EFE 20190808

Cuánto se paga por una medalla panamericana

En Uruguay el Estado no brinda recompensas; en Perú, un apartamento en la Villa Panamericana

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11 de agosto de 2019 a las 05:03

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Si vamos más allá, con un sencillo cálculo se puede establecer cuánto dinero gasta un atleta para obtener una medalla, o cuánto cuesta afrontar un ciclo olímpico. Entonces surge la pregunta ¿cómo se debe premiar los logros obtenidos? Los países sudamericanos tienen diferentes posturas al respecto. 

Todo es mesurable en el deporte de élite. Si hay que nadar los 100 metros libres medio segundo más rápido, hay que entrenar determinada cantidad de horas, determinada cantidad de pasadas en la piscina, pasar miles de horas en el agua, pesar los kilos adecuados, y descansar las horas que el cuerpo pide. Aún así, nada asegura que el día de competencia un deportista rinda según las expectativas. 
Olimpismo vs negocio

La discusión se puede reducir a premiar o no a un medallista. Pero también se puede complejizar al enfrentar el espíritu olímpico con el negocio en que se ha transformado. Dice uno de los principios del olimpismo: “el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo, la responsabilidad social y el respeto por los principios éticos fundamentales universales”.

Según recoge la web Medio Tiempo, la inversión para los Panamericanos de Lima fueron alrededor de US$ 400 millones, que implica los complejos deportivos, la villa olímpica y obras viales en la ciudad. Solo la villa para los atletas costó US$ 152 millones. La alegría del esfuerzo cuesta dinero, mucho dinero.

La inversión es alta, pero las contrapartidas pueden ser muy beneficiosas. La infraestructura queda para uso de los atletas locales, potenciando el deporte nacional. Además las autoridades europeas del deporte suelen repetir un cálculo: por cada euro invertido en deporte se ahorran como mínimo seis en salud.

En las citas olímpicas de inversiones millonaria e infraestructura a estrenar, conviven atletas totalmente amateurs con otros que han hecho de su deporte su profesión. En este panorama los estados tienen posturas muy diversas sobre cómo premiar a sus medallistas. 

Informó La Nación que los deportistas argentinos ganadores de medallas doradas recibirán un premio de algo más de US$ 4.500. En los juegos anteriores, los de Toronto, habían sido US$ 6.600. Para los deportes en equipo y dependiendo de la cantidad de participantes, podrían llegar a ganar hasta US$ 45 mil a repartir entre los jugadores.

Chile decidió que los oros serán premiados con US$ 10.500, mientras que Colombia estableció US$ 15 mil por cada primer puesto. Hace años que Colombia viene recortando su presupuesto en deportes y aún así mantiene cifras de premios superiores al resto del continente.

El país anfitrión escogió premiar a sus medallistas otorgándoles apartamentos en la Villa Olímpica, a quienes ganen el oro uno de 76 metros cuadrados, el bronce se premia con una vivienda de 70 metros cuadrados. 

¿Y Uruguay?

Alfredo Etchandy, subsecretario de la Secretaría Nacional del Deporte (SND), lo ha dicho una y mil veces: “Una medalla no es algo para recompensar con dinero porque se rige por los principios del olimpismo”. Consultado al respecto, Fernando Cáceres, Secretario Nacional del Deporte, coincide con la visión de Etchandy: “Nosotros no otorgamos ese tipo de pagos, porque la evaluación que se hace de la performance deportiva es un proceso. No solo se trabaja en la asistencia económica en función de una medalla sino en virtud de alcanzar y superar los objetivos”.

Cáceres, que está al frente del deporte nacional desde la primera presidencia de Tabaré Vázquez, explica: “Independientemente del espíritu del olimpismo, también hay motivos de carácter conceptual, la evaluación considera la medalla como una parte, no como un objetivo unitario. Las medallas son importantes, pero no son decisivas a la hora de definir la asistencia económica”. 

El secretario nacional de deportes ejemplifica con el caso de Julieta Mautone: “Récord panamericano, clasificó primera a la final, no obtuvo medalla. Sin embargo ahí tenemos una chiquilina de 19 años, que es un talento absoluto, confirmado y evaluado, que de no mediar otras circunstancias pudo haber obtenido cualquiera de la tres medallas. A la hora de evaluarla si nos dejamos llevar por la obtención de la medalla en sí mismo, vamos a equivocar la evaluación”.

Julieta Mautone al momento no recibe ningún apoyo económico por parte del Estado.

Lucas Fernández, el primer medallista uruguayo en Lima, contó a Referí que a los boxeadores nicaragüenses que fueron bronce le otorgaban un auto 0 km como premio.

Consultado Cáceres sobre si alguna vez hubo reclamo por parte de los atletas uruguayos, la respuesta es clara: “Jamás. Lo que ha habido es algún planteo para considerar el apoyo explícito a algún medallista”.

Juegos Olímpicos

El final del camino es el paso más largo. También el evento deportivo que concita más atención en la mayoría de los deportes. Por esa razón, los montos que se manejan por parte de los Estados son otros. Para Río 2016 el país que más pagó por una medalla fue Singapur US$ 750 mil por medalla de oro ganada. El nadador Joseph Schooling fue el único oro para el país del sudeste asiático. Del otro lado, grandes potencias del deporte como Australia (US$ 15.000), Canadá (US$ 15.000), Alemania (US$ 20.000) o Estados Unidos (US$ 25.000) manejan cifras que ni se acercan a los cientos de miles de dólares.

En el caso de los países latinos, México pagó US$ 160 mil, Argentina US$ 75.000, Perú US$ 60.000,  Colombia US$ 57.500, Chile US$ 55.000 (no obtuvo medallas), Bolivia prometió US$ 50.000 mil (no obtuvo medallas) y Brasil US$ 11.000 por subirse al podio, independientemente de la medalla obtenida.

Uruguay se mantuvo en su política de no premiar medallas en caso de haberlas obtenido. Sin embargo en 2004 se aprobó la posibilidad de una pensión graciable para aquellos medallistas olímpicos y campeones mundiales. Quienes la desean y cumplan con los requisitos la pueden solicitar, se estudia por una comisión y luego se aprueba. Corresponde a cinco sueldos mínimos (en la actualidad $ 75.000) y acceden aquellos que no tengan los recursos suficientes.

 Se hizo retroactiva y el argumento del proyecto de ley fue: “Tales personas le han dado prestigio internacional al país con la conquista de tal magna gesta, la que quedará enmarcada en el corazón y en a memoria de todos los uruguayos. Pero aún más, el temperamento demostrado fue, es y será ejemplo para futuras generaciones”.

Colgarse una medalla cuesta mucho dinero, la preparación previa puede ser medible, pero aún en este deporte que mueve millones, alcanzar un podio sigue siendo inconmensurable. Aún si se premia o no.

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