Ramiro Pallares, con experiencia en jurados anteriores, por primera vez será su presidente.<br>

Espectáculos y Cultura > Carnaval

"Los enojos tras los fallos son parte del paisaje habitual del concurso"

Ramiro Pallares, nuevo presidente del jurado, ex periodista de carnaval, actor independiente y docente
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23 de enero de 2018 a las 05:00

El presidente del jurado del Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval tiene una serie de tareas establecidas por reglamento. Ramiro Pallares –por primera al frente de dicha función– explicó que estos cometidos son: ordenar y fiscalizar el trabajo del jurado; establecer criterios comunes en el trabajo del mismo; hacer cumplir el reglamento en todos sus términos, aplicando todas las sanciones correspondientes en los casos de incumplimiento. El presidente es, también, responsable de la comunicación del jurado con el delegado de Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay (Daecpu), con los directores de los conjuntos y con la prensa, y quien representa al cuerpo del jurado durante todas las instancias del concurso. Además lleva adelante el correcto funcionamiento del sistema utilizado para la emisión de los puntajes, así como la realización de los escrutinios. También controla el cumplimiento de los tiempos de actuación y de montaje y desmontaje entre conjuntos y, en caso que se ausente alguno de los jurados titulares, habilita al jurado que tomará su lugar. Por último tiene la potestad de suspender una etapa por razones meteorológicas o de cualquier otra índole.

¿Qué significa que le hayan dado esta responsabilidad?

Significa una instancia más de trabajo dentro de las múltiples que me ha tocado desempeñar en estos 23 años que llevo trabajando en carnaval. Es sin dudas la de mayor responsabilidad, porque implica supervisar y coordinar el trabajo de un grupo de personas sobre las cuales se depositan las expectativas de cientos de artistas y espectadores que viven el carnaval con gran pasión. Además implica la toma de decisiones en aspectos relevantes para el buen desarrollo de esta festividad tan importante en la vida de la ciudad durante el mes de febrero. A pesar de esa carga, es una responsabilidad que se puede cumplir con compromiso y trabajo en equipo. Son muchos los compañeros y compañeras que desde diferentes tareas están trabajando con gran compromiso para que todo salga bien, y eso aliviana mucho la responsabilidad de la tarea que me toca.

¿Con qué criterio se integró este equipo de jurados y qué perfil tendrá su tarea de evaluación?

El equipo de jurados de carnaval es designado por una comisión mixta integrada por representantes de la Intendencia de Montevideo y Daecpu. El objetivo central a la hora de conformar un jurado es el de contar con personas que posean formación y trayectoria profesional en los aspectos técnicos que tengan que evaluar, así como también un profundo conocimiento del carnaval y cada una de sus categorías. Se contempla la necesidad de contar con jurados experientes en la tarea, combinados con nuevas personas que comiencen a trabajar en el equipo para adquirir experiencia e ir permitiendo una renovación futura en el jurado. Es importante que se combinen miradas diversas, desde diferentes ámbitos y procedencias artísticas, pero con el punto en común del conocimiento del carnaval y el gusto profundo por el mismo. Otro aspecto que se contempla es que haya paridad de género a la hora de conformar el equipo.

¿Cómo procede el jurado para calificar en cada una de las dos ruedas iniciales y en la liguilla?

El jurado debe presenciar cada una de las actuaciones del concurso y al finalizar cada espectáculo debe emitir su puntaje en un sistema informático diseñado específicamente para el concurso. Al ingresar sus puntajes (cada uno califica dos o tres aspectos técnicos en su rubro más un puntaje que evalúa su visión global del espectáculo) el sistema emite una boleta que se firma y se guarda en un sobre. Los sobres de los siete jurados se ingresan en uno mayor que se deposita en una urna bajo candado doble. Este procedimiento se realiza durante las dos primeras ruedas. En la segunda rueda, cada jurado al emitir su calificación debe contemplar lo puntuado en la rueda anterior para arribar a una sumatoria en su rubro que determine cuáles son a su criterio los 24 conjuntos que deben ingresar a la liguilla, lo cual será resultado de la sumatoria de los puntajes de los siete jurados durante las dos primeras ruedas. Al finalizar la última actuación de la segunda rueda, el presidente del jurado ingresa con su clave al sistema para solicitar que emita los conjuntos clasificados a la liguilla (las 10 primeras murgas, cuatro comparsas, cuatro parodistas, tres humoristas y tres revistas) en orden alfabético y sin revelar los puntajes. De este modo se puede arribar a la última instancia del concurso sin saber en qué orden vienen posicionados los conjuntos clasificados. A partir de allí el sistema informático no se utiliza más (pues ya cumplió su función de dar a conocer a los clasificados a la liguilla sin conocer los puntajes) y en la última rueda los jurados emiten sus puntajes en forma manual, los cuales se colocan en sobre por rubro y por conjunto y se depositan en la urna al igual que en las ruedas anteriores. Al calificar en la tercera rueda también se deben contemplar los puntajes de las dos ruedas anteriores ya que el resultado final es la sumatoria de las tres ruedas. Es importante señalar que la labor de cada jurado es individual y confidencial. Cada jurado emite sus puntajes y establece su orden de prelación sin conocer los puntajes del resto de los o las integrantes del cuerpo. Al terminar la actuación del último conjunto en la liguilla, se procede a realizar el fallo final, en el cual se abren los sobres de las tres actuaciones de los 24 conjuntos finalistas y se realiza la sumatoria de los puntajes de los siete jurados durante las tres ruedas para arribar al resultado final.

En otras instancias se argumentó que algún jurado incidió más de lo debido en la definición por cómo calificó. O bien delegó la responsabilidad al no marcar las diferencias que eran pertinentes, ¿han considerado eso?

Una de las tareas de la presidencia es unificar criterios de trabajo y uno de los criterios principales a unificar es el del uso de las escalas de puntaje para que los niveles de incidencia de los diferentes rubros sean acordes a las proporciones de puntaje que otorga el reglamento a cada uno de los mismos. En ese sentido, en los dos concursos pasados bajo la presidencia de José Cozzo se trabajó de ese modo con buenos resultados y por ese camino comenzamos a trabajar para este año. La intención es que cada uno de los jurados tenga el peso que el reglamento prevé para su respectivo rubro, sin excederse a la hora de marcar diferencias, ni limitarse excesivamente delegando la responsabilidad a sus compañeros. Para ello es clave la conciencia de que todos forman parte de un equipo, y que el respeto de las proporciones de puntaje que asigna el reglamento y la confianza en los mismos son la base fundamental para alcanzar un buen fallo que esté acorde a lo establecido reglamentariamente.

¿Se alistan para el momento en el que, emitidos los fallos, haya un puñado de conjuntos felices (concursan 37 y salvo algún empate habrá solo cinco primeros premios) y afloren los habituales rezongos al jurado?

Creo que todos los que conocemos y queremos al carnaval sabemos que los enojos tras los fallos son parte del paisaje habitual del concurso y cualquiera que asume la tarea de juzgar sabe de antemano que serán solamente cinco los que festejen. No obstante, es fundamental que un jurado realice su labor con convicción y honestidad como forma de poder al final fundamentar cada uno de sus puntajes. En ese sentido, las instancias de devolución con las direcciones y equipos técnicos de los conjuntos son una instancia muy valiosa, pues en ellas los jurados encuentran la ocasión para fundamentar sus calificaciones entablando un diálogo franco y claro con las personas participantes. Estas instancias resultan fundamentales para construir el respeto que la labor merece, dando transparencia a la misma. En los últimos años se ha avanzado mucho en ese sentido y se ha ganado en confianza y respeto por parte de quienes participan, lo cual es fundamental para poder desempeñar la tarea de juzgar sin presiones de ningún tipo.

¿Existen instancias en las que los directores de los conjuntos e incluso algún componente puede dialogar con los jurados, previo al concurso, durante el mismo o tras el mismo?

Existe una instancia de encuentro del equipo del jurado con las direcciones de conjuntos previo al concurso, en la cual los conjuntos pueden evacuar dudas y preguntar acerca de los criterios de trabajo a emplearse. Durante el concurso quienes integran el jurado no pueden entablar diálogo con los conjuntos salvo el presidente y la presidenta alterna. Luego del concurso existe la instancia de devoluciones a la que hacíamos referencia antes.

El presidente del jurado suele estar en el foco de todos cuando hay pronósticos de mal estado del tiempo... ¿en qué fuentes se va a apoyar, solo en Inumet, es la tarea más estresante según su experiencia previa como presidente alterno, considerando que incide directamente en un aspecto clave como el económico por el gasto que los conjuntos deben realizar puntualmente el día de actuación?

Las fuentes a usar son todas las disponibles, ya que es una manera de poder tener diversos pronósticos y no solamente uno, dado que muchas veces los mismos resultan contradictorios entre sí. Evidentemente si Inumet emite una alerta roja o naranja se debe suspender la realización de la etapa ya que el Cecoed establece la suspensión de todas las actividades al aire libre. Por otra parte, la Gerencia de Festejos y Espectáculos también monitorea la situación metereológica a través de un meteorólogo de referencia que nos da un apoyo importante en estos temas, no solamente para el Teatro de Verano, si no para la gran cantidad de actividades al aire libre que se organizan desde la gerencia. Sin dudas es la tarea menos grata de la función de presidente debido a la cantidad de factores y expectativas que entran en juego, ya sea que se suspenda temprano y luego deje de llover (con las críticas que ello acarrea); o que haya que suspender en el Teatro de Verano con las implicancias que ello tiene para los conjuntos y sus gastos en traslado y maquillaje, y para el público que ya se trasladó hasta allí. Lo que es seguro es que siempre estaremos monitoreando la situación para tratar de tomar la mejor decisión en el momento del día más adecuado para tomarla, tratando de afectar la menor cantidad de intereses posible. Aunque a veces esto resulta difícil, nuestra voluntad es esa.

Hay quienes, a propósito de las diferencias entre los espectáculos que se aprecian en el Teatro de Verano y en otros escenarios, reconociendo que las infraestructuras no son las mismas, igual sostienen que habría que diseñar algún mecanismo para que las performances en los tablados al menos mínimamente incidan en el concurso... ¿qué opina de ello?

Por un lado creo que actualmente las condiciones no están dadas para una propuesta de esa naturaleza. Por otro lado, creo que es bueno que los tablados no sean un lugar de competencia, sino escenarios barriales en los que se disfrute de los espectáculos de carnaval sin las condicionantes que un concurso impondría.

Su padre es un experiente carnavalero, es periodista y fue presidente del jurado. ¿Le ha dado algún consejo? ¿Tienen previsto durante el concurso hablar solo de temas familiares y no de carnaval?

Mi gusto por el carnaval proviene directamente de mi padre. De niño yo vivencié en el Teatro de Verano su labor de presidente. Mucho de lo que yo sé del carnaval en general y de esta función en particular, lo aprendí de él. Más allá de que los tiempos han cambiado (pasaron 22 años desde su última presidencia) y que yo hoy soy un adulto con mirada propia y visiones distintas a las de mi padre, sin dudas él es un referente. Hoy en día no es necesario que me dé consejos ni experiencias pasadas pues él sabe que sé lo que piensa o lo que podría pensar en determinadas circunstancias. Y dado su rol como periodista, conservamos la distancia necesaria con los temas de carnaval, como forma de proteger esta labor que tiene mucha exposición y maneja temas de alta sensibilidad para el mundo carnavalero. Así como cuando yo era niño él no daba opiniones ni hacía comentarios para cuidar ese espacio de reserva que la tarea implica, ahora yo mantendré la misma reserva para proteger el ámbito familiar y separarlo del laboral.

El nuevo presidente

Ramiro Pallares Veiga nació el 1º de agosto de 1981, en Montevideo. Se ha desempeñado como periodista de carnaval, en labores de crítica, conducción, producción, en medios radiales, escritos y televisivos desde 1996 a 2015 (Tevé Ciudad, Radio 36, Sport 890, AM Libre, El País Digital, La Diaria). Fue jurado de textos e interpretación y de puesta en escena en el Concurso del Carnaval de las Promesas entre 2006 y 2010 y en 2013 y 2014; jurado del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Fray Bentos en 2011; y fue presidente alterno del jurado del Concurso Oficial de Carnaval en 2016 y 2017. Es actor egresado de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático, Margarita Xirgú; profesor de historia e historia del arte egresado del Instituto de Profesores Artigas; y cursa el posgrado en gestión cultural del Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República. Es asesor de la Dirección General del Departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo desde 2015, siendo el campo específico de trabajo el de Carnaval y Fiestas Populares, programas de apoyo a la actividad artística independiente y relacionamiento con descentralización y territorio; docente de historia y arte en la Escuela Nacional de Danza del SODRE, División Danza Contemporánea; docente de historia y arte en el Instituto de Actuación de Montevideo; y actor independiente.

El jurado y los rubros

El jurado que preside Ramiro Pallares se integra también con Graciela Fernández como presidenta alterna, Mónica Domínguez como secretaria administrativa y Hugo Ligrone como delegado de Daecpu. La responsabilidad de calificar la tienen: rubro 1, Voces, Arreglos Corales y Musicalidad, Jorge Caticha y Alfredo Leirós (alterno: Maorik Techeira); rubro 2, Textos e Interpretación, Raquel Diana y Fernando Schmidt (alterna: Carla Cámera); rubro 3, Puesta en Escena y Movimiento Escénico, Daniela Marotta (alterno: Ovidio Fernández); rubro 4, Coreografía y Bailes, Norma Berriolo (alterna: Paola Garabedián); y rubro 5, Vestuario, Maquillaje y Escenografía, Sandra Ríos (alterno: Ovidio Fernández).

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