16 de septiembre 2024
24 de julio 2024 - 11:29hs

Durante su gestión como vicepresidenta, Kamala Harris se enfocó en defender la agenda de Joe Biden. Eso le dejó poco espacio para mostrar ideas o iniciativas propias. Su reticencia a pronunciarse sobre temas que no manejaba al detalle tampoco ayudó a que exhibiera un perfil personal. Donald Trump, en cambio, no es un misterio para nadie y promete tener una impronta aún más marcada que la de su primer mandato.

Trump vs. Harris: cinco temas claves en los que se diferencian

  1. Aborto:

    Este es un punto de choque claro entre ambos. Harris apoya fervientemente la legislación que protegería el derecho al aborto a nivel nacional, yendo para atrás con el fallo de 2022 que anuló la histórica sentencia de Roe v. Wade. La vicepresidente incluso será una defensora del aborto mucho más firme que Biden, un varón católico de 81 años que militaba el derecho a la interrupción del embarazo siempre con eufemismos.

"No hay nadie que haya luchado tan duro por el derecho y el acceso al aborto, y estamos orgullosos de respaldarla en esta carrera", dijo la presidenta y directora ejecutiva de Reproductive Freedom for All, Mini Timmaraju, en un comunicado después de que Biden se retirara de la carrera presidencial.

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En marzo, Harris se convirtió en la primera vicepresidenta (y posible candidata presidencial) en visitar a un proveedor de abortos durante su mandato.

Para Trump es un tema algo incómodo. Se encuentra tironeado por su base de apoyo conservadora y su intención de ganar votos centristas. En abril, dijo que no firmaría una prohibición federal del aborto. Adoptó la posición de que las leyes al respecto deben ser decididas individualmente por cada estado.

"Los estados determinarán por votación o legislación o tal vez ambos, y lo que decidan debe ser la ley del país", dijo en una grabación en Truth Social.

  • Economía:

    Harris reivindicó las políticas económicas de Biden, incluida Ley de Infraestructura, la financiación para las pequeñas empresas, la Ley de Reducción de la Inflación que limitó el costo de la insulina para las personas con Medicare y el perdón de la deuda estudiantil. La administración demócrata logró mantener altas las tasas de empleo y aceptables las de crecimiento, pero es muy criticada por la inflación acumulada en la canasta familiar.

    La VP dijo en un evento en mayo que las políticas de la administración para combatir el cambio climático también traerían beneficios económicos al crear empleos en la industria de las energías renovables. En otro evento, promovió más de 100 millones de dólares en subvenciones del Departamento de Energía para que los fabricantes de autopartes cambien a los vehículos eléctricos, lo que, según dijo, "ayudaría a mantener nuestras cadenas de suministro de automóviles aquí en Estados Unidos".

    Como senadora, presentó una legislación que habría proporcionado un crédito fiscal de hasta $6,000 para familias de ingresos medios y bajos, una propuesta que enfatizó durante su campaña presidencial como una forma de abordar la desigualdad de ingresos.

    La fórmula de Trump es conocida. Prometió repetidamente subir los aranceles, reducir los impuestos e impulsar la llamada política de “dinero barato” préstamos a bajos intereses. El republicano planea un alza del 10% en los aranceles de las importaciones e incluso más —entre el 60% y 100%— para China y México. También quiere extender los recortes a los impuestos de su primer mandato, que elevaron los déficits cuando fueron implementados y expirarán en 2025.

    El expresidente quiere captar votantes de Michigan, Pensilvania y Wisconsin, donde los trabajadores blancos están molestos con la inflación de casi 20 puntos acumuladas durante el ciclo de Biden y cierta caída de las economías regionales.

    “Casi cuatro de cada diez niños afroamericanos viven en la pobreza, mientras que el 58% de los jóvenes afroamericanos está en paro. Dos millones más de hispanos viven en la pobreza desde que el presidente Obama juró el cargo hace menos de ocho años”, afirmó Trump en la convención republicana.

  • Inmigración:

    Es el tema más incómodo para Harris y la llaga sobre la que Trump volverá una y otra vez. En una charla telefónica con El Observador USA y otros medios, Trump apodó burlonamente a la vice como "la zarina de la frontera" con México. Es que Biden le encomendó esa misión (imposible) al principio de su gestión: controlar los 3.100 kilómetros de frontera porosa con México. Con una política más abierta que la de Trump, los ingresos de migrantes se dispararon. A Harris la criticaron por visitar sólo una vez el límite con México.

