El calor extremo registrado en España durante los últimos dos meses tuvo un devastador impacto en la salud pública. Entre el 16 de mayo y el 13 de julio hubo 1.180 muertes vinculadas con las altas temperaturas, lo que supone un aumento del 935% en comparación con el mismo periodo de 2024. El año pasado se contabilizaron 114 fallecimientos.
Las cifras exponen que las víctimas se multiplicaron por más de diez, según los datos difundidos este lunes por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) a través del sistema MoMo, y el Ministerio de Sanidad.
A esos números se suman diez muertes notificadas por golpe de calor, según los registros de las comunidades autónomas desde que se activó el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Altas Temperaturas. Cinco de las víctimas eran personas mayores de 65 años, cuatro tenían entre 52 y 62 años, y en un caso no se conocen los datos personales.
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El junio más caluroso de la historia y tendencia al alza en julio
Junio de 2025 fue el más cálido desde que existen registros en España, con una temperatura media mensual de 23,6 ºC, lo que supone 0,8 ºC más que el anterior récord de junio de 2017 y 3,5 ºC por encima de la media del periodo 1991–2020.
La AEMET activó 76 alertas rojas por calor extremo durante este tiempo, frente a cero activaciones en el mismo periodo del año pasado.
Pero la tendencia no hizo más que agravarse. Solo en la primera semana de julio, el número de fallecimientos atribuidos al calor aumentó un 47% respecto a todo junio, y las previsiones meteorológicas apuntan a que el calor continuará.
Se estima que las temperaturas permanecerán por encima de la media histórica durante todo julio, con una probabilidad superior al 70%.
Las personas mayores, las más vulnerables
Del análisis demográfico se desprende que el 95% de las personas fallecidas tenía más de 65 años, y el 59% eran mujeres, una distribución asociada tanto a la mayor esperanza de vida femenina como a factores fisiológicos que incrementan su vulnerabilidad frente a las altas temperaturas.
El impacto fue especialmente grave en comunidades tradicionalmente menos expuestas a este tipo de fenómenos. Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria fueron las regiones más afectadas, probablemente debido a una menor adaptación estructural y social al calor extremo.
Más de 2.100 muertes por temperaturas extremas en 2025
En los seis primeros meses del año, se registraron 2.168 muertes atribuibles a temperaturas extremas (tanto por calor como por frío), lo que representa ya casi el 68% del total de decesos por esta causa en todo 2024, cuando se notificaron 3.521 fallecidos.
El incremento es particularmente significativo en junio de 2025, con 380 fallecimientos vinculados a olas de calor, frente a apenas 32 en junio de 2024.
Los primeros meses del año también reflejan un repunte de la mortalidad por frío: enero registró 1.334 fallecimientos frente a los 719 del mismo mes del año anterior; febrero sumó 323 y marzo, 107.
Mortalidad general: cifras estables, pero alerta por el clima
A pesar del aumento en la mortalidad atribuible a las temperaturas extremas, el total de fallecidos por todas las causas en lo que va de año fue 225.770, una cifra ligeramente inferior a los 227.438 fallecimientos del mismo periodo de 2024, y en línea con los valores de 2023.
No obstante, los expertos advierten que el impacto climático sobre la salud pública está creciendo, y podría intensificarse si no se adoptan medidas de adaptación más ambiciosas.
El sistema MoMo señala que en los últimos años las cifras anuales totales de fallecimientos en España fueron 438.143 en 2024; 437.672 en 2023 y 466.601 en 2022.
FUENTE: EUROPA PRESS