El difícil momento que atraviesa la selección nacional y sobre todo, la forma en que perdió los partidos ante Argentina y Brasil por las Eliminatorias para el Mundial de Catar 2022 en la que se vio vapuleada futbolística, física y anímicamente, llevaron a que en la jornada de este viernes, el Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) evaluara qué pasos dar respecto a la conducción técnica del Maestro Óscar Tabárez.
El entrenador celeste tiene hoy una espalda muy ancha debido a sus 15 años y medio ininterrumpidos al frente de la celeste con la que lleva 219 encuentros dirigidos -contando su primera incursión como DT de Uruguay-, pero no siempre ha sido así.
Poco tiempo después de haber sido elegido como entrenador de la selección uruguaya bajo la presidencia de Eugenio Figueredo en marzo de 2006 y de dirigir su primer encuentro en su vuelta, el 21 de mayo de ese año en la victoria por 1-0 a Irlanda del Norte en Nueva Jersey, Estados Unidos, con un gol de Fabián “Lolo” Estoyanoff, llegó la Copa América de Venezuela 2007.
En ese lapso, la AUF había cambiado de presidente y se había hecho cargo de la misma José Luis Corbo.
Tabárez llegó con 12 partidos a esa Copa América de Venezuela 2007, todos amistosos, que si se suman a los 34 de su primer pasaje por la celeste, llegaban a 46, muy lejos de los 219 de hoy.
Por eso la espalda ancha con la que cuenta por estos días el Maestro, no era tal en aquella Copa.
Uruguay comenzó jugando muy mal y perdiendo por goleada ante Perú por 3-0. Tabárez hizo cuatro cambios para el segundo encuentro que fue victoria por 1-0 a Bolivia. Para cerrar el grupo, empató 0-0 en un mal partido ante Venezuela.
En ese lapso de fines de junio y principios de julio de 2007, el entonces presidente de la AUF, José Luis Corbo, le pidió una reunión a Tabárez en plena Copa América.
Tanto él como sus compañeros neutrales se mostraban nerviosos por el rendimiento que había exhibido el combinado nacional.
Esa fue la primera advertencia y la primera vez que Tabárez, en su segundo ciclo, estuvo a punto de ser cesado de la selección.
“Como presidente de la AUF, hablé con el técnico para ver qué explicaciones que me daba por los resultados y por el rendimiento, y las medidas que podría tomar para tratar de mejorar esos resultados. Me parecía que era un deber”, explicó este viernes el propio Corbo a Referí.
Sin que eso implicara que el dirigente tuviera que intervenir desde punto de vista técnico, considera que “es una obligación y responsabilidad del presidente de la AUF hablar con el entrenador”.
Corbo reconoció que fue “una conversación en términos respetuosos” y que Tabárez le dio “sus explicaciones y cuáles eran las medidas que podía tomar en el futuro. Había un estado de opinión no muy favorable de parte de un sector de la prensa.
Y añadió: “Recuerdo que hice mucha fuerza para que empataran Perú y Bolivia en la última fecha del grupo, para que Uruguay pudiera clasificar como mejor tercero, y así fue. Empataron 2-2 y clasificamos”.
Para Corbo “es imprescindible poder hablar, es elemental que exista esa fluidez comunicacional, esa relación permanente entre unos y otros, sobre todo entre el presidente de la AUF y el técnico que en definitiva es un funcionario de la misma”.
Luego de ese episodio, Uruguay llegó a semifinales y perdió ante Brasil en la definición por penales cuando el Canario Pablo García -quien si convertía, llevaba a la celeste a la final- marró su remate que dio en el palo. El equipo de Tabárez terminó cuarto tras perder el tercer puesto contra México.
A esa altura, Corbo se había vuelto ya a Montevideo, ya que regresó por temas personales.
No obstante, al final del torneo se dio un hecho inédito. El Chino Álvaro Recoba fue uno de los ideólogos de contratar un chárter para volver antes a Montevideo.
Entonces, además del Chino, viajaron en ese avión los futbolistas Darío Rodríguez, Carlos Valdez, Diego Godín -quien en esa Copa jugó sus partidos 12 y 13 en la selección (hoy es el futbolista récord celeste con 151), Walter Gargano, Ignacio González, Carlos Diogo, Maximiliano Pereira, Diego Pérez, Cristian “Cebolla” Rodríguez, Fabián Estoyanoff, Pablo García, Vicente Sánchez, y Fabián Canobbio.
El Maestro Tabárez, su cuerpo técnico y los dirigentes, viajaron junto a Fabián Carini, Juan Castillo, Diego Lugano, Andrés Scotti, Jorge Fucile y Gonzalo Vargas, llegando horas más tarde.
El Loco Sebastián Abreu, no se animó a subirse al chárter y viajó en otro avión de línea. Es decir que llegaron en tres grupos diferentes.
Recuerda Corbo: “Después de la Copa hubo una mala relación con los jugadores porque Tabárez vino por un lado y los jugadores por otro, además de caso de Abreu. Llegaron por tres vías distintas”. A su vez, Diego Forlán fue directamente hacia España ya que iba a ser presentado en Atlético de Madrid.
Luego de eso, Recoba, Darío Rodríguez, Diogo, Estoyanoff y Canobbio, parte de los que viajaron en aquel chárter, no jugaron nunca más en la selección.
Corbo, asimismo, habló de los dichos de Tabárez luego de la derrota contra Argentina por 3-0 el pasado domingo cuando expresó “hay que cerrar todos los esfínteres, principalmente la boca”.
“Yo no hubiera permitido muchas de las cosas que han trascendido públicamente, todo tiene un límite. Las pasadas manifestaciones, el hablar irónicamente de la palabra esfínter, no son buenas ni hacen bien porque generan más brecha”, expresó.
Y agregó: “Uno tiene que tratar de aunar esfuerzos con un objetivo común. No se debe pasar de algunos límites, no solo por el bien personal, sino por el bien común. Son declaraciones infelices y lo noté en sus últimas actitudes con la prensa y en general, más cuando uno ha sido docente. Me ha dolido mucho, hasta por él mismo. Le ha hecho mal a la sociedad, creó más brechas de que las que está viviendo el país en los distintos niveles. Soy respetuoso del periodismo, y no entendí ese ataque. Me duele esto porque fui participe”.
Luego de aquel episodio de 2007, Tabárez vivió otros dos momentos difíciles al frente de la celeste con los dirigentes.
En marzo de 2010, cuando Sebastián Bauzá era presidente de la AUF, el entrenador renunció a coordinación de selecciones y quedó en una especie de stand by hasta el Mundial de Sudáfrica.
De marzo a julio, el Maestro se quedó dirigiendo solo a la selección mayor, e institucionalmente en la AUF y en el trato con él, se vivieron momentos difíciles.
El último de los episodios se dio luego de la pobrísima participación de Uruguay en la Copa América Centenario en Estados Unidos 2016.
Tras perder con México y Venezuela, quedó eliminado en la fase de grupos, venciendo solo a Jamaica.
El entonces presidente de la AUF, Wilmar Valdez, en esa ocasión no se reunió con Tabárez, pero mantuvo una reunión cumbre con los futbolistas.
Allí les consultó qué pensaban del camino a tomar, si estaban de acuerdo en que continuara Tabárez al frente del combinado y el grupo respondió afirmativamente. Si los jugadores le hubieran bajado el pulgar, habría sido su adiós. No obstante, aquella aprobación llevó a que el Maestro continúe en su cargo hasta el día de hoy.
Luego de la reunión de los neutrales de la AUF de este viernes, los dirigentes seguirán en sesión permanente durante el fin de semana y existe la posibilidad de que el Maestro continúe al frente del grupo, pero los partidos contra Argentina y Bolivia -en La Paz- serán decisivos para ver si se toma la determinación de cesarlo cuando solo quedarán cuatro encuentros para llegar o no al Mundial de Catar 2022.
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