Intel tiene previsto recortar cerca del 20% de su fuerza laboral mundial esta semana, con el objetivo de "racionalizar la gestión" en la compañía, que perdió su liderazgo mundial como fabricante de chips frente a Taiwan Semiconductor Manufacturing, que fabrica chips para rivales como Nvidia. Esta será la primera gran reestructuración bajo el mandato del nuevo CEO, el estadounidense de origen malayo Lip-Bu Tan, quien reemplazó a Pat Gelsinger el mes pasado.
El fabricante de chips tiene previsto anunciar los resultados del primer trimestre el jueves. Con el recorte de más de 21.000 puestos de trabajo, Tan tiene como objetivo "eliminar la burocracia, racionalizar la gestión y reconstruir una cultura impulsada por la ingeniería", según informó Bloomberg.
La empresa con sede en Santa Clara, California, tenía alrededor de 108.900 empleados a finales del año pasado, después de que en agosto anunciara el recorte del 15% de sus puestos de trabajo, cerca de 15.000 posiciones.
El nuevo CEO asumió el cargo para revivir al fabricante de chips de Silicon Valley después de años de dificultades y de que Gelsinger no tuviera éxito con su plan de cuatro años para recuperar el liderazgo de la empresa. En los últimos cinco años las acciones de la empresa cayeron alrededor del 67%.
Los cambios de estrategia de Intel
Los despidos de 2024, que formaban parte de un plan de reducción de costos de 10.000 millones de dólares para este año, fueron impulsados por los altos costos, márgenes decrecientes en los segmentos principales de PC y centros de datos de Intel, y un costoso giro hacia los chips de IA, un área en la que Intel ha quedado atrás de competidores como Nvidia.
Desde que asumió el cargo de CEO, Tan comenzó a fraccionar las divisiones de Intel en unidades "no esenciales". A principios de este mes, Intel vendió el 51% de su negocio de semiconductores Altera a la firma de capital privado Silver Lake.
El mes pasado, Reuters informó que el empresario estaba considerando cambios significativos en los métodos de fabricación de chips y en las estrategias de inteligencia artificial.
Esta nueva trayectoria implica reestructurar la estrategia de IA de Intel e implementar recortes de personal para abordar lo que Tan describió como una capa de gestión intermedia lenta y sobrecargada. Poco después de su nombramiento, les dijo a los empleados en una reunión que la empresa tendría que tomar "decisiones difíciles".