"Hoy no ves estufas, hoy ves calefones", comentó una comerciante de un servicio técnico de electrodomésticos. Un hombre entró cargando su calefón a un service ubicado en el barrio Malvín, en Montevideo. Lo compró hace seis meses y se le rompió la resistencia, según le dijeron. No pagó nada porque tenía la garantía vigente. Otra pareja estaba en la puerta esperando a que les devuelvan su calefón: lo llevaron al mismo lugar hace una semana, pero se les volvió a romper la resistencia. Lo habían comprado hace un mes. Otra señora compró uno nuevo hace dos meses y la semana pasada empezó a sentir corriente eléctrica y optó por llevarlo a arreglar.
Y así puede continuar la seguidilla de personas que entran y salen acarreando sus calefones rotos, según dijeron, por la salinidad del agua de OSE. Los empleados del service están "hasta las manos" de trabajo: los viernes, los sábados y los lunes hay fila de clientes esperando para dejar el artefacto para arreglar o para llevárselo reparado. Este martes no había fila, pero el movimiento de clientes era constante.
A Fabián, el dueño del service, no le gusta mostrar la cantidad de calefones apilados que esperan a ser arreglados. En la puerta había 41, pero en el taller, en el fondo del predio, hay "muchos" más. En otro service particular están recibiendo entre siete y ocho termotanques por día para reparar y tienen una demora de una semana.
Algunos clientes esperaron tres días desde que dejaron el calefón hasta que lo pudieron ir a buscar, otros una semana. "La semana pasada había terrible fila acá", contó el hombre que llevó el calefón por segunda vez en una semana al servicio de la marca Bronx. "Hoy quedé asombrado porque no había nadie. El viernes había una cola larga", agregó otro cliente.
La mayoría de los problemas reportados es que dejaron de funcionar las resistencias de cobre, coincidieron los técnicos de los services consultados por El Observador. En el service de Malvín tienen cajones de tierra y arena negra que sacaron de los calefones que arreglaron en los últimos días. "Eso sale del agua y queda adherido. Es lo que estamos sacando de adentro de los calefones", dijo un empleado. Una comerciante de un service del centro dijo que al quitar la resistencia sale "mugre del agua, que es impresionante, tierra y arena".
Y eso causó otro problema: por la alta demanda, los importadores aumentaron los precios de las resistencias que se comenzaron a aplicar también a la venta al público. El comerciante Mario Arismendi, dedicado también al rubro de los electrodomésticos, dijo a El Observador que hay problemas para conseguir resistencias en el mercado y que no está consiguiendo de algunas marcas como Bronx o Temp. "Las de Bronx llega en partidas limitadas. El arreglo va entre los $ 2.500 y $ 4.000", explicó.
En un service particular del centro de Montevideo, ubicado en la calle Colonia, una resistencia de cobre salía entre $ 620 y $ 650 hace unos meses, pero ahora cuesta el doble, entre $ 1.200 y $ 1.250. El comercio no tenía disponibles para la venta al público, porque las que importaron las están utilizando para brindar el servicio de arreglo de calefones, tanto presencial como a domicilio.
En el service de la marca Bronx, en Malvín, también notaron la suba del precio de la importación. Una empleada contó que el lote valía 4 mil euros y ahora la empresa paga unos 12 mil euros por todo el servicio –la compra de las resistencias y el traslado hacia Uruguay–. En general, ese repuesto se compra en Turquía, Italia o China. Antes lo hacíamos en el momento, ahora demoramos tres o cuatro días porque también hay que esperar los aviones con la importación. Los barcos vienen cada tres meses", contó una empleada.
Si el calefón no tiene garantía, el servicio para recambiar la resistencia sale $ 1.990 en ese lugar. El cliente no tiene por qué tener la boleta, sino que el artefacto debe tener el sticker con la fecha de fabricación y, en general, la garantía es de un año. En un service particular –es decir, que no es oficial de las marcas–, el recambio de la resistencia puede variar entre $ 1.800 y $ 2.500. "Estamos dando fecha de una semana para arreglar un calefón, eso nunca se vio. Antes se arreglaba de un día para el otro. Si lo traen lo hacemos más rápido, pero a domicilio demora más", comentó la comerciante.
El 1º de junio Búsqueda publicó que durante mayo se incrementó un 50% la cantidad de servicios técnicos que se solicitan a la empresa James. De hecho, unas 30 camionetas del servicio técnico de James salen a diario para socorrer la demanda por fallas en los calentadores de agua. Según publicó el semanario se atienden unos 200 reclamos por día, cuando lo habitual eran 40. El Observador intentó comunicarse con la empresa para esta nota, pero declinaron de hacer declaraciones.
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