maite no solo está motivado por el amor a Ainara, sino también por su propia visión del mundo, que se enfrenta a la idea de que una joven elija un camino tan radicalmente diferente al que la familia había imaginado para ella. En una de las escenas clave, Maite busca convencer a Ainara de que hay otras formas de encontrar significado en la vida, sin necesidad de rechazar al mundo exterior.

La generación de los padres: el padre de Ainara y el peso de la religión

El padre de Ainara, interpretado por Miguel Garcés, ofrece otra perspectiva importante sobre el conflicto. Su personaje, que representa una generación que ha crecido con un peso cultural significativo respecto a la religión, ve la decisión de su hija desde un lugar de escepticismo. A lo largo de la película, el padre se enfrenta a sus propios sentimientos de confusión y culpabilidad, ya que no sabe cómo apoyar a su hija sin sentir que traiciona sus propios valores. Sin embargo, a pesar de su aparente torpeza y egoísmo, Garcés subraya que su personaje no es malvado, sino profundamente humano.

Garces explica: "No quería hacer un personaje malvado o distante, sino un ser humano que quizás sea un poco torpe o mire por lo suyo". La película muestra cómo, más allá de las diferencias de creencias, todos los personajes están marcados por sus propios miedos, dudas y deseos de hacer lo mejor para sus seres queridos.

Una generación más abierta a la espiritualidad: nuevas perspectivas sobre la fe

Uno de los aspectos más interesantes de Los domingos es la forma en que aborda las diferencias generacionales frente a la religión. Alauda Ruiz de Azúa señala que, a diferencia de generaciones anteriores que llevaban "una mochila" cultural de dudas o de fe religiosa más arraigada, la generación más joven, como la de Ainara, se enfrenta a la espiritualidad de una manera más libre y sin tantos condicionamientos. Esta nueva generación tiene un enfoque más flexible, buscando refugio en la religión, la música o el arte, sin las ataduras de las creencias heredadas.

Miguel Garcés, quien interpreta al padre, reflexiona sobre esto: "A nuestra generación el tema de la religión nos pesa, nos hace ser prudentes y mirar con otra mirada. Creo que su generación (la de Blanca Soroa) no tiene esa mochila, quizá es más ingenua, más limpia".

La dirección de Alauda Ruiz de Azúa: sensibilidad y profundidad en la narrativa familiar

Alauda Ruiz de Azúa es una cineasta que ha logrado combinar con maestría la exploración de conflictos personales profundos con una narrativa de alto contenido emocional. Tras el éxito de Cinco lobitos, su mirada sensible sobre las relaciones familiares y los dilemas internos humanos se confirma una vez más en Los domingos.

Ruiz de Azúa asegura que, aunque su película aborda un tema religioso, no tiene la intención de influir en las creencias del público. Más bien, busca "disparar las conversaciones" y plantear preguntas importantes sobre la identidad y la vocación. En este sentido, la película se convierte en un espejo en el que cada espectador puede reflexionar sobre sus propios valores y creencias.

La directora también destaca que, si bien no se identificaba inicialmente con el tema religioso cuando comenzó a trabajar en la película, después de la experiencia de Cinco lobitos, se sintió más madura y preparada para explorar cuestiones como la fe y el sentido de pertenencia. La historia está basada en un caso real, lo que aporta una capa adicional de profundidad y autenticidad al relato.

El camino hacia los premios Goya: una película con potencial

Los domingos ha sido aclamada por la crítica, especialmente tras ganar la Concha de Oro en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Este reconocimiento la posiciona como una de las principales candidatas en la próxima edición de los Premios Goya.

La película es un testimonio del talento de Alauda Ruiz de Azúa y de su capacidad para explorar temas universales con una mirada fresca y reflexiva. Con una trama cargada de emociones y conflictos familiares, Los domingos promete seguir dando de qué hablar tanto en los círculos de la crítica como en el público general.

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