Por Blasina y Asociados, especial para El Observador
Los futuros del trigo en Chicago cerraron 2017 con su primera suba en cuatro años sin que se pueda proyectar para el nuevo año un nuevo repunte si no hay una restricción de oferta relevante en el hemisferio Norte, donde se concentra un alto porcentaje de la producción mundial del cereal.
En el mercado estadounidense, los futuros del trigo ganaron entre 4% y 5% luego de cuatro años consecutivos con números negativos.
En París, en tanto, los futuros del cereal anotaron su quinto descenso anual consecutivo, de acuerdo a los cálculos de la agencia Reuters.
Para la suba del trigo en Estados Unidos contribuyó una menor producción y un descenso del dólar, que igualmente no le devolvió competitividad al cereal de ese origen.
Uno de los principales destaques de 2017 fue la cosecha récord en Rusia, que compensó la menor producción estadounidense y australiana. Los futuros del trigo europeo sufrieron por la mayor competencia desde el Mar Negro, una cosecha que se recuperó frente al ciclo anterior y un apreciación de 14% del euro frente al dólar durante el año que terminó.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) proyecta que el ciclo 2017/2018 terminará sobre mediados de este año con stocks por 268,4 millones de toneladas, un nuevo récord, contra los 255 millones de la campaña anterior.
Si se excluye a China, que no participa casi del comercio internacional del trigo, más allá de un volumen relativamente pequeño de importaciones, las existencias cerrarán en 140,7 millones de toneladas. La campaña 2016/2017 –también excluyendo a China- terminó con stocks por 144,3 millones de toneladas.
En el hemisferio norte ya se juega el ciclo 2018/2019 con un área sembrada a nivel global marginalmente más chica que la anterior.
En EEUU volvió a caer la superficie de cultivos que cerraron 2017 con desafíos climáticos
En EEUU volvió a caer la superficie con cultivos que cerraron 2017 con algunos desafíos de orden climático. El déficit hídrico aumentó en el último mes y medio de 2017 en algunas regiones productoras, a lo que se suma una ola de muy bajas temperaturas. Esto podría generar daños por heladas en los cultivos de regiones con escasa cobertura de nieve y suelos secos.
En las primeras semanas de enero se darán reportes sobre la condición de los cultivos en algunos estados de EEUU, aunque el mercado tiende a esperar que el trigo emerja del invierno y la nieve para evaluar su condición.
En Rusia y Ucrania las condiciones climáticas han sido favorables hasta el inicio del invierno boreal por lo que hay una probabilidad relativamente importante que esa región reitere un buen nivel de producción.
En la región, los precios podrían afirmarse por encima de lo que marque el mercado internacional por la fuerte caída en la producción triguera en Brasil, a lo que se sumó una menor cosecha en Paraguay y Uruguay, con la excepción de Argentina manteniendo un nivel de oferta relativamente similar a la campaña anterior.
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