Una banda de delincuentes chilenos sembraba el terror en la zona norte de La Plata, perpetrando al menos cuatro robos violentos en viviendas de City Bell y Villa Elisa. Armados con guantes, barretas y un destornillador, golpeaban y torturaban a sus víctimas, generando un clima de angustia en la comunidad.
Los cuatro delincuentes, con domicilio en la Ciudad de Buenos Aires, mostraron predilección por esta zona de la capital bonaerense, conocida por sus casas bajas rodeadas de alambrados y arbustos, que ofrecen un entorno propicio para la actividad delictiva, especialmente durante la noche.
El líder de la banda, de 26 años, tenía antecedentes penales por robo agravado y había estado encarcelado en el penal de Gorina, siendo liberado en febrero del año pasado. El resto de los integrantes, jóvenes de entre 23 y 28 años, no contaban con antecedentes en el sistema penal bonaerense.
La captura de la banda ocurrió tras una persecución policial digna de una película, cuando los delincuentes intentaban huir en un Citroën Air Cross blanco. Este vehículo, que resultó ser robado en febrero en Villa Madero, estaba equipado con una patente falsa para evitar ser identificados mientras cometían sus fechorías en la Autopista Buenos Aires - La Plata.
En un hecho que desató la alarma en la tranquila localidad de Villa Elisa, una mujer fue víctima de un intento de robo mientras ingresaba a su hogar en la zona de 422 entre 3 y 4. Tres delincuentes la abordaron y la obligaron a entrar bajo amenazas, mientras un cuarto individuo permanecía arriba del auto, listo para emprender la fuga en caso de ser necesario.
Un atento vecino, testigo del suceso, activó la alarma del barrio y alertó a las autoridades llamando al 911. Sin embargo, los ladrones lograron escapar con algunas pertenencias de la vecina antes de la llegada de la policía.
Tras una rápida intervención policial y un arduo trabajo de seguimiento, los agentes lograron localizar a la banda a pocas cuadras del lugar del robo. Una persecución se desencadenó por las calles de La Plata, culminando en un dramático vuelco del vehículo en la intersección de las calles 9 y 55, tras perder el control y chocar contra un poste.
Los ocupantes del vehículo, tras el accidente, intentaron escapar a pie, pero fueron rápidamente reducidos y detenidos por las autoridades. En el interior del automóvil, se encontraron herramientas y objetos que vinculaban a los individuos con el intento de robo, incluyendo una mochila con precintos, una barreta, un destornillador, una llave francesa y guantes de tela, así como también las pertenencias sustraídas a la víctima.
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