Inés Guimaraens

Eduardo Mangarelli: qué lleva a un uruguayo a dejar atrás 17 años en Microsoft para ser decano en la ORT

Tras 17 años en Microsoft y a pocos días de asumir como decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Ort, Mangarelli habló sobre los desafíos del sector y las claves durante el desarrollo de su carrera

Tiempo de lectura: -'

10 de octubre de 2019 a las 05:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Eduardo Mangarelli llegó a la redacción de El Observador en una de las tardes de lo que bromeando llama su “mes sabático”: a fines de setiembre dejó Microsoft y en noviembre asumirá como decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Ort. 

Durante sus 17 años en Microsoft fue gerente general, dirigió equipos regionales y hasta hace pocos días ocupaba un cargo global desde Uruguay como principal software Engineering Lead. Era un momento “extremadamente bueno” en la empresa, donde forjó una carrera marcada por los cambios, no sólo por adaptarse a ellos, sino también por salir a buscarlos.

Más que ingeniero en sistemas, en la práctica Mangarelli ha sido -y es- un líder. Es director y mentor de Endeavor, invierte en startups y en conferencias admite su obsesión por temáticas como el cuidado del tiempo y la productividad, la búsqueda del foco y la "anatomía" de la toma de decisiones. Pocos minutos de charla bastan para percatarse de que Mangarelli reflexiona; algunas de sus respuestas denotan que lo ha hecho previamente y cuando no, se toma unos segundos y luego busca las palabras para expresarse llanamente y con franqueza.

La etapa que está a punto de empezar en el mundo académico le llegó en forma de propuesta inesperada. Ahora, una vez más, entrará en "modo aprendiz". 

Fueron 17 años en Microsoft. ¿Le costó la decisión?
Sí. Era algo que no contemplaba en mi plan de carrera. No porque lo descartase sino porque no era algo que al menos aún me hubiese puesto a pensar. Pero en el momento que me lo propusieron me pasaron dos cosas: Tenía el privilegio de estar a cargo de un equipo global desde Uruguay, algo bastante único y me siento agradecido por eso, y me aparecía esta propuesta que era algo que me motivaba, me entusiasmaba. Primero hice un proceso racional hasta que llegué a un punto en que dije 'lo que quiero hacer es esto'. Me generó motivación la responsabilidad que significa la universidad, educar, formar y el impacto que tiene en la industria, el mercado y a fin de cuentas la sociedad. Tengo muy presente mis primeras interacciones con quienes habían sido alumnos míos en la universidad y sentir que había tenido un rol en la formación de esos profesionales para mi es extremadamente gratificante. Siento que formar, compartir conocimiento y educar es una de las mejores cosas que podemos hacer para otras personas. Además, con la Universidad Ort tengo un sentido de agradecimiento muy grande, llevo más de 20 años como docente y me abrió las puertas para ser profesor en una etapa muy temprana de mi carrera. 

Cuando lo hablé con mi hija de ocho años, lo primero que me preguntó fue: ¿estarías feliz con la decisión? Me va a quedar grabado porque no fue si iba a viajar menos o si iba a estar más o menos tiempo. Fue toda una lección que la pregunta fuera referente a cómo me sentía y no a qué iba a significar para ella. Ahí ya lo tenía bastante decidido pero ese fue un factor de peso. 

Inés Guimaraens

¿Seguirá vinculado a Microsoft? 
Creo que mi vínculo con Microsoft va a ser eterno. Estos 17 años fueron mejores de lo que podía imaginar y recibí mas de lo que podía pedir. He sido afortunado de pasar por varias etapas de la empresa.

Al mismo tiempo el haber podido liderar equipos regionales y globales desde Uruguay me ha dado una experiencia desde el punto de vista de las diferencias culturales, de las barreras geográficas, de las distintas formas de trabajar. Uno puede tomar un ingeniero o alguien con un doctorado o con la misma cantidad de años de experiencia en dos países distintos y trabajan distinto, funcionan distinto.

