Su presente, entre más de 4000 presos que duermen en el suelo, dominados por una peligrosa mafia, hacinados en un clima permanente de alta tensión.
Tras su condena a cadena perpetua por el brutal crimen de Edwin Arrieta, Daniel Sancho ingresó en la cárcel de Surat Thani, a unos cien kilómetros de la de Samui.
Según informan los expertos, se trata de una prisión mucho más peligrosa que aquella en la que estuvo preso durante el año en que esperó el juicio. Una presente que Sancho nunca imaginó cuando vacacionaba en las playas Tailandesas.
Los casi 4000 presos presos, allí, viven hacinados, duermen amontonados en el suelo lo que genera una enorme tensión entre los reclusos.
Que sea invisble, sordo, ciego y mudo. Los especialistas en la vida carcelaria lanzaron un importante consejo a Daniel Sancho: que se convierta en un fantasma. Que se mantenga alejado de cualquier tipo de mafia y evite participar de las peleas que son moneda corriente.
A Sancho le recomendaros que se tome un tiempo para observar y luego busque el "mejor grupo de amigos" que tengan poder en la cárcel y también, procure tener una buena cantidad de comida para poder ofrecer en los momentos más complicados.
Entre sus familiares hay preocupación por el próximo paso de la condena del joven. Y es porque será trasladado a la prisión de máxima seguridad de Bangkok donde se encontrará con 7.000 reclusos, en un lugar preparado para la mitad, una cárcel en la que cumplen penas temidos criminales que cumplen condenas extremas.
