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Contralmirante mintió en un interrogatorio y fue sancionado con 10 días de arresto a rigor
Después de varias semanas con las aguas calmas, la interna de la Armada volvió a agitarse esta semana cuando el comandante en jefe, el almirante Jorge Wilson, resolvió emitir una dura doble sanción al contralmirante Otto Gossweiler, actual director de Material Naval, luego que una investigación interna concluyera que hubo falta de controles en el Grupo de Buceo y que el alto oficial mintió durante un interrogatorio que le realizaron.
Según confirmó El Observador con fuentes militares, Wilson lo sancionó primero con 10 días de arresto a rigor y luego con 10 días de arresto simple en domicilio.
Gossweiler prevé apelar el fallo porque considera que fue emitido de forma injusta.
El contralmirante, que ha recibido otras sanciones en los últimos meses y se encuentra enfrentado al comandante en jefe, cumple la pena en la base naval de La Paloma.
La sanción por mentir en el interrogatorio habilitó, a su vez, la instrucción de un Tribunal de Ética, que será realizado por otros contralmirantes en las próximas semanas.
Las sanciones
El Grupo de Buceo y Salvamento (Grubu) de la Armada depende jerárquicamente del Comando de la Flota, cargo que Gossweiler ocupó entre febrero de 2020 y abril de 2022.
Si bien la investigación –que se centró en las contrataciones que recibió el grupo por parte de terceros– concluyó que no cometieron delitos porque los trabajos estaban autorizados por ley, determinó que había errores de asiento en los libros contables, lo que le valió el arresto simple.
La segunda sanción se produjo debido a que durante un interrogatorio una abogada de la Dirección General de Personal Naval (Diper) le preguntó si sabía que el Grubu hacía y cobraba por tareas a terceros, y si estaba al tanto del resultado de una auditoría.
De acuerdo con el informe, Gossweiler le contestó que sabía de las tareas pero que no tenía conocimiento de la auditoría, a lo que la abogada le refutó que al Grubu le había llegado el documento por el conducto del mando por lo que era imposible que no estuviera al tanto dado que el Grupo de Buceo depende del Comando de la Flota.
Esta respuesta fue la que provocó que la abogada concluyera que había mentido y habilitó al comandante a sancionarlo con el arresto a rigor de 10 días.
Desde el entorno de Gossweiler señalaron que apelará la sanción porque considera que la conclusión a la que llegó la abogada parte de premisas equivocadas.
De acuerdo a su versión, el Grubu depende operativamente del Comando de la Flota pero los controles financieros corresponden a la Dirección de Finanzas por un decreto de 2019, y el Servicio de Contabilidad de esta dirección recibía mensualmente las actas contables del Grubu.
A su vez, las fuentes mencionaron que el Departamento de Contraloría Naval en la auditoría de noviembre de 2021 informó de la situación en el Grubu, pero Gossweiler no se enteró del resultado porque estaba de vacaciones cuando fue elevado al Comando de la Flota.
Otras penas y enfrentamiento
En los últimos meses, Gossweiler ha recibido varias sanciones y denunciado diversas irregularidades en la interna de la Armada.
En julio, ordenó cortar el pago de luz, agua y gas al Club Naval, la Liga Marítima y el Centro de Suboficiales Navales, facturas que durante años fueron pagadas por la Armada, una decisión unilateral que le valió un arresto simple de tres días.
Según su entender, estos pagos eran irregulares porque las instituciones no dan una contraprestación, y por lo tanto hay un desvío de los fondos públicos.
Antes, el contralmirante había estado 15 días arrestado a rigor en La Paloma.
Esta sanción fue dictada por Wilson el 27 de mayo luego que denunciara “irregularidades” y “hechos con apariencia delictiva” en el pago de compensaciones adicionales en varias dependencias de la Dirección de Material Naval (Dimat). En su escrito, Gossweiler señaló que había varias personas que recibían las compensaciones pese a que no cumplían con las funciones, y algunas eran colaboradoras del comandante en jefe, por lo que pidió que se informara al ministro.
Wilson fundamentó la sanción señalando que Gossweiler elevó la denuncia “sin las medidas de reserva pertinentes” y “alteró el procedimiento habitual de entrega de documentos a la mesa de entrada del Comando General de la Armada, no haciendo firmar el libro de correo correspondiente y sí una copia, la cual fue fotografiada y subida a la red social WhatsApp”.
Tras la denuncia, García inició una investigación administrativa que aún no concluyó.
Antes de ser sancionado, Gossweiler realizó una segunda denuncia, esta vez por “posibles irregularidades” en el pago de horas extras fictas a los funcionarios civiles del Servicio de Construcciones, Reparaciones y Armamento (SCRA), del que dependen todos los diques de la Armada. El contralmirante pidió también asesoramiento a la Dirección de Finanzas por situaciones en la “venta de dólares” del SCRA.
Ante esta denuncia, el 30 de mayo –mientras Gossweiler cumplía el arresto a rigor en La Paloma– Wilson dispuso que el SCRA dejara de estar en la Dimat y pasara a estar bajo su órbita de forma “transitoria”.
