Leonardo Carreño

Analogías de una coalición, 20 años después

La gestación de la coalición que en 1999 permitió a Batlle alcanzar la Presidencia con el apoyo de los blancos presenta muchas coincidencias con la actual

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03 de noviembre de 2019 a las 05:00

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"Ahora la alternativa no es entre colores partidarios o divisas, la verdadera disyuntiva es entre cambio o la continuidad de una política que ha fracasado”. La frase la podía haber dicho Luis Lacalle Pou este domingo 27, llamando al cambio. Pero la dijo Tabaré Vázquez el 31 de octubre de 1999, en la noche en que los resultados electorales lo transformaron en competidor de Jorge Batlle en el balotaje que se celebraría ese 28 de noviembre.

Por primera vez se ponía en marcha la segunda vuelta luego de la reforma constitucional aprobada en 1996, y el escenario presentaba muchas similitudes con la actual coyuntura. Vázquez como candidato por el lema Encuentro Progresista (EP) quedó en primer lugar de las elecciones nacionales con el 39% de los votos (el FA consiguió este 2019 39,2%), Jorge Batlle obtuvo el 31,7% (el Partido Nacional sacó ahora 28,6%), Lacalle Herrera quedó en tercer lugar con el 21,5% (ahora el Partido Colorado obtuvo 12,3% y se sumó Cabildo Abierto con el 10,9%), y el Nuevo Espacio obtuvo el 4,4%.

La coalición en su conjunto, llegaba a 55 diputados en 99 y 18 senadores en 31. En la legislatura que comienza en febrero la oposición sumada tendrá 17 senadores en 31 y 56 diputados en 99, si se agregan al Partido Independiente y al Partido de la Gente.

Pero las similitudes entre aquel noviembre de 20 años atrás y éste son muchas más. 

Al igual que el colorado Ernesto Talvi anunció que se tomaría unas horas para procesar los datos, en 1999 los blancos pidieron una pausa antes de iniciar formalmente las negociaciones y no hubo foto de socios en la noche electoral.

Batlle lanzó esa misma noche un discurso conciliador y despartidizado: “Al balotaje vamos a llegar con tranquilidad y serenidad, mirando hacia las fronteras del país (…) a todas las colectividades”, e invitó “a todos los uruguayos a cobijarse bajo la bandera uruguaya”.

Tras reconocer el tercer lugar Lacalle Herrera dijo que los blancos actuarían con “sentido nacional y generoso”, pero el apoyo explícito y el anuncio de hacer campaña por el colorado tardó algunos días más.

Primero anunciaron que elaborarían una serie de propuestas para presentárselas a su futuro socio, dos días después de la elección Batlle visitó a Lacalle en su casa de Carrasco–a pedido del primero-, y convinieron crear un grupo integrado por dirigentes de los dos partidos.

Así como ahora se habla de postergar el reparto de cargos, en aquel momento se informaba de que las conversaciones no involucran el “reparto de cargos” de un eventual gobierno de coalición.

Pero hay más similitudes. Tabaré Vázquez le pidió una reunión a los blancos y destacó las “enormes coincidencias” del programa del Encuentro Progresista con el Partido Nacional. “Es más factible la posibilidad de acuerdo entre el Partido Nacional y el Encuentro que con el Partido Colorado”, dijo Vázquez, según informó el martes 9 de noviembre El Observador

Como si hubiera estudiado la historia, en sus primeras salidas luego de las elecciones, Martínez afirmó que se iba a reunir con Talvi. En entrevista con Telemundo destacó este martes que “hay más coincidencias entre los programas del Frente Amplio y del Partido Colorado que entre el Colorado y el Partido Nacional”.

Finalmente, la tapa de El Observador del 10 de noviembre informaba que el Partido Nacional convocó a votar por Jorge Batlle y esa edición concluía el acuerdo programático de nueve carillas que llegó algo más tarde que las 13 carillas del documento que en este 2019 se conoció cuatro días después de la votación.

Leonardo Carreño

El documento que selló el pacto histórico blanquicolorado incluía, entre otras propuestas: la defensa del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, comprometiendo un país libre de la inflación; alivio de la carga tributaria generando ahorros con el gasto estatal; ley marco de negociación salarial; reducción hasta la supresión de las sobretasas del Impuesto a las Retribuciones Personales; mejora salarial para docentes, policías y militares; fórmulas para atender situaciones regidas por el sistema anterior de la ley de AFAPS como la de trabajadores mayores de 50; disminución de tarifas públicas para los sectores productivos; reforma de la legislación orgánica policial y revisión de legislación penal; y fortalecer el presupuesto de la educación que alcance 4,5% del PIB.

Era la primera vez que los blancos eran llamados a votar por un Batlle y frente a la resistencia que podía surgir en la militancia, Lacalle recorrió el país pidiendo el voto como un “mandato”. “Votar en blanco es una forma de egoísmo, de indeferencia respecto al destino del país”, decía el expresidente.

Archivo El Observador

A partir del 15 de noviembre la campaña se tornó virulenta y se dio una fuerte confrontación entre el candidato oficialista y el opositor, y el tema casi exclusivo fue la propuesta del EP de crear el IRPF. Batlle anunciaba que la reforma tributaria afectaría a la clase media. “El que tiene menos va a pagar más y el que tiene más se va a escapar”, alertaba.

El EP difundió entonces un spot con la imagen de Batlle y un sobreimpreso que decía “Mienten”. La respuesta colorada llegó en apenas unas horas: “Yo no miento, siempre digo la verdad”, expresó Batlle en otro aviso.

Archivo El Observador

El cruce entre candidatos siguió hasta el final de la campaña: Vázquez anunció en conferencia de prensa que el programa acordado generaría un déficit de US$ 1.400 millones y llevaría al gobierno a aplicar un shock fiscal. 

Archivo El Observador

El camino al balotaje también tuvo un intento de debate, pero sin ley obligatoria –como hay ahora- se frustró. Las negociaciones llevadas adelante por Alejandro Atchugarry (en nombre de Batlle) y Gonzalo Fernández (por Vázquez) fracasaron “acerca de la fecha de celebración, estructura y modo de ejecución de la referida polémica”, informó entonces Atchugarry.
Un acuerdo de 35 meses

El 29 de noviembre Batlle celebró el triunfo con banderas de Uruguay y se comprometió a llevar  adelante “un gobierno que tendrá que contar con la participación activa de toda la ciudadanía”. En su discurso le agradeció especialmente a Lacalle por haber encarnado “el espíritu de Wilson Ferreira Aldunate” y poner “por encima de los partidos el destino de la patria”.

El final conocido es que el gobierno de coalición que comenzó bien se vino a pique 35 meses después luego que la crisis que estalló en 2002 se topó con un gobierno debilitado. 

Tras tomar la decisión, Lacalle declaró a El Observador que la ruptura venía gestándose desde hacia tiempo. “La relación la vació de contenido el propio presidente”, dijo y explicó que dejaban los cinco ministerios que ocupaban los blancos pero no los entes que integran “por Constitución, no por favor de nadie”, en alusión a que como minoría ocupaban un rol de contralor.

Los blancos le pasaron factura a Batlle por no haber incluido en la coalición la conducción de la política económica, y no haber “concretado las más necesarias reformas institucionales” ni haber “encarado con firmeza el camino del desarrollo productivo”.

Finalmente, los ministros de Trabajo, Álvaro Alonso; Vivienda, Carlos Cat; Educación, Antonio Mercader; Deportes, Jaime Trobo; e Industrias, Sergio Abreu, abandonaron los cargos. 

El 51,59% de los votos obtuvo Jorge Batlle (Partido Colorado) en el balotaje del 28 de noviembre, frente a Tabaré Vázquez (Encuentro Progresista) que fue votado por el 44.07%.

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