Argentina: más problemas en el corto plazo y una luz después de la tormenta

Para Elizondo en el corto plazo hay muy alta probabilidad de que se mantengan los desequilibrios económicos en el país vecino ("la pandemia no ayuda porque exige gasto público), un contexto político muy convulsionado y postergación de soluciones "porque este gobierno no tiene liderazgo".

El especialista argentino entiende que ya se está dando una nueva discusión que va a ser más fuerte más adelante y que se basa en una molestia por parte de los actores "internacionalistas porque los proteccionistas les imponen cargas; de los competitivos porque el Estado los grava con altos impuestos; de los dinámicos porque el sobreregulacionismo les impide innovar".

En el mediano plazo, la hipótesis esperable, según Elizondo, es que se termine dando un ajuste macroeconómico y un cambio de basamento por agotamiento y exigencia de la realidad. "Todas las crisis son sostenibles mientras haya un recurso que las pueda financiar. Argentina es un país con mucha capacidad de financiar errores. Siempre los errores se pagan barato. Pero eso que permitió soportar los errores se está agotando. Creo que vamos a un ajuste macroeconómico", estimó Elizondo, quien es director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI) y columnista en el diario La Nación.

También considera que la crisis producirá un desgaste de liderazgos y la irrupción de otros líderes con nuevos apoyos, que hoy están escondidos de la política.

"Hay élites intelectuales que hoy están ocultas, que están empezando a aparecer. Hay sectores económicos competitivos que están empezando a organizarse. Está esbozándose alguna reacción. Los individuos son una reserva para la recuperación. Tienen mucha capacidad pero también un problema para generar agenda colectiva. Es posible que haya un cacheteo al individualismo de aquellos a los que no le va mal pero han despreciado lo público", expresó.

Para Elizondo, ya se está generando un fenómeno al que llama espacios públicos no gubernamentales -integrados por alianzas entre empresas, universidades, , formadores de recursos humanos y lideres sociales- que lleva a pensar que en el mediano plazo se podría generar otro modelo.

La parte de la sociedad más competitiva e innovadora está agobiada por la mitad prevalente que genera un modelo que va a fracasar no por convicción si no por realidad.

Estrategia versus táctica

En política internacional a Argentina le hablan de estrategia pero el país responde con táctica, apunta Elizondo, debido a que el impacto de sus desequilibrios solo le deja ver el corto plazo,

"Cuando países como Uruguay o Brasil llaman a Argentina a pensar una estrategia de un nuevo Mercosur, Argentina responde diciendo: tengo que resolver el corto plazo, qué me hablan de dentro de diez o quince años, si conviene un acuerdo con UE, bajar aranceles o flexibilizar el Mercosur; espérenme, yo en este contexto grave y del día a día difícil, no puedo pensar en el largo plazo", plantea como primer gran dificultad.

Otro elemento importante par entender las respuestas argentinas es la diferencia de influencia entre los internacionalistas y los proteccionistas.  Elizondo subrayó que hay "varias Argentinas". Por un lado están los sectores internacionalistas (Agro, alimentos, servicios basados en el conocimiento) y por otro están los proteccionistas (industria manufacturera industrial tradicional). En materia internacional, los proteccionistas prevalecen: "son más hábiles en la influencia en la agenda pública; es un problema del cual estamos sufriendo el efecto".

Elizondo advierte que Argentina es una economía desacoplada del escenario internacional, lo que provoca "una distancia tecnológica que termina influyendo en una política mucho más autonomista y autarquista en materia internacional".

El especialista destaca que la internacionalización también se ve complicada por distorsiones como "el estatismo que genera sobreregulación, la altísima presión fiscal, inflación por financiamiento espúreo del déficit de presupuesto".