En la base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia, cientos de altos funcionarios militares de Estados Unidos fueron convocados de todas partes del mundo para presenciar los discursos del presidente Donald Trump y de Pete Hegseth, secretario de Defensa (renombrado secretario de Guerra por Donald Trump). Sin revelar públicamente el motivo hasta la mañana del martes, el presidente y su secretario utilizaron el encuentro para declarar "el fin de la cultura woke" en el Ejército.
Hegseth se centró en los obstáculos que, según él, el Ejército ha enfrentado debido a las políticas "woke" y anunció nuevas directrices para las tropas, incluyendo estándares de aptitud física a los "más altos estándares masculinos". Por su parte, Trump se jactó de las capacidades nucleares de Estados Unidos y sugirió que las "ciudades peligrosas" del país deberían ser usadas como "campos de entrenamiento para nuestro Ejército".
Aunque las reuniones entre mandos militares y líderes civiles son comunes, esta generó una intensa especulación debido a la rapidez y el misterio de su convocatoria. El hecho de que se convocara a generales y almirantes de zonas de conflicto, como Oriente Medio, con una semana de anticipación, para asistir a una conferencia sobre raza y género subraya hasta qué punto la "guerra cultural" se convirtió en un tema central en el Pentágono bajo la dirección de Hegseth.
Altos mandos militares escuchan los discursos de Pete Hegseth y Donald Trump en la base del Cuerpo de Marines en Quantico. AP
Altos mandos militares escuchan los discursos de Pete Hegseth y Donald Trump en la base del Cuerpo de Marines en Quantico.
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”Más altos estándares masculinos”
Durante su discurso de casi una hora, el jefe del Pentágono anunció nuevas órdenes que codificarán los "más altos estándares masculinos" en el entrenamiento, establecerán normas específicas de preparación y eliminarán aún más los programas basados en el género o la raza.
El secretario afirmó que las nuevas reglas son "neutrales en cuanto al género", pero reconoció que las mujeres podrían no poder cumplirlas. "Si eso significa que ninguna mujer califica para algunos trabajos de combate, que así sea. Esa no es la intención, pero podría ser el resultado", dijo Hegseth a los generales reunidos.
Y afirmó: "No quiero que mi hijo sirva junto a tropas que no están en forma o en unidades de combate con mujeres que no pueden cumplir los mismos estándares físicos de armas de combate que los hombres".
Donald Trump da un discurso frente a altos mandos militares en la base del Cuerpo de Marines en Quantico. AP
Donald Trump da un discurso frente a altos mandos militares en la base del Cuerpo de Marines en Quantico.
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El presidente también advirtió que "Estados Unidos está bajo una invasión desde dentro". Aseguró que, después de "gastar billones de dólares defendiendo las fronteras de otros países", ahora la misión de las Fuerzas Armadas es proteger las de la propia nación.
Trump, acostumbrado a las ruidosas ovaciones de sus seguidores, no recibió la misma respuesta por parte de los generales y almirantes presentes. En un claro contraste con la reacción entusiasta de los soldados rasos que lo aplaudieron durante su discurso en Fort Bragg, los altos mandos militares permanecieron impasibles y serios. Esta postura se mantuvo en consonancia con la tradición no partidista de las Fuerzas Armadas ante los comentarios politizados del presidente.
Despidos y cambios de liderazgo
Al criticar lo que llamó "la falacia insana de que la diversidad es nuestra fuerza", Hegseth explicó que despidió a varios generales por estar personalmente comprometidos con ideas progresistas. "Es casi imposible cambiar una cultura con las mismas personas que ayudaron a crearla o incluso se beneficiaron de ella", afirmó. Entre las figuras más destacadas que fueron despedidas con el ingreso de Hegseth al cargo, se encuentran el presidente del Estado Mayor Conjunto, CQ Brown, y la jefa de Operaciones Navales, la almirante Lisa Franchetti.
El jefe del Pentagono advirtió: "Habrá más cambios de liderazgo. De eso estoy seguro".
Secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, en una reunión con altos mandos militares en la base del Cuerpo de Marines en Quantico. AP
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Además, sostuvo que el Ejército promovió a demasiados líderes por las razones equivocadas basándose en cuotas de raza y género. “Sin distinción de color, de género, basado en el mérito; todo el proceso de ascenso, incluidas las evaluaciones de las capacidades de combate, está siendo minuciosamente reexaminado", aseguró.
“La era del liderazgo políticamente correcto, excesivamente sensible y que no quiere herir los sentimientos de nadie, se termina ahora mismo en todos los niveles”, expresó Hegseth.
Una cultura de máxima letalidad y a los enemigos “FAFO”
Hegseth aprovechó la reunión para recalcar la necesidad de una cultura militar que asuma riesgos, marcando un regreso a los estándares físicos y de apariencia de 1990. "Si nuestros enemigos eligen tontamente desafiarnos, serán aplastados por la violencia, la precisión y la ferocidad del departamento de guerra", afirmó. “A nuestros enemigos, FAFO", dijo, refiriéndose al acrónimo en inglés de "jodé y enterate" (fuck around and find out).
Entre las nuevas directivas se incluye la autorización a los sargentos para utilizar lenguaje ofensivo y realizar entrenamientos intensos. Según Hegseth, el entrenamiento básico debe ser "aterrador, duro y disciplinado", con el objetivo de "inculcar un miedo saludable en los nuevos reclutas".
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Soldados ensayan para el desfile del sábado
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Hegseth también afirmó que las reglas de combate serían revisadas. "Desataremos las manos de nuestros guerreros para intimidar, desmoralizar, cazar y matar a los enemigos de nuestro país. No más reglas de enfrentamiento políticamente correctas y opresivas. Solo sentido común, máxima letalidad y autoridad para los guerreros", sostuvo.
Además, anunció que el Pentágono establecería un proceso para eliminar de los expedientes de los líderes las "infracciones menores o bien intencionadas y perdonables". "La llamo la política de 'no caminar más sobre cáscaras de huevo'. No más quejas frívolas... no más desvío de carreras", dijo.
En este contexto, flexibilizará las reglas disciplinarias y debilitará las protecciones contra el acoso, eliminando muchas de las salvaguardias que el Ejército había implementado tras numerosos escándalos e investigaciones. El secretario añadió que ordenará revisar "las definiciones de lo que el departamento considera liderazgo tóxico, acoso y hostigamiento para empoderar a los líderes a hacer cumplir los estándares sin temor a represalias o dudas".