El Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco de Inglaterra ha decidido mantener el tipo de interés de referencia en el 4%, su nivel más bajo desde marzo de 2023. La decisión fue anunciada este jueves por la institución, que mostró una ligera división entre los miembros del Comité.
División en el Comité sobre la política monetaria
La votación fue adoptada con siete votos a favor de mantener el tipo de interés en el 4%, mientras que dos miembros del MPC abogaron por una reducción de los tipos al 3,75%. Esta diferencia de opiniones refleja las distintas perspectivas sobre la velocidad y necesidad de la relajación de la política monetaria.
Reducción en las compras de bonos del Estado
Además de la decisión sobre los tipos de interés, el MPC votó por reducir en 70.000 millones de libras (aproximadamente 80.656 millones de euros) el volumen de compras de bonos del Estado británico en los próximos 12 meses. Este recorte tiene como objetivo alcanzar un total de 488.000 millones de libras (562.286 millones de euros) en bonos mantenidos por el banco central, financiados mediante la emisión de reservas.
Desde 2022, el Banco de Inglaterra ha reducido su tenencia de bonos de 875.000 millones de libras (1,001 billones de euros) a 558.000 millones de libras (642.942 millones de euros) a través de la venta de algunos títulos adquiridos durante los programas de flexibilización cuantitativa implementados durante la crisis financiera y la pandemia.
Enfoque gradual y prudente en la política monetaria
El Banco de Inglaterra ha señalado que, a pesar de las reducciones en los tipos de interés, es adecuado seguir con un enfoque gradual y prudente para seguir relajando la política monetaria restrictiva. Según el comunicado de la entidad, “el carácter restrictivo de la política monetaria ha disminuido al reducirse el tipo de interés bancario”.
Pendientes de los datos económicos
El instituto emisor ha indicado que tanto el momento adecuado como el ritmo de futuras bajadas de tipos de interés dependerá de la medida en que sigan disminuyendo las presiones inflacionarias subyacentes. En este sentido, el Comité aclaró que “la política monetaria no sigue una trayectoria preestablecida y el Comité seguirá respondiendo a la acumulación de datos”.