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¿Por qué el 2021 aparece como otro año complicado para los hoteles?

Con una temporada que no ayuda a la recuperación, las proyecciones son negativas para el sector y la capital del país se presenta como el lugar más perjudicado

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18 de enero de 2021 a las 05:00

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Las proyecciones que tiene el sector hotelero por delante, una vez que termine la temporada, no parecen ser demasiado auspiciosas. El panorama, de acuerdo a lo que relataron algunos ejecutivos, estará entre confuso y desafiante, pero en ningún caso positivo. En este marco, los que la tienen aún más complicada son los hoteleros de Montevideo, dado que el flujo de huéspedes bajó notoriamente desde que cerraron las fronteras.

“En la medida en que los casos dentro de Uruguay fueron bajando, nos ilusionamos con que las fronteras pudieran abrirse, pero eso se esfumó cuando se anunciaron las últimas medidas”, contó el gerente de Ventas del hotel Aloft de la cadena Marriott en Montevideo, Marcos Capurro. El hecho de que la capital esté en zona roja también dificulta la llegada de posibles clientes en materia de turismo interno.
Si bien Capurro entiende que la apertura de fronteras es la gran esperanza que tiene el sector para paliar los próximos meses, reparó en que se pregunta frecuentemente “¿quién puede llegar a venir?”. 

El gerente explicó que aún hoy muchos países siguen teniendo una realidad sanitaria muy complicada, por lo que sería ilógico pensar que el sector se puede recuperar de un día para el otro. “Antes de esta nueva ola en Europa, éramos más optimistas pero ahora el panorama es muy gris”, insistió.

Dentro de Aloft, se dan reservas de personas del interior del Uruguay que deciden pasar algunos días en Montevideo con el fin de despejarse y hacer algo distinto. Esto, antes de la ola de coronavirus que está azotando al país parecía algo cada vez más frecuente pero el aumento de casos causó temor en muchos clientes, que dejaron de viajar. 

Con este argumento, el hotelero explicó que les están haciendo frente a varios obstáculos: por un lado, la falta de liquidez y el constante incentivo a que vengan más huéspedes pero, por el otro, la lucha contra un miedo generalizado que crece día tras día. 
Capurro, desde el punto de vista personal, dijo que el “gran problema” que tiene el sector es el caos sanitario que Uruguay está viviendo. “El problema es que los uruguayos no estamos haciendo caso; el problema no es de los otros, es de nosotros”, enfatizó.

Agregó que si se abrieran las fronteras hay mecanismos para mitigar el riesgo de contagio y hacer que las visitas al país sean seguras. “El caos lo tenemos a nivel local y eso también puede frenar que vengan turistas de otros países pero, por lo menos, abrís ese mínimo negocio que se puede dar”, repitió.

La reinvención

La realidad es que de momento se aspira a frenar lo más posible la llegada de personas de otros países. Sobre el entendido de que las consecuencias seguirán siendo negativas, en el horizonte aparece una luz de esperanza: la reinvención. En el caso de Aloft, Capurro dejó en claro que su tarea “es vender habitaciones y salas para reuniones”. “Estamos muy limitados, porque tenemos los permisos para eso. No tenemos mucha vuelta de hoja”, explicó.

Añadió que, por lo pronto, seguirán haciendo paquetes promocionales y beneficios para los que elijan el hotel como destino. Esto ha sido moneda corriente desde que llegó la pandemia, pero siempre implica una baja en los ingresos, lo que a la larga provoca trabajar a pérdida.

“Al 2021 lo veo tan difícil como el año pasado.Siempre trato de ser muy optimista, pero hay que ser realista porque la situación se va a poner fea”, afirmó.

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En coincidencia con lo que señaló Capurro, Agustín Maddocks, gerente general del Hilton Garden Inn sostuvo que este 2021 será “desafiante”. El aumento de casos de covid-19 provocó que el año haya comenzado “como menos lo imaginamos”, dijo Maddocks, y enfatizó que la llegada de la vacuna será crucial para la reactivación progresiva del sector.

En el caso de Hilton, que tiene tres hoteles en la capital, entendieron que en el corto plazo la actividad iría de menos a más. Sin embargo, con cerca de 1.000 casos diarios, los directivos debieron reproyectar el comienzo del año y adaptar las perspectivas a un escenario más realista, y bastante más complejo de lo que esperaban.

De igual modo, Maddocks contó que el espíritu que tiene la cadena hotelera dentro de Uruguay siempre está atado a la reinvención. Puntualizó que el objetivo es nunca alejarse de su negocio, la hotelería, pero sí ofrecer alternativas a los clientes.

Así desarrollaron un nuevo producto, WorkSpace by Hilton, diseñado especialmente para cuando el trabajo remoto necesita de una conectividad a internet simétrica de alta velocidad, para una presentación de negocio por medio de una plataforma virtual. Maddocks agregó que esta iniciativa también se concentra en aquellas oficinas que no tienen el espacio suficiente y necesitan hacer reuniones virtuales con varios colaboradores presentes. “Convierte nuestra habitación en una oficina con todos los beneficios de un huésped en el hotel, accediendo a gimnasio, piscina, estacionamiento, roomservices y descuentos especiales”, explicó.

Otra de las líneas que desarrollaron desde Hilton, fueron los eventos híbridos, que permitieron seguir ofreciendo propuestas de almuerzos de trabajo a domicilio o en el salón del hotel. Además, se adaptaron protocolos especiales para las personas que tienen estadías prolongadas o permanentes.

Oxígeno estatal

Tanto Capurro como Maddocks sostuvieron que un factor fundamental que puede llegar a cambiar un poco las proyecciones es qué tanto oxigeno se logre con algunas medidas que se plantearon a las autoridades. 

Estas se centran, sobre todo, en aspectos tributarios que permitan disminuir la salida de dinero que se va en impuestos. De acuerdo a lo que contaron, esto se viene charlando con la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur) y con la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (AHRU), pero resta saber cuál será la respuesta de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM).

El novel director de Turismo de la IMM, Fernando Amado, comentó que a los cuatro días de haber asumido la nueva administración, mantuvieron una reunión con una delegación de AHRU, en donde también estuvo presente la intendenta Carolina Cosse.

En el encuentro, se acordó analizar la posibilidad de liberar algunas cargas tributarias, para paliar el hecho de que muchas empresas del sector tenían ingresos cero. 

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Los hoteleros hicieron hincapié en que la contribución inmobiliaria era el impuesto que más “dolores de cabeza” les causaba y plantearon la posibilidad de que se aplicara algún descuento. Si bien no se habló de períodos concretos, podría llevarse adelante “hasta que la situación se normalizara”, de acuerdo con lo que contó Amado.

Luego de algunos encuentros, en los que Cosse y Amado analizaron la propuesta, se concedió al sector el pedido que hizo el pasado 30 de noviembre. 

La medida estaba planteada para aliviar los meses de verano, dado que todo indicaba que la situación sanitaria de Uruguay podía mejorar. 
A sabiendas de que eso no pasó, las autoridades municipales mantendrán en los próximos días otras reuniones con el sector “para tener una mirada más completa de lo que está pasando”, afirmó Amado.

Si bien se puede dar más aire desde el punto de vista tributario, siempre y cuando la administración actual lo encuentre factible, el jerarca recalcó que actualmente “no hay planes concretos” para incentivar la llegada de más huéspedes a los hoteles. Explicó que el espíritu de la IMM es tratar de salvaguardar lo más que se pueda la salud de los uruguayos, y entienden que el movimiento de personas puede afectar negativamente este propósito. “Sería un mensaje contradictorio al que da la intendencia, que es un mensaje de enorme preocupación con lo que está pasando”, repitió.

Si bien la intendencia tenía algunos proyectos, debió aplazarlos porque el aumento de casos impide que se lleven a la práctica. 
Amado contó que están tratando de potenciar que más montevideanos elijan su propia ciudad para hacer turismo. 

“Estamos trabajando en cosas importantes vinculadas a eso para cuando el coronavirus nos dé tregua”, contó. Por su parte, Marina Cantera, presidenta de Camtur, comentó que están trabajando en varias líneas para alentar una reactivación. 

Contó que hay un diálogo permanente con las intendencias para evaluar posibles descuentos en los tributos. Además, están analizando créditos para el sector, con el objetivo de generar liquidez que permita afrontar un año un poco menos duro.

De igual modo, recalcó que “sin lugar a dudas el destino que está pasando peor es Montevideo”.  Esto ya venía desde antes, porque se notaba una caída en la demanda, lo que provocó una rebaja en los precios.

La costa semana a semana

En los balnearios se respira otro aire, con un poco más de optimismo. Si bien el cierre de fronteras no permitió la llegada de turistas a las playas, ha habido un flujo importante de uruguayos, y esto puede generar un colchón de dinero que sostenga al sector en el corto plazo.
Entre los hoteles que reabrieron sus puertas en los últimos meses se encuentra Enjoy Punta del Este, que lo hizo el 11 de diciembre.

“Estamos yendo día a día y semana a semana. Somos optimistas en que las cosas pueden mejorar, pero es algo que no está pasando”, contó el director de Hotel y RRPP de Enjoy, Javier Azcurra.

El 95% de los clientes del hotel, provienen del exterior y el público uruguayo nunca fue un objetivo para la empresa. Con estos elementos, el directorio del hotel sabía que se enfrentaba a una temporada imprevisible, algo que dejará consecuencias para el resto de 2021.

Azcurra dijo que la gran salvación fue la reinvención y la rebaja considerable de precios, para brindar estadías de calidad pero accesibles. Así es que vienen lanzando beneficios que son exclusivos para los uruguayos junto a propuestas alternativas, que permitan el disfrute y el cuidado de la salud.

El director comentó que tienen claro que durante algunos meses seguirán “trabajando a pérdida”. Este es uno de los mayores desafíos del hotel, lo que implica ser “muy eficientes” en la gestión a nivel general. “Era un riesgo que teníamos correr”, asumió Azcurra.

Al igual que el resto de sus colegas, agregó que cuando volvieron a abrir las puertas –luego de meses de reuniones para tratar de mitigar el riesgo económico– pensaban que irían de “menos a más”. Sin embargo, la realidad jugó sus cartas y, por lo pronto, el panorama no es para nada alentador.

Azcurra adelantó que, para los próximos meses, los planes seguirán siendo incentivar al turista uruguayo a hospedarse en el hotel, pero hizo especial hincapié que en la empresa se proyectan “semana a semana”. “Nos juntamos todos los lunes para revisar cómo fue la semana anterior y qué se puede esperar de los próximos días”, dijo.

Por otra parte, la receptividad de los uruguayos ha sido muy buena, de acuerdo con lo que contó el director. Agregó que muchos no conocían la propuesta de la empresa y aprovecharon la baja de precios para quedarse algunos días.  “Están aprovechando para descubrirnos y muchas parejas están viniendo por fines de semana”, dijo Azcurra.

Aclaró que no es que el hotel esté lleno, pero sí hay una buena respuesta por parte de los clientes, incluso de personas del interior del país que no eran un público objetivo. 

La otra pandemia y el tiro de gracia que dio el coronavirus
Marina Cantera estuvo de acuerdo con el resto de los empresarios y agregó que hay un factor que representa “otra pandemia”: la informalidad. 
Esto es algo contra lo que se viene luchando desde hace algunos años, pero en estos momentos de crisis se acentúa porque la demanda es muy escasa. La directiva puso como ejemplo que la competencia también es feroz, porque a través de plataformas se pueden rentar casas o apartamentos por día, algo que termina afectando al sector hotelero.
Esto es algo que complica aun más la llegada de huéspedes, porque la oferta es variada y en esas plataformas se encuentra un gran abanico de precios.  Esta es otra razón por la cual el sector ha tendido que bajar las tarifas, conforme al paso del tiempo. “Este tema de la pandemia fue como un tiro de gracia”, explicó Cantera. 
Agregó que es muy difícil pensar en el corto plazo como algo prometedor.  Si bien la temporada no terminó, los números de reserva son magros y eso impide que se pueda pensar en una liquidez suficiente para surfear el resto de los meses. 
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