¿Cómo será recordado el 2020?

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02 de julio de 2020 a las 16:35

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Los años y los números

Algunos años quedan grabados en la memoria colectiva por estar asociados a un hecho especial. Es el caso de 1963 por el asesinato de J. F. Kennedy, el de 1969 porque el hombre llegó a la Luna, o 1989 porque cayó el Muro de Berlín, o 2001 por el atentado a las Torres Gemelas.

Otros años son recordados por una cuestión generacional: los intelectuales del ´45, los jovenes rebeldes del ´68 o la “generación 83” de militancia contra la dictadura, en aquel año de las primeras movilizaciones (1º de Mayo, Caceroleada del 25/8, Marcha de Estudiantes de primavera o Acto del Obelisco de noviembre).

Y otros años se recuerdan porque el número es el distintivo, y es el caso de los que son redondos y marcan el inicio de una década.

Puede ser los “locos años 20”, o los revolucionarios ´60, o por las dictaduras de los ´70.

Este es un año que combina ambos motivos para el recuerdo, es redondito en su número y concentra hechos históricos de la política (cambió radical de gobierno), la salud (crisis y cuidados especiales para evitar contagio), de la economía (inicio de recesión dura) y social (por distanciamiento físico obligado).

No nos olvidaremos más de este 2020.

Veamos qué pasó en otros años de esos “redondos”, de número para el recuerdo.

1930: Terra ganaba las elecciones (había recambio en el Partido Colorado tras la muerte de Batlle y Ordoñez el año anterior), el país recibía el golpe de la crac bursátil (NY-EEUU) y la celeste ganaba el primer Mundial de fútbol, estrenando el Centenario.

1940: con el mundo en guerra, Uruguay –con Baldomir como presidente- daba internación a los tripulantes del Graf Spee, en un año que terminaba de arreglarse la negociación de deuda externa.

1950: Luis Batlle (el tercer Batlle presidente) llevaba a su partido a una nueva victoria con Martínez Trueba como candidato, y la celeste levantaba la Copa del Mundo en Maracaná.

1960: el país recibía al presidente de los EE.UU. Dwight D. Eisenhower, que había tenido rol clave en Segunda Guerra Mundial y Benedetti publicaba “El país de la cola de paja”.

1970: el presidente Pachecho endurecía el combate al MLN-Tupamaros, que estaba fuerte y cumplía una de sus operaciones de mayor repercusión; la ejecución del representante norteamericano Dan Mitrione,

1980: la dictadura militar convoca a un plebiscito, abrumaba con campaña por el “Si” y ganaba el “No”.

1990: Lacalle de Herrera se convertía en el primer líder del Partido Nacional asumiendo como presidente de la República; comenzaba con un ajuste fiscal para frenar el grave déficit e implementaba reformas liberales.

2000: Jorge Batlle Ibañez seguía el camino de Lorenzo (1868), Don Pepe (1903 y 1911) y su padre, Luis (1947 y 1955) y asumía como presidente; lanzaba la Comisión para la Paz y hallaban a la nieta de Gelman, que estaba desaparecida desde 1976.

2010: un ex guerrillero asumía como presidente, José “Pepe” Mujica, la economía creía fuerte y la celeste resurgía en la Copa del Mundo de Sudáfrica; Uruguay era una fiesta.

2020: el Frente Amplio entrega el gobierno tras sufrir dura derrota, asume otro Herrera como presidente, Luis Lacalle Pou, y a los pocos días el país queda inmerso en la pandemia que obliga a parar la economía, la actividad social, los espectáculos y a usar tapabocas. Es el año del coronavirus.

Tiempo de recesión

Se fue la primera mitad del año, y aunque haya sorpresas en el segundo semestre -que nunca pueden descartarse-, ya está claro que 2020 es un tiempo de recesión.

¡En tan poco tiempo han pasado tantas cosas!

Sabíamos que para la economía iba a ser un año complejo, pero nadie podía proyectar una crisis de tal magnitud, generada por un factor sanitario.

Pasarán años y años, y ninguno de nosotros olvidará este 2020, con imágenes grabadas a fuego, la familia sentada frente a la TV  sobre las siete de la tarde esperando las conferencias de prensa, los rostros de todo el mundo con tapabocas, los saludos con codito, el alcohol en aerosol para lavar las compras, la irrupción de científicos en los medios de comunicación, las ollas populares, las calles vacías...

Uruguay mostró una salida de la crisis sanitaria más pronto de lo que se creía, pero el impacto en la economía seguirá presente, aún cuando sea improbable cruzarse con alguien que porte el aterrador virus.

Hasta ahora, las crisis económicas estaban asociadas a cracs financieros (bancarias, cambiarias o de deuda), pero ésta de 2020 tiene un origen diferente a todas las anteriores, por una recesión forzada por combate al Covid-19.

Falta el segundo acto de este año: ¿habrá más sorpresas para recordar en el tiempo?

Cómo salir

Esta semana se conocieron datos de la economía que confirman una recesión compleja (índice Líder de Ceres), las exportaciones siguen en baja, el mercado laboral está deprimido (empleo en 52%) y a punto de empeorar, y el déficit de la caja del Estado crece.

La pobreza ya había aumentado el año pasado, sin caída del PIB, y este año se agudizará. Es el tercer año consecutivo de pérdida de poder adquisito de los hogares.

Por ahora, lo bueno para recordar del 2020 es cómo Uruguay enfrentó la pandemia, con un plan que recoge elogios a nivel mundial: el país vuelve a “estar en el mapa” por algo que lo distingue.

Al 1º de julio pasaron 183 días del 2020 y ya nada puede evitar que el año sea malo en sí mismo.

Pero quedan otros 183 días, en los que se puede construir una recuperación satisfactoria, y alentar expectativas de mejora para 2021, 2022…

Quedarse de brazos cruzados es resignarse a la depresión, pero aprovechar el impulso de una salida rápida, puede poner a cada familia, a cada empresa, al Uruguay, en un camino alentador.

Y se puede; no es fácil pero se puede: el virus vino de lejos, pero la vacuna contra la depresión económica está adentro, en cada uno de los uruguayos.

En ese caso, el 2020 podrá recordarse como el año de la crisis viral, pero también como el año en que se ganó la batalla y se salió adelante. Faltan 180 días.

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