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    Seguidores del presidente Trump celebran el endurecimiento de sus políticas de inmigración.

    Seguidores del presidente Trump celebran el endurecimiento de sus políticas de inmigración.

    La defensa de Harris consiste en apuntar a las causas estructurales de la migración desde América Latina, como la pobreza y la violencia. El año pasado, anunció 950 millones de dólares en promesas de contribuciones de empresas privadas para apoyar a las comunidades centroamericanas. En 2021, Harris visitó la frontera con México y dijo: "Este problema no puede reducirse a un problema político. Estamos hablando de niños, estamos hablando de familias, estamos hablando de sufrimiento".

    Trump, en cambio, tiene un enfoque más simplista y promete un operativo histórico de deportaciones masivas. Además denuncia (sin pruebas) que los países de América Latina están enviando presos peligrosos y personas sacadas de institutos mentales a Estados Unidos.

    En el último año, Harris respaldó un acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza impulsado por Biden. Algunos republicanos moderados lo apoyaron, pero Trump forzó a los legisladores a boicotearlo. Finalmente Biden hizo un giro pragmático (o de una ética acomodaticia, según quien mire) y restringió al máximo la política de asilo. "Tenemos muy claro, como la mayoría de los estadounidenses, que tenemos un sistema de inmigración roto y necesitamos arreglarlo", reconoció Harris en marzo. Será la zona más vulnerable de Harris en el debate contra Trump.

  • Cambio climático:

    Otro punto de contraste explícito. Harris apoyó la retórica y la política de Biden, incluida la legislación que proporcionó cientos de miles de millones de dólares en créditos fiscales y reembolsos para energía renovable y vehículos eléctricos.

    "El reloj no solo está corriendo, sino que está golpeando", dijo en un discurso el año pasado, refiriéndose a los desastres cada vez más graves y frecuentes provocados por el cambio climático. "El presidente Biden y yo hicimos la mayor inversión climática en la historia de Estados Unidos", se jactó.

    Durante su campaña de 2020, enfatizó la necesidad de justicia ambiental, un marco que exige políticas para abordar los efectos adversos que el cambio climático tiene en las comunidades pobres, entre los negros y los latinos. Desde su banca como senadora impulsó proyectos al respecto, pero no fueron aprobados.

    Durante su presidencia, Trump denunció al cambio climático como un engaño. Además retiró formalmente a Estados Unidos del acuerdo climático de París de las Naciones Unidas para garantizar que las temperaturas globales no aumenten más de 2 grados.

    Esta vez, Trump se comprometió a desechar algunas de las políticas climáticas de Biden si los ejecutivos petroleros le donan 1.000 millones de dólares a su campaña, según The Washington Post. También prometió revertir el plan de Biden para que los vehículos eléctricos representen dos tercios de los automóviles de EE.UU. en 2032.

    Una paradoja sobre la agenda verde es que Trump acusa (falsamente) a Biden de haber frenado la producción petrolera en el país. Al contrario, la gestión demócrata mostró niveles récords de producción de esa energía fósil y no renovable.

  • Política exterior:

    Harris pidió en marzo un "alto el fuego inmediato" en Gaza y describió la situación allí como una "catástrofe humanitaria". Dijo que "la amenaza que Hamas representa para el pueblo de Israel debe ser eliminada", pero también que "demasiados palestinos inocentes han sido asesinados". Así se mostró mucho más crítica que Biden hacia el israelí Benjamín Netanyahu.

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    "Seré sincero con ustedes, no me importa lo que le ocurra a Ucrania", dijo J.D. Vance, el compañero de fórmula de Trump

    Trump, en cambio, se muestra como un aliado incondicional de Israel, pese a algunas críticas deslizadas al primer ministro de Israel. Pero las diferencias van más allá de la guerra en Gaza. El republicano coquetea con Vladimir Putin y tiene una posición mucho más aislacionista en política exterior. El líder MAGA amaga con cerrar el grifo de fondos y armamento para Ucrania, para pánico de los aliados de EEUU en Europa. Su candidato a vicepresidente, J.D. Vance, dijo pocos días antes del inicio de la ofensiva militar rusa en Ucrania: "Seré sincero con ustedes, no me importa lo que le ocurra a Ucrania".

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