¿El 5 G perjudica a la salud?: la evidencia científica y las noticias falsas

La ciencia no confirma los efectos negativos sobre la salud que denuncian algunos medios y sobre todo grupos en redes sociales

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16 de mayo de 2019 a las 05:01

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Si se realiza una búsqueda en Google de los términos “5G” y “salud”, las cuatro primeras entradas corresponden a blogs o sitios web prácticamente desconocidos (no son grandes medios) en los que se reprodujeron supuestas noticias acerca de las consecuencias negativas para la salud que tiene el nuevo estándar de comunicación móvil 5G, que ya comenzó a instalarse en varias partes del mundo incluyendo a Uruguay.

La búsqueda siempre cambia según el perfil del usuario que la hace y según sus antecedentes a la hora de navegar en internet, entre otras variables; en mi caso aparece en quinto lugar una noticia del portal de tecnología Xataxa, que aborda el fenómeno de la fascinación de muchos ante pseudo teorías con un trasfondo de conspiración a escala global, y se centra en la última: la que rodea de misterio y supuesto peligro al 5G.

Bastan búsquedas similares en Facebook y otras redes sociales para descubrir que hay muchos adeptos a esta teoría, incluyendo grupos enteros de personas que dicen que el 5G es dañino, al tiempo que otros se encargan de sostener que la tierra es plana o que el wifi es también perjudicial para la salud.

En estas supuestas noticias y en los posteos en redes sociales hay mucha especulación pero nunca o casi nunca se mencionan estudios científicos confiables. Un canal de YouTube llamado The Fullerton Informer (con 83.000 seguidores) es una de las “fuentes” más consultadas a la hora de buscar los problemas que causaría el 5G. En ese canal se ha dicho que el estándar fue desarrollado para obligar a la vacunación obligatoria; en otros videos se abordan los peligros de usar wifi, una receta para terminar con la epidemia de cáncer en 55 minutos e incluso la “oscuridad” de Disney a partir de su película Frozen (con la participación especial del control mental a través de dibujitos e incluso de los Illuminati y de los masones). 

Es imposible adivinar qué impulsa las creencias, genuinas o manipuladas, de estas personas o grupos; lo que sí es posible a esta altura del partido es afirmar que en muchos casos no se tratan de incautos o desprevenidos los que difunden estos supuestos riesgos. Una investigación del New York Times reveló el domingo 12 que la cadena de noticias RT (de origen ruso, con presencia en varios países y emisiones en diferentes lenguajes) está difundiendo informes en los que relaciona al 5G con problemas tales como cáncer de cerebro, la infertilidad, autismo, tumor del corazón y Alzheimer, sin base en investigaciones científicas respetadas.

Esta es la leyenda que acompaña el video de RT América: “Científicos, grupos ecologistas, médicos y ciudadanos de todo el mundo hacen un llamado a todos los gobiernos para que detengan el despliegue de redes inalámbricas 5G (quinta generación) de las empresas de telecomunicaciones, a las que denominan "un experimento sobre la humanidad y el medio ambiente que se define como un delito según leyes internacionales”. La investigación ha demostrado que la radiación inalámbrica puede causar daños en el ADN, efectos neuropsiquiátricos y otros problemas de salud”.

En el video que dura casi 7 minutos, una “corresponsal” repite lo anterior, palabra por palabra, pero no cita ningún estudio o fuentes en particular, salvo una médica llamada Sharon Goldberg que se presenta como internista e investigadora.

Una búsqueda sobre este grupo de científicos lleva a diversos sitios web que suelen citarse entre ellos, con afirmaciones como la siguiente (similar a la de RT): “Más  de 180 científicos y médicos de 36 países recomiendan un retraso en el despliegue de la tecnología 5G hasta que los peligros potenciales para la salud humana y el medio ambiente hayan sido investigados por científicos independientes de la industria”.

Finalmente se llega a un PDF del año 2017 en el que se cita un sitio web llamado EMFscientists.org.

