La monarquía española atraviesa uno de sus mejores momentos en términos de imagen pública. Así lo revela el V Informe Borbón, un sondeo encargado por el diario El Confidencial. El estudio, presentado en el marco del undécimo aniversario del reinado de Felipe VI, confirma que la imagen de la Corona se ha fortalecido de forma significativa, en gran parte gracias al liderazgo del monarca y al protagonismo creciente de la reina Letizia y la princesa Leonor.
Aunque persisten algunas sombras —sobre todo en el vínculo con los jóvenes y en territorios como Cataluña—, la tendencia general es positiva: hay menos desaprobación, más estabilidad percibida y un eje femenino que se afianza como pilar simbólico.
Felipe VI: firmeza, profesionalismo y respeto ciudadano
El rey Felipe VI obtiene un 43,7% de aprobación frente a un 21,1% de desaprobación, con un significativo 35,2% de ciudadanos que se declaran neutrales. Su figura proyecta estabilidad institucional, prestigio y profesionalismo, especialmente entre votantes jóvenes de izquierda, lo que indica una valoración transversal.
Los principales atributos positivos que se le adjudican son la recuperación del prestigio institucional (19,4%), la transparencia (17,2%) y la profesionalidad (13,8%). Además, ha mejorado su percepción de cercanía, que pasa del 3,9% en 2024 al 9% actual.
En términos territoriales, su imagen se fortalece en la mayoría de las comunidades autónomas, con mejoras notorias incluso en zonas tradicionalmente críticas como el País Vasco y Cataluña.
Leonor: la heredera que encarna el futuro con respaldo social
La princesa Leonor se consolida como una figura clave en la renovación simbólica de la Corona. Su valoración alcanza el punto más alto desde que comenzó a medirse, con buena imagen incluso entre sectores escépticos.
Su papel institucional activo, su formación y su estilo sobrio y contenido le han valido un respaldo que trasciende generaciones y afinidades políticas. En un contexto donde la juventud muestra desapego hacia la monarquía, Leonor aparece como un puente con nuevas audiencias.
Letizia: la reina mejor valorada, incluso entre republicanos
La reina Letizia también logra su mejor puntuación histórica, con más del 60% de opiniones favorables. Es, de hecho, el miembro de la familia real mejor valorado incluso entre quienes se declaran republicanos.
Su profesionalismo, su independencia respecto a los estereotipos de reina consorte y su estilo austero refuerzan su imagen de mujer moderna, rigurosa y comprometida, hecho que se destacó especialmente durante la tragedia de la DANA. Letizia se ha convertido en una figura de legitimación simbólica con gran aceptación pública.
Infanta Sofía: perfil discreto y sin controversias
Aunque con menor presencia pública, la infanta Sofía mantiene una imagen positiva, sin generar críticas. Su rol secundario en la agenda institucional, y sus detalles de simpleza, le han permitido conservar una percepción positiva sin exponerse a la polarización mediática o política.
Reina Sofía: un legado de respeto
La reina Sofía continúa siendo una de las figuras más respetadas de la Familia Real. Especialmente valorada entre los mayores de 65 años, su perfil discreto y su historia institucional la posicionan como un referente de continuidad y compromiso. Su imagen se mantiene al margen del desgaste que aún proyecta Juan Carlos I.
Una institución que se fortalece… aunque no sin retos
Por primera vez, más del 36% de los encuestados considera que la monarquía está hoy más fuerte que en 2014. Disminuyen quienes creen que está debilitada (38%) y aumenta el número de ciudadanos que la ven estable (33,2%).
El modelo de Estado sigue generando un "empate simbólico" entre monarquía y república, pero crece una nueva figura: el ciudadano auditor. Este grupo, crítico pero no hostil, evalúa a la institución según su desempeño, transparencia y ejemplaridad.
En ese nuevo escenario, la Corona parece haber encontrado en Leonor y Letizia a sus figuras más prometedoras. Sin aspavientos, ambas han logrado representar un cambio de época, legitimando la continuidad institucional desde la credibilidad, la cercanía y la disciplina.