¿Por qué el servicio de internet móvil va a mejorar notoriamente?

En agosto de 2017, el Poder Ejecutivo había subastado tres bloques de bajo espectro que compró la española Movistar y otros dos que adquirió la mexicana Claro. En tanto, se había reservado una porción de cuatro bloques para Antel.

Inicialmente estaba previsto que los operadores pudieran usufructuar la banda a partir del 28 de marzo de este año. Pero dada la demora que tuvo Cablevisión (empresa del grupo Clarín) para terminar de migrar sus usuarios de UHF codificado (alta frecuencia) a tecnología satelital se colocó como plazo final el jueves 11 de julio de este año.

Las mediciones realizadas por funcionarios de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec) constataron el viernes por la mañana que la empresa de televisión por cable apagó sus emisiones en UHF. También la semana anterior un apagado programado de los servicios realizado en horas de la madrugada permitió comprobar que la banda está limpia y sin interferencias.

¿Qué implica para las telefónicas?

Para las compañías de telefonía que prestan servicios en Uruguay, disponer de estos nuevos bloques implica poder mejorar sus servicios de banda ancha móvil de cuarta generación (4G) cuya tecnología dominante es LTE.

“Esto te cambia radicalmente la red, porque van a tener mucho más capacidad y alcance”, dijo a El Observador el director de la Ursec Nicolás Cendoya. Cuanto más baja es la frecuencia mayor es el radio de cobertura que puede alcanzar una antena.

La mexicana Claro había señalado que la compra de los nuevos bloques le otorgaría un mayor radio de cobertura sobre la infraestructura ya instalada, tanto al aire libre como en zonas interiores. Por ejemplo, los usuarios se beneficiarán con mejor señal en lugares escondidos como sótanos.

También Movistar había señalado que la inversión en estos bloques busca potenciar la capacidad de datos móviles y cobertura 4G en todo el país.

En el caso de Antel, se había informado que los nuevos bloques se utilizarán para mejorar los servicios ya existentes, y para extender a áreas suburbanas y rurales la prestación de servicios que hoy se brindan, pero de una manera más eficiente.

La banda de 700 MHz resulta especialmente atractiva para su utilización en zonas rurales, donde no se requiere capacidad, pero sí cobertura. Esto permite importantes ahorros en los costos de los despliegues, en zonas rurales de bajas densidades de población. También permitirá mejorar la conectividad en lugares donde la aglomeración de personas suele resentir los servicios, como por ejemplo eventos deportivos y otros espectáculos.

Dos de las tres operadoras habilitadas en el país ya comunicaron a la Ursec el listado de las radiobases que emplearán. En algunos casos ya están instaladas y en otras en vías de instalarse.

Una vez que el regulador notifique  que se liberó la banda (se prevé que sea el próximo miércoles 17) se podrá desplegar tecnología en la banda de 700 Mhz. A partir de ese momento también comenzará a correr el plazo de uso de las frecuencias que es de 20 años.

Servicios 5G

Por otro lado, el Poder Ejecutivo planea realizar en el correr de este año una nueva subasta de espacio para que las compañías telefónicas puedan proveer internet móvil de mejor calidad e incorporar servicios nuevos, como la tecnología 5G, según había informado el semanario Búsqueda a comienzo de año. Al igual que en licitaciones anteriores se reservarán bloques para Antel.

La telefónica estatal Antel anunció en abril pasado la incorporación a su plan comercial de la tecnología 5G para Uruguay, en conjunto con la firma Nokia. La cobertura abarca en una primera etapa la zona de la Barra de Maldonado y la localidad de Nueva Palmira en Colonia. Las primeras radio bases ya están operativas y brindando el servicio. 

La tecnología 5G permitirá no solo optimizar la conexión de los smartphones, sino también interactuar con robots, drones y automóviles a distancia, mejorará los streaming de música y video, favorecerá a los wearables y hasta a los sensores inteligentes que se instalen en las ciudades para controlar el tráfico o los niveles de contaminación.