Democracia en América
Es bueno escribir estas reflexiones mirando el conteo electoral de las elecciones americanas. A la hora de terminar estas líneas -2.20 am- la CNN ha dado como ganador al presidente Obama. Aunque lo que no se ve tan claro es que gane en el voto popular. Sí ha ganado en el Colegio Electoral, que es en definitiva lo que los electores votan y que puede arrojar resultados distintos a los del voto popular. Ya ocurrió varias veces y la más cercana en el año 2000 cuando George W. Bush se impuso en el Colegio Electoral frente a Al Gore pero perdió en el voto popular.
De cualquier manera, el espectáculo de ver votar a una de las democracias más antiguas, más ejemplares y más sólidas es un buen ejercicio. Estados Unidos, ha votado en forma popular presidentes desde su fundación como nación, incluido el período de la Guerra Civil. Ha superado el vergonzoso trauma de la esclavitud y luego el de la lucha por los derechos civiles sin interrumpir su forma de gobierno. Ha sobrevivido el asesinato de presidentes emblemáticos como Lincoln y Kennedy. Ha superado el trauma de la guerra de Vietnam –donde nunca debió haberse metido- y la renuncia (para evitar juicio político) de Richard Nixon. Ha tenido depresiones y auges económicos. Ha intervenido en guerras injustas, con grave daño a la paz, pero se ha metido en guerras justas y su involucramiento permitió la derrota total de Hitler y la liberación de Europa. Mantuvo una Guerra Fría con el bloque soviético y en 1989 el mundo libre pudo celebrar la caída del Muro de Berlín y posteriormente de todas las dictaduras de Europa del Este.
Muchos errores se han cometido dentro y fuera de fronteras pero la democracia americana se ha mantenido firme, tal como lo quisieron los Padres Fundadores y lo dejaron estampado en una Constitución que, con sus Enmiendas, es un ejemplo para el mundo en cuanto a separación de poderes, pesos y contrapesos, estado de derecho, independencia del Poder Judicial, libertades y garantías individuales.
Estados Unidos tiene muchas cosas para corregir tanto en su política interna como en su estrategia internacional. Pero la Estatua de la Libertad en Manhattan sigue siendo foco de atracción para gentes de los más diversos orígenes, razas, religiones, ideologías que buscan refugio, libertad para trabajar y desarrollarse. Para algunos hace falta una Estatua de la Responsabilidad en la costa Oeste y probablemente así sea.
Eso fue lo que vio el célebre pensador francés Alexis de Tocqueville en 1833, cuando recorrió los Estados Unidos y que luego publicó en su famoso libro “Democracia en América” (1835). Allí describe el nacimiento de un nuevo sistema de gobierno: la democracia representativa y republicana con una presidencia fuerte pero controlada por los otros poderes y con libertades y garantías individuales. Tocqueville quedó admirado de lo que vio y del ethos moral y social que hacía posible el nuevo sistema político.Mucho queda por recorrer y mucho por corregir. Pero la visión de Tocqueville fue certera: los Estados Unidos marcaron un nuevo camino en la institucionalidad democrática.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá