El término "tontolaba", tan común en el habla española, tiene una historia interesante que se mezcla con una de las tradiciones más populares de la Navidad: el Roscón de Reyes. Aunque hoy se utiliza de manera informal para referirse a alguien un tanto ingenuo o distraído, su origen está vinculado a una costumbre muy especial que aún se celebra en muchas casas cada 6 de enero.
¿De dónde viene "Tontolaba"?
La historia de "tontolaba" se remonta al momento en que el Roscón de Reyes se convierte en el protagonista de la celebración del Día de Reyes. Este bollo, tradicionalmente adornado con frutas escarchadas, esconde dentro de una pequeña figurita de porcelana y, en algunas versiones más antiguas, un haba seca. Según la tradición, la persona que encuentre la figurita es considerada afortunada y se lleva la corona de rey o reina, mientras que quien dé con el haba deberá pagar el roscón el año siguiente.
Escondido en el Roscón
Aquí es donde entra en juego el término "tonto del haba" que derivó en "tontolaba". La persona que encuentra el haba se convierte, en broma, en el "tontolaba" de la jornada. Este hallazgo no solo implica la "mala suerte" de tener que pagar el roscón, sino que también marca a esa persona como un objetivo de burlas amistosas. Así, el "tontolaba" es alguien que, por su falta de suerte o atención, se ve obligado a asumir las consecuencias de su hallazgo inesperado.
La evolución del "tontolaba"
Aunque el "tontolaba" originalmente se asoció a la persona que encontraba el haba en el Roscón de Reyes, con el paso del tiempo, el término se fue utilizando de manera más general para describir a alguien torpe o despistado. Esta evolución lingüística ha transformado "tontolaba" en una palabra usada en tono de broma, que se refiere a la persona que comete alguna torpeza o que es especialmente ingenua.
Así que la próxima vez que disfrutes de un trozo de roscón, recuerda la curiosa historia detrás del "tontolaba". Y, sobre todo, ¡ten cuidado con lo que encuentras!