Son pesos tan pesados -su valor de mercado es tan monumental- que representan el 32% del S&P 500 y el 43% del Nasdaq. De las siete, sólo Tesla no está entre las diez compañías más grandes del S&P 500.
Nvidia, fabricante de chips para el mundo de la inteligencia artificial, es una de las más seguidas por su escalada extraordinaria: multiplicó su precio por nueve desde fines del 2022.
Hoy tiene un valor de mercado de u$s 2,57 billones (aunque llegó a ser la primera). A la cabeza está Apple, con u$s 3,28 billones, seguida de Microsoft, con u$s 3,02 billones.
Esta ola de ventas de tecnológicas empezó antes del lunes negro. Algunos datos duros para tener presentes sobre el desempeño de los Siete Magníficos y las tech en general:
- Tocaron un máximo histórico del 10 de julio y comenzaron una corrección. Fueron tres semanas en las se evaporaron u$s 3 billones en valor de mercado
- Desde ese máximo hasta el lunes negro incluido, el índice cayó 15%.
- El lunes negro el índice de los magníficos retrocedió 4,1%.Compras de oportunidad ayudaron a suavizar el derrape. En la semana quedaron con un rojo mínimo de 0,7% (Nasdaq, -0,18)
- En el año avanzan 28,6% (Nasdaq, 11,3%). Pero la primera mitad del 2024 hasta el pico de inicios de julio había sido muy rentable: 51%
- En 2023, para tener una idea de los rendimientos que le valieron su nombre, los magníficos ganaron 107% contra 54% del Nasdaq y 12,5% del S&P.
- Hablamos de un promedio de las siete acciones. Nvidia ganó 239% el año pasado. Y más de 150% en la primera mitad de este año
- En los últimos 12 meses, Nvidia se separa del grupo con 156,5%. Meta, aunque lejos, también se destaca con 72%.
- Le sigue un pelotón muy parejo: Microsoft, 27,5%; Alphabet (Google), 26,5%; Apple, 22,25% y Amazon, 20,6%.
- Tesla es la única que está en rojo, 17,6%
Tres “mini Momentum crash” o una mala racha
Las ventas de tecnológicas de julio -que desembocó en el lunes negro- no fue la primera vez que los inversores deciden “rotar” sus carteras. Esto es, bajar la exposición al sector para disminuir el riesgo.
En este caso, se combinó el cosquilleo de que el soft-landing de la economía quizás no era cosa tan segura y la intención de algunos de vender preventivamente antes de la presentación de los balances del segundo trimestre.
El de julio fue el tercer “mini Momentum crash” en el último año, según lo denominan los banqueros de Wall Street. Y no es sólo para dejar al resto de la humanidad afuera.
Momentum es la tasa de aceleración del precio de un activo, es decir, la velocidad a la que cambia. Una estrategia basada en Momentum trading busca capitalizar una tendencia que está ganando cada vez más tracción y “subirse a la ola”.
Si hay algo que encaja con ese concepto son estas siete tecnológicas. Y de hecho, la razón por la que se conjetura con una posible burbuja.
Los dos mayores riesgos para otra corrida
El problema con los magníficos es la sobre-exposición. Las posiciones, dicen los bancos, están superpobabladas.
¿Cómo sigue esto? Lo dice Bank of America. El S&P500 logró mantenerse por encima de un nivel crítico (el Promedio Móvil de 200 Días). Tecnicismos aparte, aún es posible sostener la narrativa del soft-landing (atada con alambres),
Ahora, si el índice lo quiebra ese nivel, eso implicaría una caída de 10%. Y ahí la narrativa se daría vuelta. El aterrizaje sería incómodo y nadie la pasaría muy bien.
En Citi, aseguran que las tecnológicas enfrentan un riesgo importante de otro "sell-off" (venta masiva). Es que hay u$s 22.500 millones en futuros que apuestan a la suba del Nasdaq ("long positions"). Cualquier dato macro negativo podría amplificar las caídas, que serían en promedio de 7,6%, especifica.
En este contexto, hay dos riesgos inmediatos. Como dice JP Morgan, que la desaceleración del crecimiento continúe y la Fed siga sin mostrar urgencia alguna.
