China, Uruguay y los motores de la economía

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07 de enero de 2021 a las 14:16

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La economía uruguaya perdió fuerza en sus motores a partir de 2015 y ahora no tiene potencia para retomar crecimiento; su principal socio comercial, la China comunista, toma medidas para no perder ritmo y atraer más inversión extranjera. Eso es lo que precisa Uruguay, cuando el consumo privado está acotado por baja del ingreso real y el gasto público está acotado por el plan de abatir el déficit y encauzar la deuda pública. En China se habla de “la circulación dual” y justo de eso te quiero hablar en esta entrega de Rincón & Misiones.

China abre el año con un llamado a la inversión privada extranjera. La República Popular China está gobernada por el Partido Comunista de ese país, que este año cumple 100 años.

Para Uruguay, no es un país cualquiera: desde 2013 China ha sido, cada año, el principal destino de las exportaciones uruguayas; en 2020, las compras de ese gran país asiático representaron 27% del total, seguido por Brasil (14%), Unión Europea (14%), Estados Unidos (7%), Argentina (5%) y México (3%).

En mayo, China anunció que ajustaría su economía a una “circulación dual”, lo que, en principio, generó confusión entre analistas, porque se interpretó como un posible cierre de su mercado.

Aquel anuncio fue definido como "tomar el mercado interno como pilar principal”, aunque también se indicó que “al mismo tiempo” eso permitiría que “los mercados internos y externos se impulsen mutuamente".

La expresión "circulación dual" adquirió carácter de novedad, pero eso iba en línea con los objetivos declarados por China en 2008, en medio de aquella crisis financiera mundial. Si el mundo estaba muy revuelto, era momento de activar movimiento económico doméstico.

De alguna forma, esa “circulación dual” alude a los motores de la economía o a los componentes de demanda. El Producto Interno Bruto (PIB) no crece por casualidad: el PIB es igual a la suma de Consumo Privado, Gasto Público, Inversión privada, Inversión estatal y el saldo neto entre Exportaciones e Importaciones.

China ve que el mercado internacional está complicado y alude a dar más impulso al consumo interno, pero a la vez redobla su apuesta a la captación de inversión de extranjeros.

El 28 de diciembre, China emitió una declaración de aliento a la inversión extranjera, para lo cual la “Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma” y el Ministerio de Comercio emitieron un catálogo con más sectores a incluir en los beneficios.

EFE

Los sectores con incentivo a inversión extranjera aumentaron 10% y se ubica en 127 casos, y además se amplió la cobertura en otros 88 sectores. Entre los sectores añadidos están la fabricación de dispositivos de ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea), servicios de educación en línea y tecnologías de telecomunicación móvil 5G.

El presidente de China, ​Xi Jinping, subrayó la importancia del 2021 porque se celebrarán los 100 años del Partido Comunista (PCCh), y porque el gobierno “formulará e implementará el XIV Plan Quinquenal” hasta 2025.

¿Cómo está Uruguay en materia de factores de demanda para el crecimiento?

La actualización de las Cuentas Nacionales mostró que la economía uruguaya era más grande de lo que se computaba, y que las tasas de variación de PIB de los últimos años fueron peores que lo que reflejaban las estadísticas. Esa revisión trae datos nuevos desde 2016 por lo que no incluye el año de tasa más baja del período reciente, que fue 2015, con casi 0,4%. Viendo lo ocurrido con la revisión de 2016-2018, es muy probable que 2015 haya sido negativo.

La actualización de estadística muestra que hubo recesión en 2017 (abril-junio a octubre-diciembre) y también en el período más reciente (octubre-diciembre 2019 a abril-junio 2020). Y si fuera revisado, probablemente también en 2015.

O sea que los motores, o factores de demanda, vienen sin fuerza.

Veamos cómo fue por ese lado.

Tras la recesión iniciada a fines de 1998, la economía uruguaya comenzó a levantar en la primavera de 2003 con el impulso de dos factores: inversión pública y exportaciones.

El Consumo Familiar fue motor fuerte desde 2005 hasta 2014, con un año que fue más suave justo en 2009, pero con tasas altas en cada ejercicio.

La inversión privada estuvo fuerte desde 2004-2008, y tras una caída importante en 2009, fue fuerte en 2010-2012. Luego dio leve suba en 2013 aunque ese año comenzó a caer, lo que se mantuvo hasta ahora, aunque, en los últimos meses, se hizo sentir la inversión de UPM2.

La inversión estatal fue motor relevante en 2003-2009, en 2013-2014 y en 2016.

Las exportaciones tiraron de la locomotora entre 2003 a 2012, y también en 2017.

¿Y ahora por dónde crecer?

El consumo privado está afectado por la pérdida de poder de compra de las familias, que es fuerte ahora, pero la caída no empezó con la pandemia. El ingreso de los hogares dio caídas en términos reales de 1,7% en 2018, de 2,4% en 2019 y de 7,4% en enero-octubre de 2020. No hay perspectivas de mejoras en los salarios, ni en las pasividades, ni tampoco en facturación de trabajadores autónomos ni de empresarios que trabajan e sus propios negocios

El gasto público y la inversión estatal están determinados por la necesidad de ordenar las cuentas fiscales y abatir el déficit.

Las exportaciones aparecen con proyección de aumento, tras la caída de 2020, aunque eso también enfrenta restricciones de demanda por un mundo que seguirá afectado por el coronavirus en este 2021.

La inversión privada es otra vez el motor que precisa la economía uruguaya para arrastrar la demanda, aunque eso no es sencillo ni se decreta; está claro que el gobierno quiere promoverle, pero no alcanza con voluntad ni con mostrarse amigable con el extranjero.

Los orientales asiáticos ven que la economía mundial anda mal y apuntan al consumo doméstico.

Los orientales del río Uruguay saben que el consumo familiar está golpeado, que el gasto público está con freno y que el motor que queda, es de la inversión privada, y seguramente extranjera.

La pandemia concentra la atención de las autoridades por el cuidado a la salud; mientras que el cuidado de la economía exige acciones concretas para generar condiciones proinversión, que justamente es lo que había propuesto el gobierno.

El crecimiento de los próximos años será fuerte si hay motor para ello, y eso aparece vinculado a las posibilidades de atraer inversiones.

Soy Nelson Fernández, periodista y analista económico, columnista de El Observador. Hasta aquí esta nueva entrega de Rincón y Misiones, la newsletter exclusiva para suscriptores Member de El Observador, para entender mejor la realidad económica y los temas que tocan nuestro bolsillo, y contar con mejor información para tomar decisiones.

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