El Real Madrid cumplió su objetivo en Alemania. El cuadro de Carlo Ancelotti derrotó 1-0 al Leipzig, por el encuentro de ida por los octavos de final de la UEFA Champions League en el Red Bull Arena, en un duelo donde la polémica fue protagonista por un grosero error arbitral, que anuló un gol completamente legal al conjunto alemán en el inicio. Brahim Díaz, a través de un golazo, marcó para la visita.
Al minuto de juego, tras un corner del Leipzig que Lunin despejó de puños, el balón cayó en la puerta del área capturada por Schlager que metió el centro y lo remató de cabeza Sesko. Sin embargo, el juez de línea levantó el banderín sancionando posición adelantada, que no existió. Por ende, el colegiado principal recibió el llamado del VAR y el tanto no subió al marcador, pero el offside era inexistente. Finalemente, lo que se cobró fue una falta, un empujoncito de Henrichs a Lunin, que tampoco se vió.
El Real Madrid entró mal al partido, estaba incómodo con la presión del equipo alemán y le costaba salir jugando desde atrás como suele hacer. El Leipzig fue dueño de las ocasiones más claras del principio del cotejo ante un Madrid despistado, inseguro, sin agresividad y un rival ordenado, intenso y vertical.
Sin embago, mejoró ligeramente en el tramo final de la primera parte y se acomodó un poco en el desarrollo. El Real Madrid tuvo unos primeros 45 minutos flojos en líneas generales, donde sufrió atrás con demasiados errores, imprecisiones en los pases y perdiendo duelos ante un Leipizig más enchufado y peligroso.
Le faltó profundidad en el juego y en los avances, no encontró espacios para correr ni acciones para desequilibrar. No obstante, todo lo oscuro y los puntos negativos que se vieron en la primera parte, lo quitó Brahim Díaz con un golazo nama más empezar la segunda parte: el español recibió sobre la dereche, giró ante la marca y empezó a enganchar para su pierna hábil mientras acumulaba rivales y sacó un bombazo al segundo palo para dictaminar el 1-0 y celebrar como su compañero Bellingham.
La reacción del Leipizig ante el gol fue rápida y buscó a lo largo de la segunda parte el tanto que le de el empate, pero Lunin estaba tan inspirado como Brahim Díaz. El arquero dio un recital de atajadas, seguridad bajo palos, dominio del juego aéreo y anticipación para salir a cortar balones. Sin dudas, una actuación que le dará confianza de cara al futuro.
Con el resultado a favor y crecido en confianza, el Madrid se juntó atrás para así tener más opciones de salir al contragolpe. Pudo hacer el segundo tanto en un robo de Fede Valverde que terminó en un remate algo forzado de Rodrygo. En ese momento, los de Ancelotti ya eran un equipo más intenso, agresivo y vertical.
A su vez, el elenco español tuvo acciones para ampliar el resultado, pero le faltó claridad y puntería. La parte negativa del resultado para el Madrid fue que Brahim no pudo acabar el partido por una molestia física. En la recta final el Leipzig buscó más y el Madrid supo sufrir, pero pudo aguantar y se llevó un importante resultado en un estadio dificil y encamina la clasificación a cuartos de final de la UEFA Champions League.
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