Carolina Cosse parece gobernar a fuerza de reacciones. Si el gobierno anuncia restricciones al horario de los bares, la intendenta de Montevideo responde con alivio económico a los comerciantes del rubro. Si el Ejecutivo confirma un aumento de tarifas, Cosse sale al instante a anunciar que mantiene el precio del boleto. Si el presidente Luis Lacalle Pou informa que los boliches podrán tener hasta dos horas más de actividad, la jerarca frenteamplista contesta que en la capital aún eso está por verse.