Un avance sustancial en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China impulsó a los mercados: acciones mundiales y el dólar tuvieron un desahogo que se hacía esperar y que llegó. Pero los inversores temen que las negociaciones adicionales resulten largas y arduas, lo que modera el optimismo, ya que aún persisten los riesgos de una desaceleración económica mundial.
Tras dos días de conversaciones con funcionarios chinos en Ginebra, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció el lunes que ambas partes acordaron una pausa de 90 días en las medidas y que los aranceles se reducirían en más de 100 puntos porcentuales.
Esto deja los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos en un 30% del 14 de mayo al 12 de agosto y los aranceles chinos sobre las importaciones estadounidenses en un 10%, superando las expectativas optimistas de los inversores antes de las negociaciones.
"Este repunte nos da alivio, ya que el peor escenario posible en materia de aranceles, es decir, aranceles superiores al 100%, probablemente no se materialice", dijo John Praveen, director gerente de Paleo Leon en Princeton, Nueva Jersey. "Puede que no logremos aranceles cero, pero el peor escenario es improbable. Nos hemos alejado del abismo", advirtió.
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Sin embargo, este alivio se vio atenuado por la cautela, dado que es necesario alcanzar un acuerdo comercial más permanente, mientras que es probable que el aumento general de los aranceles siga presionando a la economía mundial. "Es positivo a largo plazo, más 90 días de incertidumbre", afirmó Charles Wang, presidente de Shenzhen Dragon Pacific Capital Management Co.
Los números de la guerra comercial
Michael Metcalfe, jefe de estrategia macroeconómica de State Street Global Markets en Londres, estimó que el acuerdo comercial entre Estados Unidos y China del lunes implicaba una tasa arancelaria efectiva promedio de alrededor del 15%.
"Dadas las expectativas, es un resultado neto positivo", afirmó. "Básicamente, se revierte el anuncio de aranceles recíprocos, y si se revierte dicho anuncio, se vuelve al punto de partida", agregó.
En medio de su guerra comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso aranceles del 145% a las importaciones de productos chinos. China, a su vez, aumentó los aranceles sobre los productos estadounidenses al 125% y limitó las exportaciones de algunos minerales esenciales de tierras raras.
Estas medidas paralizaron el comercio bilateral por un valor de casi 600.000 millones de dólares, interrumpiendo las cadenas de suministro y generando temores de un posible colapso de la economía mundial.
El anuncio de Trump sobre aranceles recíprocos del 2 de abril, que llamó el "Día de la Liberación", provocó una drástica salida de activos estadounidenses, incluyendo el dólar y los bonos del Tesoro, pilares del sistema financiero mundial. La creciente incertidumbre sobre la política comercial estadounidense perjudicó la confianza de empresas y consumidores.
"Esta pausa da a las empresas estadounidenses más tiempo para adaptarse y planificar contingencias en caso de que las negociaciones comerciales vuelvan a estancarse", sostuvo Jamie Cox, socio director de Harris Financial Group.
Reino Unido ya arregló
Las señales de que Trump podría estar reconsiderando su estrategia comercial son tranquilizadoras para los mercados, ya que los indicadores económicos han empeorado y los banqueros centrales han advertido sobre los riesgos de una desaceleración del crecimiento y un aumento de la inflación.
Un acuerdo alcanzado la semana pasada con el Reino Unido, sumado a las señales positivas de Japón, Vietnam y Corea del Sur, ayudó a restaurar la confianza, junto con una disminución de las tensiones geopolíticas.
"Esta es solo una reducción temporal de aranceles de tres meses. Por lo tanto, este es el comienzo de un largo proceso", señaló Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management en Hong Kong.
"Ambas partes probablemente tardarán meses en llegar a una resolución o alcanzar un acuerdo comercial definitivo, pero este es un muy buen punto de partida", agregó.
Riesgo de recesión, aún está
Jane Foley, jefa de estrategia cambiaria de Rabobank, afirmó que había mayor optimismo respecto a que los aranceles no serían tan devastadores como muchos temían, pero que esto no significaba un retorno a la situación anterior a Trump. "El escenario general no es tan malo como podría haber sido, pero aún tenemos bastante incertidumbre sobre dónde se asentarán estos aranceles, su impacto en el crecimiento mundial y la política de los bancos centrales", dijo.
Metcalfe, de State Street, afirmó que a medida que disminuyen los temores comerciales, la atención podría centrarse en otros temas. Por ejemplo, a muchos inversores les preocupa el impacto que los recortes de impuestos planeados por Trump tendrán en los niveles de deuda estadounidense, especialmente a medida que disminuyen los ingresos por aranceles.
El acuerdo comercial entre Estados Unidos y China "no significa que la incertidumbre política haya desaparecido, sino que se ha trasladado a una nueva área", afirmó.