Con fuerzas mermadas y visiones divididas, socialistas pasan raya a campaña del FA

De un lado y del otro –entre dirigentes afines a la corriente 'ortodoxa' de Civila y las listas 'renovadoras'– evitan pronunciarse micrófono mediante antes de hablar frente a los suyos en la instancia colectiva. No obstante, según supo El Observador, las agrupaciones más contrarias a la conducción del diputado y secretario general están en un proceso de "intercambiar miradas" y cruzar llamadas respecto al desempeño electoral. 

El Partido Socialista votó en el entorno de cuatro puntos porcentuales menos respecto al más reciente antecedente de 2016. En esa fecha, el sector más añejo de la izquierda fue uno de los impulsores de la candidatura ganadora –la de Javier Miranda, junto al Frente Líber Seregni (FLS)–, y su histórica lista 90 obtuvo el 12,55% de los pronunciamientos de militantes frenteamplistas en las urnas. 

Cinco años más tarde, y bajo un viraje en la línea ideológica que dirige al partido, los socialistas llevan cosechados el 8,28% de los votos, de acuerdo al escrutinio del lunes por la tarde –último dato disponible al cierre de esta edición–. Para ese momento se llevaban más del 76% de los votos escrutados. 

En estos comicios, sin embargo, la colectividad de Frugoni estuvo alineada detrás de la postulación de su secretario general para conducir el Frente Amplio. Los resultados parciales lo sitúan muy lejos del ya consagrado presidente electo, Fernando Pereira, con un 10,04% de los apoyos. Entre los más críticos a su candidatura ven con "preocupación" que dicho porcentaje es menor incluso que los votos en blanco: 12,83%. 

Desde el entorno de Civila mantienen una "valoración positiva" de la campaña pese a los resultados "cuantitativos", en tanto una lectura "cualitativa" arroja la consolidación de un espacio político y la instalación de un discurso dentro de la coalición de izquierda.

El día en que el socialista lanzó su candidatura también se presentó una conjunción de sectores políticos de la que participaron el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), Casa Grande, La Amplia, entre otros. Los más críticos esgrimen los magros resultados del espacio. Y es que, según los escrutinios parciales, tanto Casa Grande como el PVP están quedando sin representación en la Mesa Política, órgano ejecutor en el que habían mantenido un delegado cada uno durante el último período.

Los afines a Civila, en cambio, apuntan que sumados los votos de todas las agrupaciones del espacio totalizan un apoyo similar al enseñado por la Convocatoria Seregnista Progresistas de Mario Bergara y Danilo Astori. No obstante, si a este último bloque que se presentó como lista única se le suman la Vertiente Artiguista y el Nuevo Espacio –de similares sensibilidades pero que optaron por votar separados– la distancia vuelve a acentuarse. 

Desde el entorno de Civila observan que el crecimiento del Partido Comunista respecto a 2016 –que es el que más aumenta y le saca leve ventaja al MPP– puede ser uno de los factores que inciden hacia la baja en la votación socialista. Y es que estiman que ese incremento comunista no responde a nuevos participantes en los comicios, en tanto dichas filas concentran en general a la masa más militante del Frente Amplio. 

Los liderados por Juan Castillo habían estado en las primeras conversaciones para instalar el nombre de Civila como posible candidato, aunque acabaron por desmarcarse cuando la figura del expresidente del PIT-CNT comenzó a concitar los mayores consensos en la coalición de izquierdas –los comunistas tienen el postulado histórico de tener candidatos únicos o apegarse a la figura con más apoyos en la interna–. 

Otra variable pendiente de análisis en el Comité Central será el desempeño del Partido Socialista en las Departamentales –hacia las que acude con la lista 190– y sus respectivas presidencias. Desde las listas 'renovadoras' consultadas, aguardan que la actual dirección asuma su "responsabilidad" en el posicionamiento planteado hacia esta campaña y los resultados cosechados. 

Tal como informó Búsqueda, tres exsecretarios generales de la fuerza política –Eduardo "Lalo" Fernández, Yerú Pardiñas y Mónica Xavier– rechazaron integrar la lista 90 al Plenario Nacional, a lo que adujeron diferentes razones. El primero planteó sus discrepancias con la dirección, el segundo apuntó que se postularía al plenario departamental por las bases y la tercera indicó que le cedía un lugar a las nuevas generaciones. 

La campaña presentó además el desmarcamiento del excandidato presidencial Daniel Martínez de la postulación de Civila –algo sancionado por los estatutos al ir contra una decisión partidaria de apoyar la candidatura– y la desvinculación del sindicalista Fernando Gambera, que militaba entre socialistas desde 1983.