La prima de riesgo de la deuda francesa escaló este martes a los 81,5 puntos básicos debido a la inestabilidad política tras la caída del primer ministro François Bayrou, y situó la deuda de Francia como la peor de la eurozona, por delante de la de Italia.
La rentabilidad de la deuda francesa escalaba hasta el 3,484 por ciento en torno a las 10.00 de esta mañana, mientras que el interés que pagaba a esta hora la italiana estaba en el 3,482 por ciento, según los datos de Bloomberg.
Es la primera vez en una quincena de años en que la prima de riesgo francesa, la diferencia de tipo de interés con el bono alemán, que sirve de referencia, estaba por encima de la italiana, en concreto 82 puntos básicos frente a 81,8.
La situación coincide con el agravamiento de la crisis política en Francia, con la renuncia del primer ministro François Bayrou, que el lunes perdió una moción de confianza en el Parlamento que él mismo había convocado para obtener el respaldo de la Asamblea Nacional a su proyecto de presupuestos con un ajuste de 44.000 millones de euros.
Esa dimisión abrió un nuevo capítulo de incertidumbre que debe resolver en primer lugar el presidente francés, Emmanuel Macron, que ya anunció que nombrará a otro primer ministro en los próximos días, descartando la vía del anticipo electoral.
Macron reiteró que continuará hasta el final de su mandato en mayo de 2027.
El impacto de la incertidumbre política en el mercado de deuda
La inestabilidad política en Francia se reflejó en los mercados de deuda desde que el presidente convocó anticipadamente elecciones legislativas tras el golpe que recibió en las europeas del 9 de junio de 2024, en las que la extrema derecha fue la gran ganadora.
A principios de 2024, el rendimiento del bono francés a diez años rondaba el 2,5 %, relativamente cerca del 2 % que registraba la deuda alemana, considerada la más segura de Europa y netamente por debajo de países periféricos como España, Portugal (ambos algo por encima del 3 %) o Italia (3,5 %).
Pero la diferencia con estos últimos comenzó a estrecharse a partir de junio de 2024. En julio la rentabilidad de la deuda francesa llegó a superar el 3,3 % y el 27 de septiembre la prima de riesgo rebasó a la española por primera vez desde 2008.
En 2025 la tendencia se mantuvo al alza y repuntó hasta rozar el 3,6 % una vez que Bayrou anunció el 25 de agosto que se sometería a un voto de confianza y quedó claro que no lo superaría.
La dimisión del Gobierno Bayrou deja en suspenso la presentación de su proyecto de presupuestos, que contempla un recorte del déficit público de 44.000 millones de euros para bajarlo del 5,4 % del producto interior bruto (PIB) que se espera este año (5,8 % en 2024) al 4,6 % en 2026.
La deuda francesa representa actualmente del 114 % del PIB, un nivel netamente inferior a la de Italia o a la de Grecia.
Pero sus costos de financiación crecieron significativamente en los últimos años y corren el riesgo de seguir haciéndolo si se mantiene la evolución actual de los tipos.