¿Cómo se posiciona el trabajador uruguayo del sector?
Hay tres características que tenemos que nos funcionan muy bien. Son motivos por los cuales hay muchas empresas uruguayas exitosas y muchos uruguayos esparcidos por distintos lados a quienes les va bien. Una es la buena formación de base, independiente de la universidad a la que haya ido o donde haya estudiado. La segunda es la de rápidamente contemplar el mercado global. Cualquier empresa de tecnología uruguaya cuando nace tiene que pensar más allá de Uruguay, porque sino su mercado enseguida le queda chiquito. Eso hace que haya una enorme fuerza de empresas exportadoras y que te encuentres con empresas grandes exportadoras y chiquitas que también exportan y les va muy bien. Una tercera es que al estar en un país chico, en cualquier profesión estamos bastante acostumbrados a hacer de todo y somos más generalistas que especialistas. Por supuesto que hay especialistas y extraordinarios pero todos tenemos un componente de generalista. Te pongo un ejemplo bien concreto: cuando tomé la responsabilidad de la gerencia general de Uruguay, era un rol que me implicaba hacer un poco de todo, meterme al detalle en muchas cosas. Eso te genera una amplitud de conocimiento, que entiendas de comunicación, de marketing, de ventas, de servicio técnico. Eso yo creo que es un valor adicional. 

¿Hasta qué punto abarcar un poco de todo es una ventaja?
Ese generalismo parte de lo que desarrolla en uno es agilidad de aprendizaje, lo importante no es el generalismo per se, sino el músculo de la agilidad que desarrolla. Eso hace que tengas la agilidad de poder aprender, administrar y gerenciar muchos temas, que de repente en un período de tiempo tenés que enfocarte mucho en una cosa y en otro tenés que enfocarte mucho en otra. Esa agilidad estoy convencido que es un activo extremadamente importante. Si lo llevamos a los términos académicos es la capacidad de adaptarte a los cambios, que fue clave en esto de tener un rol regional, global, para poder adaptarme a distintas culturas. 

¿Cómo se lidera varios equipos a la vez con distintas culturas?
Hay un aspecto del liderazgo que se llama situacional, que refiere al líder adaptándose a las diferentes características de las personas de su equipo. No es un estilo de liderazgo para todo el equipo. Es la capacidad de entender que de repente hay una persona con la cual es mejor trabajar de tal forma; hay otra con la que es mejor trabajar de otra; y cuando empezás a entender las diferencias culturales y las propias de las personas te das cuenta que hay gente que necesita y se siente bien con que estés mas cercano a ellos y hablando todos los días; y de repente hay otras que necesitan que los dejes una semana trabajando por su cuenta y que una vez a la semana tengas una charla para ver como está o dejar que proactivamente te busquen para contarte en que están. Entender eso está vinculado a esa agilidad y adaptabilidad y es una característica muy importante del liderazgo para poder de forma efectiva interactuar con múltiples perfiles, formas de trabajo y culturas.

¿Se puede entrenar la capacidad de adaptación?
Yo siento como que es un músculo y al menos a mí me funciona verlo así. Al sentir que es un músculo pensás que la forma de desarrollarlo es forzándolo, expresado en el buen sentido. Siento que a mi me funcionó de esa forma. Siempre en mis roles busqué tener cierto aspecto de incomodidad. Buscar cosas que te exijan un poco más, forzándose a escenarios que te requieren esa flexibilidad. La adaptabilidad al cambio es algo que me inquieta respecto a la formación de mi hija que es una característica que estoy convencido que es de las habilidades más importantes. 

Hoy ves la cantidad de profesionales que estudiaron algo y se terminan desempeñando de algo que no es exactamente eso. Últimamente en mi día a día capaz el 60% de mi tiempo era el liderazgo, independiente de cuál fuese mi formación previa. No era un ingeniero de sistemas. Por supuesto que después había otro 40% que tenía que ver con el conocimiento de base sobre los temas que estaba trabajando y que alimentaba el liderazgo. 

Y el desarrollo de esta habilidad, ¿está presente a nivel educativo en el sector tecnológico?
Sí. Es un punto muy relevante. Creo que hay oportunidad para mejorar en eso. Hoy hay parte del contenido curricular que apunta a desarrollar el liderazgo, también la forma en la cual se llevan adelante los proyectos de grado que tienden a llevarse adelante en forma muy similar a como sería un proyecto real. También ahí hay habilidades de liderazgo en juego. Está en Centro de Innovación y Emprendimiento que lo que busca también es fomentar el liderazgo desde el emprendedurismo. Creo que es una de las áreas que junto con las habilidades claves hoy y más aún hacia adelante, deberíamos seguir desarrollando. 

