En el tercer episodio del podcast Medioscrum hablamos con Felipe Berchesi, apertura de Los Teros.
Este podcast lo auspician
-Scotiabank Sponsor Oficial de los Teros en el Campeonato Mundial de Rugby Japón 2019.
-Y Sevel, para su nueva camioneta Ram 2500 Laramie, la máxima potencia cargada de lujo.
Felipe Berchesi llega en un buen momento al Mundial. Con 28 años está ya asentado en Europa, en el duro Federale 1, tercera división francesa, con un equipo que pelea por el ascenso. Viene con falta de rugby por una operación de costilla, a la que luego se agregó un desgarro que le impidió estar en los últimos dos partido previos al Mundial. Pero con otra madurez respecto a 2015, está contento con la preparación. Y hasta acepta su nuevo rol: mucho más centrado en ataque que en la defensa, al punto que el plan de juego de Meneses implica moverlo de puesto en defensa para no exponerlo tanto físicamente. Para él, un fanático del tackle -algo raro en un apertura- es casi un insulto, pero entiende el motivo: los DT lo quieren fresco en ataque, para que haga la diferencia en un esquema donde el 10 es muy protagonista, no solo lanzando el juego sino involucrándose físicamente.
A continuación, los detalles más salientes de una charla a puro rugby con el Apertura de Los Teros, Felipe Berchesi
Esta previa la vivo como un niño de 12 años. Hace años no tenía tantas ganas y alegría de venir a entrenar. Nunca me hubiese imaginado tener la posibilidad de jugar dos mundiales, con lo que implica el nivel del rugby hoy en día.
En todos los años en Francia nunca tuve un staff como éste de Los Teros. Pero además el estadio, que ahora es sintético, el gimnasio... El rugby uruguayo ha crecido y nos han dado muchas herramientas para crecer en lo físico. Están los PF uruguayos pero también los ingleses que nos han potenciado. En los tests estamos igual o mejor que Inglaterra en 2015. Eso es un aliento para lo que viene ahora.
La diferencia es que esta preparación duró dos meses y los superofesionales entrenan así desde que tienen 15 años. Ahí es donde nos sacan la diferencia, aunque hoy Uruguay con el profesionalismo lo está achicando.
La vez pasada era un contexto diferente. El solo hecho de clasificar era el objetivo, y en cada partido la meta era ver qué podíamos hacer. Nos sorprendimos de cómo nos pudimos plantar. Cuatro años después llegamos con las cartas en la mano. Al Mundial pasado fuimos a ver por cuánto perdíamos, hoy vamos a proponer juego, nos tenemos fe, vamos a jugar de igual a igual a todo el mundo y a ver si podemos traer un resultado
Nosotros sabemos que es una serie durísima. Fiji durante muchos años fue muy desordenado pero ahora tienen un entrenador inglés que los ordenó mucho. Georgia llega muy bien, le hizo un partidazo a Escocia.
Nosotros ponemos el objetivo en los dos primeros partidos. La gente no espera que le hagamos un buen partido a Fiji porque nos comimos 60 en noviembre. Mejor.
Con Georgia, si llegas a competir en el scrum y el maul, los podemos complicar con cómo movemos la pelota.
Capaz que en noviembre nos confundimos al jugar de igual a igual a Fiji. Nos desgastamos mucho, no podíamos avanzar, nos quemamos las piernas los primeros 20 minutos y después nos lastimaron.
Hay que esconder la pelota. El juego con el pie es traicionero, tiene que ser a disputar, las pelotas al fondo son las que ellos quieren. Las que jugamos al touch tiene que irse por 10 metros, porque si no te juegan rápido.
Hay que sacarle el ritmo a la pelota, manejar el ritmo nosotros, no perder pelotas y hacerlos dudar, porque eso lo lleva a apostar a arrestos individuales.
Fiji nos complica porque necesitamos dos jugadores para bajarlos, porque juegan mucho al offload. En cambio Georgia apuesta mucho al 1 contra 1, que nos favorece. Nos tenemos fe ahí. Si podemos tener buen scrum line y maul, al menos conseguir nuestras pelotas, le podemos plantear dificultades si plasmamos nuestro juego.
Hoy tenemos un equipo mucho más organizado. Antes teníamos un sistema, creíamos que jugábamos a algo pero no estaban tan claros los objetivos en cada sector de la cancha. Jugábamos más en base a arrestos individuales. Mirando el Mundial pasado tuvimos varias oportunidades que nos supimos aprovechar, quizás porque yo tenía 24 años y era el conductor, Hoy llego con 28 años y varias temporadas en el profesionalismo.
Antes me ponía más contento si tackleaba todo el partido que lo que hacía en ataque. Tuve muchas charlas con los entrenadores, y de hecho ahora estoy jugando de wing ciego en el line. Había dicho que el día que me pasara eso nunca mas jugaba al rugby... (risas), pero ellos quieren que me desgaste menos en defensa para tener más lucidez en el ataque. Y no me parece mal. Argentina lo hace con Nico Sánchez que es un toro tackleando. Siempre me molestó pero ahora llego con más madurez. No me molesta, significa que puedo conducir mejor al equipo.
En las primeras dos fases no porque mi rol es más de pasador, para lanzar, pero después si, la idea es atacar la línea. Por eso está bueno tener más piernas, más lucidez.
Desde el momento que me fui el sueño era volver a jugar en mi club. El problema más grande del rugby uruguayo hasta ahora era que para ser profesional había que ir a Europa. Y el mercado europeo se ha cerrado muchísimo,están limitando la cantidad de extranjeros, era casi imposible, mismo yo la tuve muy difícil para conseguir equipos afuera. World Rugby dijo basta, y empezaron a abrir el continente americano. Y ahora las franquicias sudamericanas, que van a ser muy importantes para Uruguay y por la región. Espero que contagie a la gente para seguir creciendo. Con la poca cantidad de jugadores que tenemos hay mucha calidad, si sumamos más jugadores no tenemos límite.
El proyecto está enfocado en darle competencia a los jugadores que están en sus clubes, meterlos en el sistema y darle su entorno profesional. Me encantaria ser parte en unos años, por qué no terminar mi carrera acá, pero creo que hoy no es la situación ideal para volver
Ir a un estadio y que toda la ciudad esté ahí, siguiendo al equipo, nunca lo había pensado,. Todos están al tanto, las madres, las abuelas. Hoy juego en Dax que tiene 40 mil habitantes. Son pueblos que generan una cultura rugbistica.
Es un rugby muy friccionado. Hoy es más dinámico, pero se basa mucho en los forwards, hay que tener un buen scrum, un buen pack y un buen pateador para hacer los puntos.
Este año el equipo se armó bien, la idea es ascender. Los que vamos al Mundial nos perdemos ocho fechas, no están nada contentos en el club. La gente se piensa que los clubes están encantados con que nosotros vayamos al Mundial pero es al revés porque no te tienen durante tres meses. Le pagan a un tipo para que juegue y no está. Pasamos tres meses con un sistema de juego, llegás allá y es otro idioma, otro sistema de juego, nos pasa muchas veces al revés de cuando venimos a jugar con la selección un partido definitorio.
Yo, porque soy un competidor, y hasta jugando a las cartas me caliento, me iría conforme con por lo menos un partido ganado. Pero en el Mundial pasado perdimos por 50 puntos y me fui contento porque el equipo dejó todo. Si puedo jugar igual a igual, con eso me quedo contento.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá