25 de diciembre 2025 - 15:08hs

La violencia política definió el pulso de los Estados Unidos en 2025. El país, que fue escenario de los magnicidios de cuatro presidentes, atravesó un año envuelto en una nueva ola de crímenes por motivos ideológicos, alimentados por la creciente polarización y la tensión en una sociedad cada vez más dividida. Si bien el asesinato Charlie Kirk conmocionó al país, el hecho representó apenas un eslabón más en una perturbadora cadena de atentados políticos.

Ante la escalada y la brutalidad de estos episodios, el país cierra el año bajo un pesimismo generalizado: según las últimas encuestas, la mayoría de los estadounidenses cree que la violencia seguirá en aumento y que el riesgo de futuros magnicidios es inminente. Sin embargo, el dato más alarmante es que el 24% cree que hay algunos casos en los que la violencia está justificada.

Desde los magnicidios de Abraham Lincoln, James A. Garfield, William McKinley y John F. Kennedy, hasta los atentados contra Martin Luther King Jr., Malcolm X y Robert F. Kennedy, la historia de Estados Unidos estuvo marcada por la violencia política. Sin embargo, el 2025 presenta particularidades alarmantes: una brecha ideológica cada vez más profunda y una ola de ataques dirigidos tanto a figuras públicas de alto perfil, como a civiles, empresas o funcionarios.

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Charlie Kirk - AP

Los principales ataques del 2025

El 10 de septiembre, el asesinato del activista e influencer MAGA Charlie Kirk se convirtió en uno de los sucesos más conmocionantes del año. El líder conservador de 31 años murió tras recibir un impacto de bala en el cuello mientras participaba de un debate en una universidad de Utah. El ataque ocurrió frente a cámaras que registraron el episodio en vivo, difundiendo imágenes de una violencia explícita que dieron la vuelta al mundo. La carpa donde le dispararon tenía un lema estampado: "Demuéstrame que estoy equivocado".

Como fundador de Turning Point USA, Kirk se había consolidado como la cara visible del movimiento conservador joven, promoviendo valores tradicionales y el derecho a la portación de armas en los campus universitarios. Su organización fue determinante para movilizar el voto juvenil que permitió el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca este año.

Acto de Turning Point en homenaje a Charlie Kirk - AP
Acto de Turning Point en homenaje a Charlie Kirk en una universidad de Utah

Acto de Turning Point en homenaje a Charlie Kirk en una universidad de Utah

Tyler Robinson, un joven de 22 años, fue acusado formalmente por el asesinato de Kirk. Según los reportes policiales, los proyectiles utilizados en el ataque tenían grabadas consignas como "¡Eh, fascista! ¡Atrapa!". El funeral del activista se convirtió en un acto multitudinario que convocó a decenas de miles de personas. Durante la ceremonia, Trump calificó a Kirk como un "mártir de la libertad de Estados Unidos" y responsabilizó a los "lunáticos de izquierda" por el crimen. Tras el sepelio, los homenajes se extendieron por todo el país, mientras la viuda, Erika Kirk, asumió el liderazgo de Turning Point USA para continuar el legado de su esposo.

Pero el asesinato de Kirk fue solo la punta del iceberg. Meses antes, en junio, la demócrata Melissa Hortman, ex presidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota, y su esposo Mark fueron asesinados en su hogar en un ataque con evidentes motivaciones políticas. Hortman, una figura clave que lideraba la bancada demócrata desde 2004, perdió la vida tras recibir varios disparos.

El funeral de los Hortman. AP

En la misma jornada, el horror se extendió a la familia del senador estatal demócrata John Hoffman, quien ocupa su banca desde 2012. Hoffman y su esposa resultaron gravemente heridos tras ser atacados a tiros, pero ambos sobrevivieron tras someterse a intervenciones de urgencia. Las autoridades identificaron al agresor como un empleado de seguridad de 57 años que, haciéndose pasar por policía, acudió a las viviendas de ambos legisladores en los suburbios de Minneapolis.

A estos hechos se sumó, en abril, el incendio provocado en la casa del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, mientras él y su familia dormían en el interior. Durante la madrugada, un hombre armado con un martillo y un cóctel molotov irrumpió en la propiedad y lanzó el explosivo para iniciar el fuego, causando importantes daños en la histórica residencia del Gobernador. A pesar de la gravedad del atentado, no hubo heridos y todos los ocupantes lograron escapar a tiempo.

La destrucción de la Residencia del Gobernador de Pensilvania. AP.webp

Otros incidentes del año incluyen ataques incendiarios con motivaciones políticas contra concesionarios de Tesla y el asesinato de dos empleados de la embajada de Israel en Washington.

La violencia política no es un fenómeno nuevo

La violencia política adoptó diversas formas en los últimos años, proveniente de diferentes sectores del espectro ideológico. Entre los incidentes más significativos se incluyen el tiroteo al republicano Steve Scalise en 2017, que casi le costó la vida; el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 por parte de seguidores de Trump; el complot para secuestrar a la gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer; el ataque a martillazos contra Paul Pelosi, esposo de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi; el asesinato del CEO de United Healthcare; y los dos intentos de asesinato contra Trump durante su campaña presidencial de 2024.