La guerra fría de las comunicaciones

Detrás del 5G hay bastante más que temores por eventuales efectos negativos sobre el ser humano; hay ante todo una guerra comercial y diplomática que enfrenta a grandes potencias (Estados Unidos por un lado, Rusia y China por el otro) en una carrera desenfrenada cuyas consecuencias son imposibles de predecir.

Mientras que en Estados Unidos RT America difundía este segmento, en Rusia el presidente Vladimir Putin ordenaba, el 20 de febrero, que se lanzaran las redes 5G en un tono muy alejado a la condena apocalíptica. "El desafío para los próximos años es organizar el acceso universal a internet de alta velocidad para comenzar a operar los sistemas de comunicación de quinta generación", dijo Putin según la agencia de noticias rusa Tass.

Analistas consultados por el periódico estadounidense coinciden en que se trata de una “guerra económica” y que, supuestas noticias como las difundidas por RT demuestran que Rusia no está bien posicionada en lo que tiene que ver con 5G por lo cual intenta desacreditar a la tecnología.

RT America ya difundió siete segmentos dedicados al tema en lo que va de 2019, el último de los cuales informa que niños que fueron expuestos a señales de torres celulares de 5G  podrían sufrir cáncer, sangrados nasales y dificultades de aprendizaje.

Los servicios de inteligencia ya habían llamado la atención sobre la cadena RT como uno de las fuentes de desinformación de las elecciones presidenciales de 2016. Se estima que los videos de la cadena promedian un millón de vistas por día. Pero no solo la cadena rusa ha priorizado este tema; son cientos los blogs y sitios web que han replicado estos y otros reportes sin fundamento científico.

En estos informes se suelen referir a las ondas de radio que usan los celulares (en particular las de las redes 5G) como “radiaciones”, un término que suele asociarse con los rayos más potentes ubicados en uno de los extremos del espectro electromagnético, como los rayos X o ultravioletas que –aplicados en grandes dosis- pueden dañar el ADN y causar cáncer.

Pero esta nueva generación de comunicación móvil opera del otro lado del espectro, en frecuencias de radio más altas, las mismas que se utilizan tanto en Rusia como en China para ciertos tratamientos médicos.

El reportaje del New York Times cita una serie de investigaciones que contradicen a quienes están alarmados por posibles consecuencias negativas de esta tecnología sobre la salud, incluyendo información que maneja oficialmente la Oficina Mundial de la Salud (OMS) de 2014. 

Entre las investigaciones se incluye un estudio de la Universidad de Cornell que explica que cuanto más altas son las frecuencias de radio que se utilizan, menos penetran en la piel del ser humano y menos logran llegar a los órganos internos.

Es cierto también que en el ámbito académico hay diferencias; la alarma sonó con fuerza en 2018, cuando un amplio estudio financiado con fondos federales mostró que las señales 2G pueden producir cáncer de cerebro en ratas. Luego los científicos descartaron que hubiera un vínculo directo con humanos, porque recibimos dosis mucho más bajas. 

Entre los que defienden a capa y espada la pseudo teoría del daño, hay sobre todo activistas y militantes que han alertado antes sobre los riesgos de otras tecnologías, incluyendo el wifi y el microondas. Sus trabajos no aparecen en revistas científicas y tienden a citarse entre ellos.

Uno de ellos fue entrevistado por RT en un informe emitido el año pasado; David O. Carpenter tiene 82 años, se graduó en Medicina por Havard en 1964 y ha publicado cientos de artículos científicos. Durante décadas ha alertado sobre los riesgos cancerígenos que derivan de vivir cerca de líneas eléctricas de alto voltaje, aunque estudios más amplios con financiamiento estatal no han corroborado sus argumentos.

Dos  científicos de la universidad de Oxford, David Robert Grimes y Dorothy V.M Bishop, publicaron un artículo meses antes de que se difundiera el informe de RT, en el que dicen que los alegatos de Carpenter han sido “desacreditados científicamente”.

 
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