Cómo procesar el "viaje emocional" que acarrea un cambio

¿Cómo se lleva adelante entonces esa transformación interna para encarar el cambio? Noya alude al poder del pensamiento que permite generar un momento de reflexión para no dejarse arrastrar por las emociones, pero sobre todo subraya la necesidad de tomar conciencia de lo que está ocurriendo y saber que es un proceso.

Los talleres y conferencias que imparte Xn sobre cómo procesar los cambios han sido de los más demandados tras la aparición del covid-19 que "dejó en evidencia que precisamos más capacidad de adaptabilidad". Es más, una de las guías de consejos prácticos que publicó la consultora recientemente se titula Adaptarse al cambio es la única opción. Y ahora, junto a El Observador, organizará un conversatorio sobre cómo utilizar nuestras capacidades para transitar este proceso.

Noya subraya que al ser seres humanos no hay forma de evitar que se dispare lo emocional al principio. Habla de una curva que se inicia con la negación a la que le siguen otras emociones como el enojo y el miedo. "El enojo es una reacción humana, generalmente es contra alguien que no sos vos. Probablemente empieces a sentir miedo, que es algo muy importante como seres humanos. Nos protege. Que sientas miedo está bien. Hay que entenderlo y procesarlo", explicó,

En una gráfica que representara el proceso de cambio uno de los ejes sería el tiempo, y el otro la energía emocional. El punto más bajo es el que está signado por la apatía y la confusión. "Después llega el momento en que tu energía emocional no es alta, no estás entusiasmado pero lo aceptas. La aceptación es interesante. Ahí es cuando realmente te preguntas qué hacer con esto", aportó el experto.

Desde otro punto de vista, la curva del cambio empieza por "el final de la situación anterior", sigue con una zona neutral de mucha incertidumbre, y la última fase es un nuevo comienzo.

"La aceptación es el primer paso hacia el nuevo comienzo. Las personas no nos resistimos a los cambios sino a la sensación de pérdida que conllevan. El viaje empieza con un final y termina con un nuevo comienzo, pero te das cuenta que perdés cosas que te gustaban. A veces pasa que había cosas que no te gustaban pero al menos las conocías, y también perdés eso", apuntó.

La sugerencia de Noya es tomar conciencia de que esto nos sucede a todos, incluso a los que se adaptan más rápido. Luego es necesario identificar en qué lugar de la curva se encuentra uno y observar sus propios pensamientos.

Noya recuerda que el orden en que reaccionamos se corresponde a la evolución del cerebro: primero fue el cerebro reptiliano ("el de pelea o corre"), luego el límbico ligado a los emociones, y después el cortex frontal (una especie de director ejecutivo del cerebro). Según el experto es necesario sentir las emociones porque "ahogarlas puede ser peligroso". Pero recordó que el pensamiento es muy poderoso: "Empezá a ver qué estás pensando sobre lo que pasó. Lo que sentís está condicionado por lo que pensas sobre lo que pasó. Cuando te pasa un hecho externo lo mirás con los lentes de tus creencias. Para adaptarte más rápido, reconocé las trampas de tu mente y convertilas en algo que te ayude", aconsejó.

A quienes están en la etapa de confusión, recomienda concentrarse en pequeños pasos, ya que esto tiene repercusión en lo emocional. "Sentir que te estás moviendo,  te carga de energía. Empezar a hacer algo es fundamental", explicó.

Según Noya, un error de los líderes es esperar que todos pasen "la curva del cambio" al mismo tiempo. Invita a ayudar a otros en el proceso de cambio más allá del liderazgo, porque genera energía y además es una ayuda para uno mismo.