El Gobierno abonó ayer el terreno para emprender subidas de impuestos por hasta 60.000 millones de euros. Así lo hicieron tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, al señalar en distintas intervenciones ante Congreso de los Diputados que España conserva una "brecha fiscal" de cuatro puntos de PIB con la Unión Europea que, apostilló la también responsable del Ministerio de Hacienda, la Comisión Europea exige cerrar con una reforma tributaria. Todo un aviso a navegantes a menos de una semana de que el Ejecutivo deba enviar a Bruselas, el próximo martes, el Plan Fiscal Estructural al que obligan las nuevas reglas fiscales para explicar cómo reconducirá los excesos de déficit y deuda pública que arrastra el Estado.
De hecho, el presidente del Gobierno compareció ayer ante el Pleno del Congreso de los Diputados a petición del Partido Popular con la doble encomienda de explicar tanto la política migratoria del Ejecutivo como "los ajustes que va a realizar el Gobierno para cumplir con las recomendaciones de la Comisión Europea y someter a votación el Plan de Equilibrio Fiscal". Pese a ello, Sánchez agotó su intervención inicial, cercana a la hora de duración, sin hacer mención al plan de reequilibrio de las cuentas públicas, lo que le valió las críticas de la oposición.
"Es el documento más importante que va a firmar España para los próximos siete años" le espetó el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, denunciando que "se oculta la información" al respecto, y recordando que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha estimado que el ajuste a acometer para cumplir las reglas fiscales podría rondar los 39.000 millones de euros.
En respuesta, Sánchez confirmó que el Gobierno "va a presentar un Plan Fiscal Estructural" para cumplir con los nuevos corsés presupuestarios de la UE, asegurando que en el documento van a "figurar compromisos de responsabilidad de gasto, pero también nuevas inversiones para el futuro cercano" pero que "no va a haber recortes". "España está haciendo los deberes en la sostenibilidad de las cuentas públicas", agregó, apuntando que "España tiene hoy cuatro puntos menos que la media europea de presión fiscal" pero "está cumpliendo con los objetivos de déficit público y, por primera vez en más de una década, España ha salido del procedimiento de déficit excesivo gracias a la política económica y social de este Gobierno".
Posteriormente, Montero fue algo más lejos en respuesta a una pregunta parlamentaria de la portavoz del PP Cuca Gamarra que le afeaba tener de "a los ciudadanos, familias y empresas asfixiados por los impuestos". "En relación con la brecha fiscal, estamos cuatro puntos por debajo en presión fiscal, de hecho Europa exige al Gobierno una reforma fiscal que le permita ponerse al menos simétrico en relación con esta cuestión", repuso Montero.
Lo cierto es que el quinto desembolso de los fondos europeos Next Generation está condicionado a una reforma tributaria que encare esa brecha fiscal, si bien hasta ahora Hacienda la venía dando por amortizada tras haber rebajado la diferencia entre la presión fiscal española y europea de siete a tres puntos entre 2019 y 2023. Sin embargo, la revisión al alza del PIB efectuada por el INE rebaja el peso relativo de la recaudación y aumenta la tarea pendiente.
A falta de ver qué medidas incluye en el Plan Fiscal Estructural, Montero anticipó que para empezar el Gobierno llevará al Parlamento en breve la conversión en permanentes de los impuestos temporales a banca y energéticas.
FUENTE: EXPANSIÓN-RIPE