El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha expresado su disposición a iniciar un proceso de negociaciones directas con Rusia, pero ha condicionado dicha posibilidad a la implementación de un alto el fuego "completo, duradero y fiable", que debería comenzar el 12 de mayo, según el mandatario ucraniano.
A través de sus redes sociales, Macron subrayó que, aunque la propuesta de Putin puede considerarse como un primer paso hacia el diálogo, la misma no es suficiente sin un alto el fuego previo.
Según el mandatario francés, es necesario un "alto el fuego incondicional de 30 días" que comience este lunes, tal y como había propuesto Ucrania y algunos de sus socios europeos.
Macron insistió en que las negociaciones solo pueden avanzar si las armas dejan de hablar.
El presidente francés agregó que no es aceptable que las conversaciones tengan lugar mientras las hostilidades continúan, y destacó la importancia de una postura firme junto a Estados Unidos para garantizar que cualquier alto el fuego sea "incondicional".
El presidente de Polonia, Donald Tusk, también compartió una postura similar, expresando que la propuesta de Putin se podría interpretar como una respuesta al llamamiento de paz realizado el sábado, pero advirtiendo que lo que realmente se espera de Moscú es un "alto el fuego inmediato e incondicional".
Tusk remarcó en su cuenta de X que Ucrania está "lista" para avanzar en las conversaciones una vez se haya alcanzado este cese de hostilidades.
Por su parte, el canciller de Alemania, Friedrich Merz, quien visitó Kiev junto a otros líderes europeos, también enfatizó que las conversaciones no deben comenzar hasta que se logre un alto el fuego.
Merz señaló que, aunque la "voluntad de diálogo" expresada por Putin podría interpretarse como una señal positiva, esta no es suficiente por sí sola.
"Primero deben callar las armas, luego podrán comenzar las conversaciones", afirmó el canciller alemán, destacando que Ucrania está dispuesta a aceptar esta idea sin condiciones previas.
La postura de Donald Trump y su apoyo al alto el fuego
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se encontraba en contacto con Zelenski y otros líderes europeos durante su visita a Kiev, también expresó su apoyo a la propuesta de Putin para sentarse a negociar.
Trump calificó este momento como "un día potencialmente grande para Rusia y Ucrania", señalando que la oportunidad de poner fin a la "masacre" podría salvar "cientos de miles de vidas".
Sin embargo, en sus primeras declaraciones tras el mensaje de Putin, Trump no se refirió específicamente al alto el fuego propuesto por los aliados de Ucrania.
Trump ha señalado que continuará "trabajando con ambas partes" para garantizar que se alcance un acuerdo de alto el fuego.
El mandatario estadounidense dejó claro que, tras ese paso, el mundo podría "ser completamente nuevo y mucho mejor". Además, en un tono más relajado, Trump restó importancia al tema al asegurar que Estados Unidos está "centrado en la reconstrucción y el comercio", puesto que "se avecina una semana grande".
A pesar de sus palabras, Trump no ha dado detalles sobre si apoyará la exigencia europea de un alto el fuego de 30 días antes de las negociaciones.
La visión de Moscú y las acusaciones hacia Kiev
Desde Moscú, Vladimir Putin ha dejado claro que su propuesta de diálogo está condicionada a la reacción de Ucrania.
En un discurso reciente, el presidente ruso declaró que no descarta extender el alto el fuego que tuvo lugar con motivo de las celebraciones por el Día de la Victoria, pero precisó que esa decisión dependerá de la respuesta del "régimen de Kiev".
En un mensaje emitido desde el Kremlin, el portavoz de Putin, Dimitri Peskov, calificó la oferta de Putin como "muy seria", reafirmando la intención rusa de encontrar una solución pacífica al conflicto, pero apuntando a Ucrania como responsable de los fracasos en las negociaciones anteriores.
Según Peskov, si no hay avances, será debido a la falta de voluntad de Kiev para aceptar los términos de Moscú.
Además, el Ministerio de Defensa de Rusia ha señalado que la "operación militar especial" (el término utilizado por el Kremlin para referirse a la invasión) continúa y ha acusado a Ucrania de violar el alto el fuego de tres días que Putin había propuesto para las celebraciones.
Según Moscú, Kiev habría cometido más de 14,000 violaciones de esta pausa temporal, lo que ha incrementado las tensiones sobre la viabilidad de cualquier alto el fuego a largo plazo.
La postura de Zelenski y el gobierno ucraniano
Por su parte, Volodimir Zelenski ha calificado la propuesta de Putin de retomar el diálogo como "una señal positiva", dado que, según el mandatario ucraniano, es la primera vez que Rusia parece dispuesta a considerar el fin del conflicto.
Sin embargo, Zelenski ha sido claro en su posición: sin un alto el fuego previo, no habrá negociaciones. En sus declaraciones en redes sociales, el presidente ucraniano destacó que "no hay razones para seguir matando ni un solo día más".
En este sentido, Zelenski ha reiterado que el primer paso hacia el fin de la guerra debe ser el cese de las hostilidades, subrayando que "todo el mundo" ha estado esperando este momento y que, si bien el mensaje de Putin es positivo, aún no se han dado los pasos concretos para detener los enfrentamientos.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Andri Sibiga, también se mostró cautelosamente optimista ante la propuesta de Putin, calificándola como "una señal positiva".
Sin embargo, Sibiga remarcó que lo que realmente espera Ucrania son "pasos concretos" que puedan culminar en un alto el fuego de 30 días, lo cual, según él, permitiría sentar las bases para una verdadera negociación de paz.