Donald Trump después del intento de asesinato en Butler, Pensilvania. AP
Donald Trump después del intento de asesinato en Butler, Pensilvania.

Donald Trump después del intento de asesinato en Butler, Pensilvania.

En los primeros seis meses del año, Estados Unidos registró alrededor de 150 ataques con motivaciones políticas, una cifra que duplica la del año pasado, según la BBC.

En 2024 hubo casi 9.500 amenazas contra miembros del Congreso, sus familias y personal, y contra las instalaciones del Capitolio, lo que representó un aumento respecto a las 8.000 de 2022, según informó la Policía del Capitolio de EEUU. Además, jueces y fiscales también fueron blanco de ataques. Las amenazas contra jueces federales aumentaron un 100% en comparación con 2021, alcanzando los 457 casos en el año fiscal que terminó en septiembre de 2023, según el Servicio de Alguaciles de EEUU.

Violencia de izquierda y de derecha

Un informe reciente de Daniel Byman y Riley McCabe, analistas del Center for Strategic and International Studies (CSIS), destaca un dato histórico: por primera vez en más de 30 años, los ataques terroristas de izquierda superaron en número a los de la extrema derecha.

Luigi Mangione. AP

"En los últimos años, EEUU experimentó un aumento en el número de ataques y complots terroristas de izquierda, aunque dicha violencia creció desde niveles muy bajos y se mantiene muy por debajo de los niveles históricos de violencia perpetrados por atacantes de derecha y yihadistas", dijeron los analistas del think tank bipartidista con base en Washington DC, especializado en estudios sobre políticas públicas y análisis estratégicos de cuestiones políticas, económicas y de seguridad.

De todas maneras, advirtieron que el terrorismo de derecha podría regresar fácilmente a sus niveles anteriores. "Este descenso es llamativo y las explicaciones son especulativas. Una posibilidad es que muchos de los agravios tradicionales que los extremistas violentos de derecha han defendido en el pasado —oposición al aborto, hostilidad hacia la inmigración y sospechas sobre las agencias gubernamentales, entre otros— son ahora adoptados por la administración Trump", afirmaron.

Y agregaron: "De manera similar, los ataques yihadistas disminuyeron en frecuencia desde su pico en la década de 2010, debido en gran medida a la destrucción de grupos principales como al Qaeda y el Estado Islámico".

Toma del capitolio de EEUU en 2020. AP

Para mitigar la violencia política, los expertos recomendaron que el gobierno evite reacciones represivas exageradas contra organizaciones pacíficas, ya que estas medidas suelen validar las narrativas extremistas y radicalizar a los sectores disidentes. Asimismo, sostienen que el rol de los líderes políticos es crucial: deben condenar inequívocamente la violencia dentro de sus propias filas y fomentar la calma en el bando contrario, despojando de legitimidad a los agresores y evitando que estos se perciban como héroes de una causa mayor.

El pesimismo sobre la violencia política

En este contexto, el pesimismo sobre la violencia política se convirtió en un consenso dentro de una sociedad polarizada. Según la última encuesta de Politico y Public First, el 55% de los estadounidenses prevé que la violencia seguirá en aumento. Esta preocupación atraviesa todas las líneas de género, edad, afiliación partidista y nivel educativo, aunque los demócratas y los votantes mayores expresaron una preocupación particular.

Sin embargo, el dato más alarmante es que el 24% cree que hay algunos casos en los que la violencia está justificada. En esta postura hubo poca división partidista, pero sí una fuerte división generacional: más de un tercio de los menores de 45 años considera que la violencia puede ser legítima.

Trump tras intento de atentado en Butler 13-7-24 - AP.jpg
Sean Curran fue uno de los agentes que protegió a Trump en el intento de asesinato en Butler

Sean Curran fue uno de los agentes que protegió a Trump en el intento de asesinato en Butler

Si bien la violencia política puede tomar muchas formas, más de la mitad de los ciudadanos, incluyendo al 51% de los votantes de Trump y al 53% de los de Kamala Harris, dicen que es muy o algo probable que un candidato político sea asesinado en los próximos cinco años.

Maya Kornberg, investigadora senior y líder del Programa de Elecciones y Gobierno del Brennan Center, advirtió que la intimidación contra funcionarios se volvió sistémica. Según un informe del Brennan Center basado en encuestas nacionales, cerca del 40% de los legisladores estatales notaron un aumento en la frecuencia de actos violentos, mientras que uno de cada tres reporta que los ataques son cada vez más graves. "Legisladores de ambos partidos comparten experiencias terribles", señaló Kornberg en su artículo, afirmando que la violencia está desalentando el interés de las personas por dedicarse a la política o por permanecer en un cargo público

En ese sentido, agregó: "Cuando nuestros representantes no pueden presentarse a las elecciones, ni interactuar con su electorado, ni expresarse sobre un tema en particular, ni votar según sus valores sin miedo a ser objeto de violencia, la democracia estadounidense se desfigura como consecuencia. La representación democrática depende de una fuerte participación cívica y de la capacidad de nuestros representantes democráticos de atender a las necesidades de su electorado sin sentir miedo por su seguridad".

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