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Brasil 2019, el trampolín de Gabriel Jesús para vestirse de héroe

El delantero, que fue cuestionado por su pobre papel en el Mundial de Rusia 2018 y por no marcar goles con la selección, se levantó de sus cenizas y es campeón
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07 de julio de 2019 a las 21:48

Lo crucificaron por su mal papel en el Mundial de Rusia 2018 y lo criticaron por no tener goles de la selección. Pero Gabriel Jesús resucitó para darle redención a Brasil en la final de la CopaAmérica 2019, aunque tuvo que entregar su vida para ello.

En el templo del Maracaná, el atacante del Manchester City salió para redimir las almas que buscaban alcanzar el paraíso. Asistió y anotó y fue el Nazareno que sacó a la canarinha de un Vía Crucis de 12 años sin ganar este torneo.

Apoyándose en la banda derecha de Dani Alves, Jesús entró con majestad por el camino de palmas y encontró al apóstol Everton en el segundo palo, listo para anotar el primero para Brasil y enviar al confesionario al portero Gallese.

Y estaría allí luego cuando el peruano Renato Tapia perdió la pelota con Firmino, que mandó para Arthur mientras el zaguero Zambrano resbalaba. Jesús recibió en posición de 9, allí donde aprendió a jugar en el Palmeiras, y llevó a Brasil al cielo del campeón.

Fue decisivo en la creación de ataque y desequilibrio. Sin embargo el Salvador de Brasil terminó dando su vida por el equipo.

Tal vez el exceso de adrenalina por darle el triunfo a su país también le hizo ir fuerte al encuentro de Yotún a los 31 minutos y luego chocar con Zambrano a los 70, acumulando dos amarillas y ganándose la expulsión.

A esta altura del encuentro, Jesús pintaba para ser el jugador destacado de la definición de la Copa América cuando vio la segunda amarilla por un peligroso choque con un defensor de Perú (la primera fue a los 30’) y estalló de furia. Había realizado 35 toques, dio 15 pases con 73% de efectividad y generó tres situaciones de gol.

Se fue haciendo el gesto típico de robo y golpeando el monitor del VAR antes de descender a las duchas. 

Tras el tercer gol de Brasil, de penal de Richarlison, todo estaba consumado. Brasil campeón y Gabriel resucitó de los vestuarios para celebrar.

La redención de Jesús 

Tite resolvió contar con él como titular recién al tercer partido de fase de grupos, precisamente contra Perú, cuando vencieron 5-0, aunque el atacante de 22 años falló el penal que pudo ser el sexto tanto.

Era el único del equipo de delanteros que no anotaba durante el juego. Alineó después ante Paraguay, en donde vencieron por penales, y fue en semifinales de Argentina donde convirtió el agua en vino.

El 3 de julio, en el estadio Mineirao se libró una batalla sin cuartel. La canarinha de Tite tuvo la redención del delantero que abrió el marcador a los 19 minutos y luego habilitaría a los 71 minutos a Roberto Firmino para el segundo tanto. Sus milagros estaban de vuelta, cuando más lo necesitaban.

Borraba así un pasado complicado para él. Fue miembro del equipo de Brasil que fue a Rusia 2018 y su actuación no tuvo destaque, algo por lo que fue criticado. Él era consciente de eso.

Pero Tite, pese a las críticas y abucheos de la tribuna, siguió apostando por él por la banda derecha, y aprovechando su capacidad para atacar también como centrodelantero. El DT necesitaba de atacantes sólidos, ante la baja de Neymar por lesión.

“Busqué mi evolución profesional, como jugador siempre la busqué. Después de lo que pasó en la Copa del Mundo pasé un momento complicado, no estaba bien, no jugaba mucho. Luego conversé con mi familia, con las personas que están en el día a día conmigo, me ayudaron bastante”, dijo. 

Gabriel Jesús contó que buscó un preparador físico, porque quería más. “Dejé claro que tenía que mejorar mi media de finalización, que dentro de un juego era bajo, tenía juegos que salía sin finalizar. Eso cambió bastante y entreno mucho, ya sea en el City o en la selección”, contó antes de enfrentar a Argentina.

Vayan viendo... 

El futbolista de la selección brasileña fue vicampeón mundial sub 20 en 2015 y ganó el oro olímpico en Río de Janeiro 2016. En enero de 2017 llegó a Europa y, pese a una lesión en el pie que le mantuvo tres meses inactivo nada más aterrizar, completó un final de temporada y un curso 2017-2018 muy notable.

Su velocidad, su movilidad y sus goles sedujeron al exigente técnico español del City, Pep Guardiola, que no tuvo reparos en darle la plaza de 9 en detrimento del argentino Sergio Agüero, máximo goleador histórico de los Citizens y toda una institución en el club.

A sus 22 años, el delantero brasileño Gabriel Jesús tiene la verdad en sus manos, siguiendo su filosofía de vida, sacada de la canción “La vida es desafío” del grupo de hip-hop brasileño Racionais MC’s que dice: “Siempre fui un soñador, eso es lo que me mantiene vivo, de niño mi sueño era ser jugador de fútbol, vayan viendo...”.

AFP

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