Pasaron ya más de 12 horas desde que la histórica farmacia Atahualpa, ubicada en las esquina de Millán y Reyes, dejó de existir. El inesperado derrumbe del icónico negocio del Prado tomó por sorpresa a sus dueños y vecinos.
Este martes, desde temprano, un grupo de arquitectos y obreros trabajan en el lugar quitando escombros que se desparraman por la vereda y tratan de detectar las causas del derrumbe.
La escena es de caos. Las góndolas, todavía armadas con los productos, están tapadas por vigas enormes y cables que cuelgan de algún lugar, porque techo ya no hay.
Como consecuencia del derrumbe y los trabajos que allí se realizan, el tránsito está complicado en la zona, en especial sobre Millán donde ya se registraron algunos choques menores esta mañana.
La imagen tétrica y triste de la farmacia es lo que sigue captando la atención de los peatones que pasan por allí para tomar fotos o simplemente quedarse mirando.
"Qué increíble ser noticia por esto", dice una mujer casi que indignada cuando entra al kiosco Mar-se, pegado al edificio de la farmacia.
Mariana, que atiende el comercio, recuerda que eran las 19:45 horas cuando sintió una "explosión" y luego "gente que gritaba".
"Me hice toda la película. Pensé que había ocurrido un choque entre dos autos y que los conductores se estaban peleando. También pensé que hubo una explosión porque se veía humo. Cuando vi que el muro de la farmacia estaba caído pensé que había ocurrido una explosión", contó.
En la farmacia había cuatro personas y ninguna salió herida. Mariana contó que, al hablar con ellos, le dijeron que el cajero vio que la pared se estaba rajando y avisó a sus compañeros para que abandonaran el lugar porque se iba a derrumbar. "Fue un segundo, nada", dice.
"Estaba en casa cuando me llama la encargada para decirme que la farmacia se había derrumbado. Cuando me dijo eso pensé que se había caído un pedazo de techo o había roto algún vidrio. Nunca me imaginé esto. Parece que hubiera ocurrido un atentado, que alguien hubiera puesto una bomba", contó a El Observador Diego Faccio, director de farmacia.
Para Faccio, el derrumbe casi que no tiene explicación. Si bien es cierto que se trata de un edificio antiguo, con cerca de 200 años, el mismo fue reciclado desde el momento en que su familia lo adquirió hace ya casi dos décadas y nunca presentó fallas como para sospechar que pudiera ser un derrumbe.
El edificio es considerado Patrimonio desde ese entonces, por lo que dentro de sus instalaciones también se alojaba un museo abierto al público. Para la suerte de los propietarios, esta fue la única parte que se salvó del derrumbe y a única que no estaba cubierta por el seguro, dijo Faccio.
"Andá a saber cuánto tiempo demoran en levantar todo eso. Es una pérdida. Esta es la farmacia del barrio", concluyó Mariana.
A pesar del derrumbe, la farmacia Atahualpa continuará funcionando en la zona pero un local distinto, ubicado al lado del supermercado Tienda Inglesa que está sobre la calle Luis Alberto de Herrera. Faccio dijo que desde este martes se está atendiendo al público en dicho local pero a través del teléfono de contacto que la farmacia tuvo siempre.
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