Históricamente, el comienzo de los ciclos de relajamiento monetario coincide con la caída de los activos de riesgo. En Bank of America, recomiendan: vendan con el primer recorte de la Fed.
Hay un segundo riesgo. Llegan los resultados de la segunda mitad del año. En Bank of America dicen que, a no ser que los balances sean espectaculares (un crecimiento más débil no las va a ayudar), el mercado volverá a castigarlas.
Los inversores, además, todavía siguen pendientes de Nvidia, que recién presentará su balance el 28 de agosto.
Comprar o esperar y verla pasar
Aún con la reciente venta masiva, las tecnológicas son más accesibles que antes pero nadie diría que baratas.
Para conocer su valuación, se utiliza el ratio price-to-earnings que mide el precio de la acción en relación a los beneficios de la empresa, ya sea actuales o proyectados. Es un indicador que le dice al inversor cuántas veces está pagando el beneficio de la empresa.
Pero hasta los inversores más agresivos están pensado dos veces. En una palabra, las valuaciones están lejos de ser gangas.
El Nasdaq 100 cotiza a 38 veces las ganancias. En comparación, Nvidia está valuada a 61 veces sus beneficios, mientras que Apple y Microsoft cotizan ambas en torno a 34 veces. Muy cerca está Amazon, a 39 veces.
Tesla, se sale del gráfico, valuada a un increíble 99,8 veces. Meta y Alphabet, entre las más modestas, cotizan a 25 y 23 veces, respectivamente.
Muchas veces también se utiliza este indicador con los beneficios esperados a 12 meses, por ejemplo.
Sólo para adictos a la adrenalina
Con semejantes valuaciones, antes que pensar en comprar, lo que muchos hicieron fue salieron a buscar cobertura.
La demanda se disparó para todo tipo de eventos. Pero el precio a pagar por dormir tranquilo en caso de un crash bursátil -digamos 30%- trepó hasta su nivel más alto desde mayo de 2023.
Así y todo, hay quienes recomiendan comprar. En UBS, explican que cuando el VIX -el índice de volatilidad- se dispara como lo hizo, da una señal de compra para quien tenga cash para estos casos.
Históricamente, las acciones de EE.UU. rinden por encima del promedio luego de saltos abruptos en el VIX tanto a los tres, como a los seis y a los 12 meses.
Claro que hay que tener estómago. No sólo para moverse en un mercado tan volátil sino entre papeles extremadamente inestables.
Algunos datos sobre Nvidia, la más volátil de todas:
- La empresa cuenta con el récord de haber sumado u$s 329.000 millones en valor de mercado con un rally del 13%. Ninguna compañía antes había aumentado tanto su capitalización en un solo día
- La suba del 13% fue un rebote que llegó un día después de un resbalón del 7% que borró u$s 193.000 millones de valor de mercado de la empresa
- Solo en julio, sus acciones protagonizaron cuatro de las ocho mayores pérdidas de capitalización bursátil. Su desempeño hace ver a activos como el Bitcoin conservadoramente estables
Nada burbujeante por el momento
Otro punto importante. Nadie ve por ahora una burbuja. Ven otra corrección en una posición en la que existe una gran sobre-exposición. O para decirlo en palabras de Wall Street, es un desarme intra-ciclo y no el inicio de un ciclo completamente agotado.
Con valuaciones de 37,7, en lo que a burbujas se refiere, no estaría sonando la alarma.
En casos anteriores, se alcanzaron niveles aún más extremos: múltiplos de 67 veces los beneficios para las acciones japonesas en 1989 y 65 veces para el Nasdaq en el 2000.
Otra métrica posible es la evolución desde el piso al máximo. Los magníficos tocaron un mínimo en diciembre de 2022 y desde entonces recuperaron 166,2%.
No tan lejos del 190% de la burbuja de Internet pero sí del 230% que fue el recorrido que hicieron las tecnológicas desde los mínimos del Covid (el acrónimo FAANG se utiliza para Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google).
De todos modos, cada burbuja tiene sus reglas. Y su vida propia.