La Comunidad de Madrid, a través del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA Nanociencia), ha liderado el desarrollo de una innovadora nariz electrónica capaz de detectar olores y diferenciar gases con una precisión sin precedentes. El proyecto, realizado en colaboración con la Università Cattolica del Sacro Cuore de Milán, ha sido publicado en la revista Journal of the American Chemical Society, lo que lo posiciona como un referente internacional en el ámbito de la nanotecnología.
Tecnología basada en nanotubos de carbono
El corazón de este avance radica en el diseño de sensores de gases fabricados con nanotubos de carbono de pared única. Estos materiales, gracias a su elevada superficie, destacan por su gran sensibilidad. Los investigadores recubrieron los nanotubos con moléculas en forma de anillo, consiguiendo que los sensores funcionen como un auténtico sistema olfativo artificial. Con ello, la nariz electrónica es capaz de identificar compuestos volátiles como el amoníaco, el dióxido de nitrógeno o vapores de acetona, incluso en entornos con múltiples interferencias.
Más precisión y rapidez en la detección
Uno de los resultados más destacados del estudio es que al reducir el grosor de la película sensora se logró una sensibilidad hasta diez veces mayor, junto con tiempos de respuesta más rápidos. Además, la investigación subraya la capacidad de personalización de esta tecnología, que permite ajustar las propiedades de cada sensor según el tipo de compuestos químicos a detectar.
Esta versatilidad abre el camino a aplicaciones en ámbitos tan diversos como la salud, la seguridad, el control medioambiental y la industria. Por ejemplo, podría utilizarse para la detección de olores de sustancias peligrosas y gases, la monitorización de la calidad del aire o la identificación temprana de enfermedades a través de biomarcadores presentes en el aliento humano.
Madrid, referente internacional en nanociencia
Con esta iniciativa, la Comunidad de Madrid refuerza su papel como motor de innovación en Europa, apostando por la nanotecnología aplicada a la vida cotidiana. El éxito de la colaboración entre IMDEA Nanociencia y la Università Cattolica del Sacro Cuore de Milán demuestra el potencial de la investigación multidisciplinar para dar respuesta a desafíos globales.