Los dueños de las pequeñas empresas estadounidenses, que en gran medida aplaudieron la elección de Donald Trump, están empezando a sentirse cada vez más pesimistas sobre el futuro en medio de los rápidos cambios de política del presidente. La guerra comercial lanzada por el republicano ya pega de lleno en el ánimo empresario.
El optimismo entre las pequeñas empresas cayó en febrero 2,1 puntos, según una encuesta mensual de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB, por sus siglas en inglés), a su nivel más bajo en cinco años. El índice que mide la incertidumbre subió a su segundo nivel más alto en los 50 años de historia de la encuesta. A pesar de la caída, el optimismo empresarial se mantuvo por encima de su promedio histórico.
El 12% de los empresarios informaron que es un buen momento para invertir y expandirse, una cifra que bajó 5 puntos porcentuales con respecto a enero, la mayor disminución mensual en cinco años.
El temor de las pequeñas empresas con Trump
Históricamente, las pequeñas empresas han aplaudido a Trump y sus políticas. El índice de confianza alcanzó lo que en ese momento fue su punto más alto en 2016, la primera vez que Trump fue elegido. Y después de que el republicano ganó la reelección el año pasado, el índice subió.
La encuesta destacó la incertidumbre que se está apoderando de la comunidad empresarial. Las amenazas intermitentes de Trump de imponer aranceles a los socios comerciales de Estados Unidos han hecho que la planificación para el futuro sea más confusa y han suscitado preocupaciones sobre el aumento de los costos y la reactivación de la inflación.
Por ejemplo, los aranceles de Trump sobre el acero y el aluminio importados probablemente aumentarán los costos para las empresas estadounidenses que fabrican productos de metal.
Los empresarios están respondiendo a los acontecimientos subiendo los precios, según la encuesta. El porcentaje neto de empresas que suben los precios aumentó 10 puntos porcentuales hasta el 32%, el mayor salto desde 2021 y el tercer nivel más alto registrado.
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La confianza del consumidor golpeada
"Aunque las percepciones económicas siguen siendo mucho más constructivas que en los últimos años, la reciente oleada de actividad arancelaria parece haber afectado las expectativas económicas y haber ejercido presión al alza sobre los precios de las pequeñas empresas", sostuvieron Charlie Dougherty, Jackie Benson y Ali Hajibeigi, economistas de Wells Fargo Securities, en un comentario.
La caída de la confianza entre los empresarios refleja una caída en la confianza del consumidor en febrero.
La Universidad de Michigan informó que la confianza del consumidor cayó un 10% con respecto a enero. Las expectativas tanto para las finanzas personales como para las perspectivas económicas a corto plazo disminuyeron alrededor de un 10%, mientras que las expectativas a largo plazo entre los consumidores retrocedieron un 6%.
Los consumidores redujeron sustancialmente su gasto en enero, con una disminución de los gastos de consumo personal de 31.000 millones de dólares o un 0,2%, según datos del Departamento de Comercio.
Rebrote de la inflación suma incertidumbre
La cifra de enero fue la primera en dos años en que el gasto de consumo disminuyó en términos mensuales en lugar de simplemente desacelerarse.
Más allá de las incertidumbres políticas, han aparecido algunas señales de advertencia macroeconómicas. La inflación en el índice de precios al consumidor aumentó durante el otoño de un incremento anual del 2,4% en septiembre al 3% en enero, cuando la Reserva Federal comenzó a recortar las tasas de interés, que desde entonces ha suspendido.
La Reserva Federal de Atlanta prevé una contracción del 2,4% del producto interno bruto (PIB) para el primer trimestre, y algunos analistas han estado advirtiendo sobre la posibilidad de una recesión. A pesar de las numerosas predicciones de recesión en los últimos dos años, las condiciones macroeconómicas generales se han mantenido sólidas, con un crecimiento sólido del PIB hasta fines del año pasado y un desempleo bajo.