¿Prepara a su hija para las habilidades que se van a requerir a futuro?
Tengo charlas con ella sobre lo importante que es la creatividad y adaptarse a los cambios llevándolo a un lenguaje y ejemplos que para ella puedan ser visibles. De repente me pasan cosas y trato de simplificarlas y contarle historias de qué tan importante es la creatividad para mí en el día a día, o adaptarse a los cambios o la empatía. Cuando tuve la charla con mi hija y me preguntó si me iba a hacer feliz el cambio, no en el momento, pero después le dije que la pregunta que me hizo es empatía. 

¿Qué piensa sobre la migración de talento?
No tengo números y voy a hablar más de percepción. Es una profesión que permite a los muy buenos talentos quedarse aquí. Lo puedo pensar con muchos nombres; hay una cantidad enorme de empresas extraordinariamente buenas que permiten estar trabajando acá.

En su caso, siempre trabajó en Uruguay. 
Sí, pero para no ponerme de ejemplo, uno puede ver empresas como Genexus, Tryolabs, Infocorp. Son empresas que te permiten trabajar en Uruguay en las mismas condiciones que si estuvieras trabajando en cualquier otra parte del mundo y viviendo la experiencia de estar trabajando para algunas de las empresas más grandes del mundo que desde el punto de vista profesional es importante porque te permite poner tus habilidades en práctica con los escenarios más desafiantes.

Sí hay números sobre la escasez de talento en el sector. ¿Cómo se puede afrontar?
Es parte del desafío del sector académico el formar más profesionales. Otro desafío que abre es que formar más profesionales de los que necesita la industria no quiere decir solamente formar más ingenieros. Necesitas más ingenieros, más testers, más programadores, más analistas, más expertos en base de datos. Para atender esa demanda y oportunidad, que es extraordinaria porque son trabajos de muy buena calidad, es importante entender que no necesitas que todos sean profesionales de 5 años de carrera. 

¿A qué atribuye la demanda de talento en el sector?
Por un lado a que la demanda crece, entonces uno puede decir que genera más profesionales pero sigue siendo escaso. La otra variable es que todavía seguimos teniendo un desafío de que hay ciertos sectores de estudiantes que lo siguen viendo como algo que eventualmente puede ser complicado o difícil de acceder. Sigue habiendo cierto estereotipo respecto a eso. Hoy hay una gran cantidad de iniciativas para acercar tecnología a los jóvenes. Esto puede ser un primer paso y eso transformarse en una carrera de cinco años o cuatro. Con el trabajo de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información y múltiples organizaciones creo que se ha avanzado respecto a mejorar la oferta y que sea más atractiva para estudiantes. Igual seguimos teniendo ese desafío. 

Dentro de esa falta, está también la de mujeres.
Es un desafío de la industria de tecnológica a nivel mundial. Hay iniciativas en Uruguay, en la región he participado de varias y a nivel global también, como Women in Technology, Girls in Tech, que buscan atraer al talento femenino. Creo que es algo que ha mejorado, pero si uno toma los ingresos a la universidad en las áreas tecnológicas y hace la comparación por género, la diferencia es súper clara.

¿Cómo hace para mantenerse actualizado?
Dedico un tiempo por semana. Leo mucho. Es un hábito y no un esfuerzo. Por lo general dedico entre cuatro o seis horas por semana a la lectura que tiene que ver con información. En algunos casos, cosas más técnicas, en otros cosas que hacen a otros aspectos de mi actividad profesional. Pero sí tengo ese tiempo reservado para estudiar por semana. Creo que algunos podrán dedicarle dos, otros seis u ocho pero creo es una rutina muy importante.

¿Es de hacer predicciones?
Sí y no. Creo que el futuro a mediano plazo es impredecible. Si uno dice "dentro de cinco años tal cosa", la probabilidad de equivocarse es extremadamente alta. Creo poco en eso. Pero hay que tratar de proyectar qué va a pasar en el próximo año y próximos dos años, tenés que estar siempre atento a lo que está pasando, a qué cosas están cambiando y además tener la capacidad para cambiar cuando algunas de las señales a tu alrededor te indican que las cosas no van en la dirección que creías que iban a estar. Gran cantidad de errores se cometen por no tener esa lectura de lo que está pasando en el mercado y no poder reaccionar ante los cambios. 

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.