Este mensaje es enviado en momentos en que China libra una batalla comercial con Estados Unidos, actualmente bajo una tregua iniciada el 12 de mayo. Durante 90 días, Washington reducirá los aranceles sobre los productos chinos desde 145% hasta 30%, mientras que Pekín lo hará desde 125% hasta 10% sobre las importaciones de productos estadounidenses.
Créditos y comercio para la región
La Iniciativa de la Franja y la Ruta, también conocida como Ruta de la Seda, ha sido el principal mecanismo de China para afianzar su presencia en la región. A través de este programa, Pekín ha otorgado préstamos por 120.000 millones de dólares y ha llevado a cabo más de 200 proyectos de infraestructura, creando miles de empleos. En el foro con la Celac, Xi destacó que el comercio entre China y América Latina alcanzó los 500.000 millones de dólares, un monto 40 veces superior al de comienzos de este siglo.
Al inicio China otorgó préstamos condicionados a la compra de productos chinos. Luego buscó acuerdos para la construcción de obras de infraestructura y transporte que incluyen puertos como el de Chancay en Perú, pero se ha sumado lo que Pekín engloba bajo el concepto de “nueva infraestructura”.
Un informe de Diálogo Interamericano señala que en Latinoamérica este término abarca la fabricación de vehículos eléctricos e incluye la producción de baterías, automóviles y autobuses, además de manufacturas de alta gama, como maquinaria y productos médicos.
Añade a la lista “las tecnologías de la información, las energías renovables (incluida la hidroelectricidad) y la infraestructura urbana (por ejemplo, el ferrocarril y otros medios de transporte urbano y las líneas de transmisión de ultra alta tensión)”.
En el caso de las tecnologías de la información, las condiciones geopolíticas limitan la inversión de China en mercados de países desarrollados; esto ha incrementado el interés de las empresas chinas en América Latina y el sur global.
La estrategia se manifiesta en proyectos como la planta de BYD en Brasil para fabricar automóviles eléctricos y procesar fosfato de hierro y litio; las adquisiciones de Tianqi Lithium en el negocio del litio en Chile o la expansión de Huawei en centros de datos, computación en la nube y tecnología 5G.
En el encuentro con la Celac, Xi anunció una nueva línea de crédito por 66.000 millones de yuanes (unos 9.000 millones de dólares) y aseguró que “China importará más productos de calidad desde América Latina, y animará a sus empresas a aumentar las inversiones”. Además, “invitará anualmente a 300 cuadros de partidos políticos de los países miembros de la Celac a visitar China para hacer investigaciones e intercambiar experiencias sobre la gobernación del país”.
Los mensajes de Lula y Boric
Un día antes del encuentro con la Celac, Xi Jinping recibió con máximos honores al presidente brasileño Lula da Silva en el Gran Palacio del Pueblo. Desde 2009, China se ha consolidado como el principal socio comercial de Brasil, la mayor economía de Latinoamérica. Los mandatarios se reunieron a puerta cerrada y luego firmaron acuerdos bilaterales que fortalecen de manera decidida las relaciones económicas.
Pekín anunció nuevas inversiones por 27.000 millones de yuanes (equivalentes a 4.700 millones de dólares) en sectores estratégicos como semiconductores, tecnología, energía, aviación, minería y farmacéutica. Entre los proyectos figura una nueva planta de la automotriz china GWM, desde la cual exportará al resto de Sudamérica, así como la llegada de Mixue, la mayor cadena de comida rápida del mundo, y de la firma de bebidas Mixue.
Lula afirmó que “a menudo se ha tratado a China como si fuera un enemigo del comercio mundial, cuando, en realidad, se está comportando como un ejemplo de un país que intenta hacer negocios con países que han sido olvidados durante los últimos 30 años por muchos otros”.
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“Durante años, el orden internacional ha necesitado profundas reformas. En los últimos meses, el mundo se ha vuelto más impredecible, más inestable y más fragmentado. China y Brasil están decididos a unirse en contra del unilateralismo y el proteccionismo”, afirmó Lula ante un grupo de medios que accedió a su encuentro con Xi.
En su discurso durante el foro de la Celac, Gabriel Boric destacó que “en Chile defendemos la autonomía estratégica de nuestro país y decimos que la soberanía radica no sólo en el respeto a las fronteras materiales, sino a la decisión libre y soberana de poder decidir con quién y cuándo comerciar”.
Colombia se adhiere a la Ruta
En un intento por impedir que Colombia, uno de los principales aliados de Washington en Latinoamérica, se adhiera a la Ruta de la Seda, Mauricio Claver-Carone, enviado especial del Departamento de Estado para América Latina, insinuó posibles represalias comerciales. Sin embargo, sus advertencias no han logrado frenar el acercamiento entre Bogotá y Pekín.
Tras la reunión entre el presidente colombiano, Gustavo Petro, y Xi Jinping, Colombia formalizó un plan de cooperación para sumarse a la iniciativa. El líder chino expresó su disposición a “apoyar a las empresas chinas para que inviertan y hagan negocios en Colombia y participen en la construcción de infraestructura”, según un comunicado de la cadena estatal china CCTV, citado por EFE.
"Las dos partes pueden ampliar su cooperación en campos emergentes como la energía eólica, los vehículos de nueva energía, la economía digital y la inteligencia artificial, y lograr conjuntamente una transformación verde y baja en emisiones de carbono", aseguró Xi.
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Boric, Lula y Petro con Xi Jinping en Pekín
AFP
Washington ve riesgos para la seguridad
La expansión de China en América Latina es vista por Estados Unidos como una amenaza a la seguridad nacional. En la 10ª Conferencia de Seguridad Hemisférica, organizada por el Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas de la Universidad Internacional de Florida (FIU), el almirante de la Marina de EEUU Alvin Holsey, jefe del Comando Sur, advirtió sobre "programas militares potenciales".
Holsey dijo que China está orientando su desarrollo al uso de los servicios públicos, transporte y la tecnología. Dio como ejemplo el uso del 5G que promueve China con sus empresas estatales. También, el brazo de empresas chinas en los puertos que operan en el Canal de Panamá.
"Con sus proyectos de infraestructura están sentando las bases para potenciales oportunidades militares. Tendríamos que estar muy preocupados por eso, y asegurarnos de contar con el apoyo de nuestros socios en el futuro”, dijo el jefe del Comando Sur en la conferencia, en la que estuvo presente El Observador USA.
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Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de EEUU, en la Conferencia de Seguridad Hemisférica
Ex presidente del Banco Central de la Argentina y profesor de la FIU, Martín Redrado, analizó cuál debe ser la postura de Washington ante el despliegue de China en Latinoamérica: “Estados Unidos no debe competir ni contener a China. El concepto clave es participación selectiva. Detectar las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos en las Américas, ver dónde poner las alertas”.
“Puertos nuevos que se puedan construir en la región, ofreciendo alternativas para el desarrollo. Eso debería estar conectado con la inmigración, ciberseguridad y cadenas de suministro”, dijo Redrado.
Al profundizar en su propuesta de participación selectiva, enumeró áreas de inversión win-win para Estados Unidos y América Latina. Destacó que la seguridad energética, el desarrollo de Inteligencia Artificial, la cadena de suministros y el costo relativamente barato de la mano de obra eran activos del vínculo.
“Ahí Estados Unidos debe usar su apalancamiento para contrabalancear lo que hace China en América Latina. Enfocar el músculo financiero en minerales, pesca, energía, cadena de suministros. Integrar mejor a las Américas con una agenda de desarrollo”, afirmó.