La Justicia española confirmó este miércoles la decisión que permite publicar "El odio", que recoge el testimonio de José Bretón, condenado por el asesinato de sus dos hijos en 2011 en un caso que sacudió a la opinión pública y que ahora alimenta el debate entre los límites de la libertad de expresión y el derecho a la protección de las víctimas.
La Audiencia de Barcelona rechazó el recurso de la Fiscalía y confirmó la autorización para que la editorial Anagrama publique el libro de Luisgé Martín.
Ratificó así la decisión adoptada el pasado 24 de marzo por un tribunal de Barcelona, que rechazó la suspensión provisional de la publicación y distribución del libro, como había solicitado la Fiscalía de Menores al considerar que el texto podría suponer "una inminente lesión a los derechos de los menores asesinados".
Un debate entre libertad de expresión y defensa de las víctimas
Pese a esta primera resolución judicial, la editorial Anagrama decidió la suspensión indefinida de la distribución de 'El odio', en un "ejercicio de prudencia y de forma voluntaria" tras la polémica surgida después de las denuncias de las madre de los pequeños.
Anagrama consideró que, en una sociedad democrática, "debe existir un equilibrio entre la libertad creativa como derecho fundamental y la protección de las víctimas".
Ruth Ortiz, la madre de los niños asesinados, pidió al fiscal que paralizase la publicación porque "no podemos, de ninguna manera ni forma, dar voz a los asesinos para que puedan faltar al honor, a la intimidad y a la imagen de las víctimas, ni revictimizarlas".
El caso llegó hasta el defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, quien defendió el derecho a la libertad de expresión pero reclamó también "que en este asunto se considere un interés superior, que es el interés superior de la mujer en relación con sus hijos cuando estos hijos han sido asesinados".
El caso que conmovió a España
El 8 de octubre de 2011, José Bretón asesinó en una finca de Córdoba, en el sur de España, a sus hijos Ruth y José, de 6 y 4 años, un crimen por el que actualmente permanece recluido en una cárcel de máxima seguridad donde cumple una condena de 25 años, a pesar de ser sentenciado a 40.
En el libro, Bretón reconoce por primera vez el asesinato de sus hijos, cometido un mes después de que Ruth Ortiz se separara de él, en un caso claro de violencia vicaria con el objetivo de hacer sufrir a su mujer.