Una de mis pasiones es tratar de entender cómo se construyen los equipos de alto desempeño. Quizá sea porque trabajando en IBM, desde muy joven, sentí la responsabilidad de entregar proyectos de tecnología grandes en tiempos muy acotados y donde fallar implicaba graves consecuencias para la empresa y para mí. Y no había otra forma de lograrlo si no era trabajando en equipo.
¿Qué es un equipo de alto desempeño?
En mis primeros pasos pensé que lo único importante era lograr los resultados, pero a medida que pasaba el tiempo, entendí que las personas son la base de los resultados y que, por lo tanto, para lograr los resultados en forma sostenible, las personas tienen que sentirse bien al mismo tiempo. Un equipo de alto desempeño para mí, y para Xn, es un equipo que logra resultados extraordinarios en forma sistemática y, al mismo tiempo, hace que las personas se sientan satisfechas y orgullosas de ser parte de algo más grande, la dos cosas a la vez.
El modelo de seis dimensiones
En Xn hemos desarrollado un modelo de seis dimensiones para que las personas en las empresas no solo puedan entender lo que es un equipo de alto desempeño, sino que puedan seguir un método, paso a paso, para llevar su equipo al siguiente nivel. El modelo pone un foco importante en entregar resultados, porque es una parte fundamental de los equipos de alto desempeño, pero los resultados no alcanzan. La forma en la cual se logran los resultados es igual de importante. Los comportamientos de las personas son tan importantes como los resultados.
El ejemplo de los All Blacks
En este contexto debo admitir que no me llamó la atención la decisión que tomaron los All Blacks cuando dejaron a Mark Telea—una de sus estrellas— fuera del partido de cuartos de final del mundial de Rugby contra Irlanda por no cumplir alguna de sus reglas disciplinarias. Es claro que esto no es algo puntual, ha sido así por mucho tiempo, tal y como se describe en el libro “El Legado”. Jugadores técnicamente brillantes nunca llegaron a ser un All Black por no cumplir con los 15 principios fundamentales.
Está claro que los All Blacks no miran solo los resultados, sino también los comportamientos de las personas y toman decisiones duras con esto, como dejar a un excelente jugador fuera de un partido clave. Alguna persona puede cuestionar si esta es la mejor decisión. Quizá las estadísticas ayuden a entenderlo mejor. Desde 1903 hasta el 2021 este equipo ha ganado el 77,12% de los encuentros. En 120 años han ganado 3 de 4 partidos, Nada mal, ¿cierto?
La Selección Argentina en el mundial
En el pasado mundial de fútbol Argentina salió campeón. Vale la pena observar también algunos comportamientos de los jugadores. Por ejemplo, cuando perdieron el primer partido contra Arabia Saudita, los periodistas esparaban a los jugadores a la salida del vestuario para acribillarlos a preguntas duras y difíciles. Hubiese sido muy fácil echarle la culpa al director técnico o a algún jugador, pero ninguno dijo nada. Se comportaron como un bloque. Estoy seguro de que en la interna del equipo tuvieron discusiones y, de hecho, hicieron cambios importantes en el siguiente partido. Pero los trapitos sucios se lavan en casa, dentro del equipo. Hacia afuera, fueron un bloque.
Mientras esto ocurría con Argentina, otros equipos, incluyendo el nuestro, cuando algún partido no salió según lo esperado, volaron misiles de un lado al otro.
“Proyecto Artistóteles” de Google: la importancia de la colaboración
Hay varios estudios estadísticos que muestran que los comportamientos afectan el resultado final en los equipos. Por ejemplo, Google siguió a 180 equipos por dos años y encontró que la capacidad de colaborar es más importante que la superioridad técnica individual. A este estudio lo llamó “Proyecto Aristóteles”, pues decía que “el todo es mayor que la suma de las partes”. Y la colaboración se da cuando ningún miembro del equipo destruye la seguridad psicológica de sus colegas. Por ejemplo, no hay nadie que ataque a un colega cuando se equivoca o no sabe cómo hacer algo.
Muchas veces me preguntan “¿Qué debo hacer cuando tengo una persona brillante técnicamente en mi equipo, pero que tiene problemas disciplinarios o de actitud?”. Lo primero que hay que hacer es conversar en forma clara, sin rodeos, para poner el problema arriba de la mesa, tratar de entender las razones y buscar la forma de resolverlo. Pero si el problema persiste, lo que hay que hacer es tomar decisiones.
En resumen, liderar equipos de alto desempeño no se trata solo de alcanzar resultados extraordinarios, sino de forjar un ambiente donde cada miembro se sienta satisfecho y orgulloso de ser parte de algo + grande. Tomando como referencia los ejemplos anteriores, reafirmamos que la disciplina y la capacidad de colaboración son componentes fundamentales en los equipos altamente efectivos.
Espero que estas reflexiones y estadísticas sirvan para comprender que los resultados no son lo único a considerar si lo que se quiere crear es un equipo de alto desempeño.