29 de diciembre 2025 - 10:23hs

Los farmers estadounidenses cierran un turbulento 2025 con la mirada puesta en Washington DC, el epicentro de sus mayores problemas. Este sector, aliado histórico de Donald Trump, tuvo que navegar entre las repercusiones de las guerras comerciales, las restricciones de visados y el polémico apoyo financiero a países competidores. Aunque el presidente anunció recientemente un paquete de rescate para los agricultores, el descontento aumenta en un sector que, después de tres ciclos de lealtad absoluta, empieza a sospechar que el costo de su alineamiento político superó la lógica de su supervivencia económica.

Para los productores del Midwest y otras regiones agrícolas de Estados Unidos, las políticas de la administración Trump tuvieron un impacto profundo en su economía. La combinación de nuevos aranceles, una crisis de mano de obra agravada por las restricciones migratorias y el favoritismo hacia competidores sudamericanos, se sumó a la inflación de la época de Joe Biden y está reconfigurando el ecosistema rural.

Trump anunció este mes un paquete de ayuda por 12.000 millones de dólares para rescatar a los productores de las "disrupciones en los mercados comerciales y el aumento de los costos de producción que aún afectan a los agricultores" y una importante baja de las ventas a China. Sin emabrgo, el sector interpreta la medida como una admisión tácita del daño causado por la propia Casa Blanca. Resta definir si este golpe financiero erosionará la relación con el voto rural, uno de los bloques más fieles al presidente: en las últimas elecciones, Trump se impuso allí por 40 puntos sobre Kamala Harris (69% a 29%), superando incluso sus márgenes de 2016 y 2020, según el análisis del Pew Research Center.

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Mujer posa en su casa con banderas de EEUU en pueblo rural de Alaska. AP

Guerra comercial con China pone en jaque a los exportadores de soja

El conflicto comercial con China volvió a situar a la soja en el epicentro de la tormenta, afectando a un mercado del cual los productores estadounidenses dependen para exportar la mayor parte de sus cosechas. En marzo de 2025, Pekín suspendió las licencias de importación de varios de los principales exportadores estadounidenses en represalia por los gravámenes estadounidense y los aranceles recíprocos se dispararon a cifras de tres dígitos.

Aunque un acuerdo alcanzado en octubre prometía la compra de 25 millones de toneladas métricas anuales,el alivio resultó ser mayormente simbólico. China, que antes de 2018 importaba hasta 36 millones de toneladas, diversificó sus proveedores para reducir la dependencia de EEUU, sellando contratos estratégicos con Argentina, Uruguay, Rusia y, especialmente, Brasil, el mayor exportador de soja del mundo. El impacto fue contundente: después de haber representado la mitad de todas las exportaciones de soja de EEUU en 2024, unos 12.600 millones de dólares, en septiembre pasado las compras chinas de soja estadounidense cayeron a cero.

El presidente chino Xi Jinping. China. AP
El presidente chino Xi Jinping.

El presidente chino Xi Jinping.

Además, los aranceles impuestos a países como Canadá y China, y a bienes específicos como el acero y el aluminio, se tradujeron en un aumento de los costos de tractores, cosechadoras y fertilizantes.

"Para los productores de soja, las pérdidas de mercado debido al conflicto comercial con China solo están exacerbando los problemas financieros", dijo Caleb Ragland, presidente de la Asociación Americana de Soja, ante el Congreso en octubre, y sostuvo que es "probable que una cuarta parte de la producción de soja de EEUU necesite encontrar nuevos clientes".

Trabajadores en un granja de California. AP.jpeg

Falta de mano de obra por las políticas migratorias

La falta de trabajadores agrícolas es el otro gran frente de batalla para los farmers. Aproximadamente el 42% de los trabajadores agrícolas de EEUU carecen de estatus legal, por lo que el endurecimiento de los controles migratorios y la lentitud en la tramitación de visados redujo la disponibilidad de mano de obra justo cuando los costos de producción se disparan.

Aunque el programa visados H-2A, que cubre visas temporales para trabajadores agrícolas, se presenta como una alternativa legal, sus exigencias financieras, que incluyen salarios fijados por el gobierno que duplican el mínimo federal, además de costos de vivienda y transporte, crearon una brecha de desigualdad: mientras las grandes corporaciones agroindustriales logran absorber estos gastos, las pequeñas granjas familiares, a menudo, no pueden.

Milei con Trump - 14-10-25 - AFP

Argentina en el medio del conflicto

Otra prueba de fuego por la que tuvo que pasar la lealtad del sector fue la polémica ayuda que otorgó el gobierno de Trump a Argentina, un importante competidor en exportación de soja y materia prima. En octubre de 2025, el Tesoro de EEUU. aprobó un acuerdo de intercambio de divisas de 20.000 millones de dólares con Argentina para apoyar a su presidente, Javier Milei, aliado político de Trump. La medida no fue bien recibida por los productores locales que no tardaron en cuestionar la lógica de utilizar fondos federales para fortalecer a un competidor agrícola de primer orden.

La relación se tensionó aún más cuando Trump propuso aumentar la importación de carne argentina, con el objetivo de abordar las preocupaciones por el alto costo de vida de muchos estadounidenses. Sin embargo, algunos ganaderos sostuvieron que la propuesta se trataba de "una traición abierta a los rancheros estadounidenses".

¿Hasta dónde llega la lealtad?

Donald Trump en un evento de campaña en una granja el lunes 23 de septiembre de 2024 en Smithton, Pensilvania. Habla con garmers, granjeros. AP

Durante el anuncio del rescate de 12.000 millones de dólares, financiado, según el presidente, con una "pequeña parte" de la recaudación que recibieron por los aranceles, Trump atribuyó la crisis del sector a la inflación heredada de la administración Biden.

El presidente no pareció preocupado por su popularidad entre los productores. "Como saben, a los agricultores les gusto... son gente estupenda, la columna vertebral de nuestro país", declaró Trump durante la mesa redonda, según recogió la agencia AFP. "Biden convirtió ese superávit en un déficit agrícola enorme que continúa hasta hoy, pero lo estamos reduciendo... De hecho, China está comprando una cantidad tremenda de soja", agregó.

Sin embargo, para algunos, el paquete de ayuda de la Casa Blanca podría llegar demasiado tarde. Según informó The Washington Post, unos 181 agricultores solicitaron protección por bancarrota en el primer semestre del año hasta octubre, un aumento del 60% respecto a 2024. El interrogante que hoy recorre el cinturón agrícola es si la lealtad rural, motor fundamental del trumpismo, podrá resistir el embate de una crisis financiera que no da tregua.

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