Son los responsables, día a día, de ejercer como nexos entre los lectores y los libros. Los que los preservan, seleccionan, ofrecen, recomiendan, venden, señalan, sugieren. Son quienes guían el camino de descubrimiento literario. Pueden tener un vínculo de confianza con sus clientes, conocer sus gustos y obsesiones, o simplemente ser los que están más cerca; los primeros que se cruzan en el camino. Los del barrio, los de la feria, los del shopping, los de cualquier parte. Los libreros y las libreras conviven con miles páginas que buscan lectores y lectores que buscan páginas.
Y ellos son los que responden estas consultas que El Observador hizo con motivo del Día Nacional del Libro. Cuatro responsables de librerías montevideanas fueron confrontados a tres preguntas vinculadas a su conexión con los libros y su trabajo diario guiando lectores a nuevas opciones, o simplemente concretando el encuentro entre sus manos y sus ojos con el título que estaban buscando de antemano.
Las preguntas que los libreros recibieron fueron:
- ¿Cuál es el libro que siempre recomienda?
- ¿Cuál es la peor pesadilla para un librero?
- ¿Cómo es vivir rodeado de libros?
Álvaro Risso – Librería Linardi y Risso
1 - Para recomendar siempre caigo en gustos personales, algo que es inevitable. Recomiendo cualquiera de los libros de cuentos de Borges, sobre todo Ficciones, El Alephy Cuentos Completos. Últimamente también recomiendo el Borges esencial, una selección estupenda de sus mejores obras, aunque eso es opinable, por supuesto. Pero para mí allí están sus mejores cuentos, poemas y ensayos. Básicamente me gusta el Borges cuentista y el poeta, y es lo que recomiendo. Y de autores uruguayos, no dudo en recomendar El discurso vacío, de Mario Levrero.
2- La peor pesadilla para mí es no tener ese libro que me vienen a pedir. No poder complacer al cliente. Alguien que viene a la librería y pide tal o cual libro y yo no lo tengo me hace sentir un fracaso, porque es un lector que se pierde de leer su libro, aunque en definitiva quien busca lo encuentra. Que venga alguien con el entusiasmo de comprar un libro y que por una razón u otra yo no lo tenga y el cliente se tenga que ir sin él me parece que es una falta de mi parte como librero al deber cumplido.
3- Vivir rodeado de libros es fantástico. Toda mi vida viví rodeado de libros (la librería fue fundada por su padre en 1944). Esta es una profesión que tiene que apasionar, si no te apasiona no la vas a hacer ni con gusto ni de buena forma. Es vocacional. El que tiene una librería y trabaja con libros es porque es apasionado por ellos, y por eso vivir rodeado de ellos me provoca una gran felicidad.
Camilo Dos Santos
Librería Linardi y Risso, inaugurada en 1944
Mercedes Figueredo – Cultural Alfabeta
1- Es difícil decir solo un libro, porque cambia por temporada. Lo que recomiendo depende del momento. Y eso también depende de lo que esté leyendo. Hay algunos autores que no pueden faltar en una biblioteca, entonces la Poesía completa de Idea Vilariño tiene que estar siempre, pero últimamente recomiendo mucho a Camila Sosa Villada, todos sus libros. Tengo incluso un orden en el que recomiendo leerla, por dónde empezar y por donde no.
2- La peor pesadilla es cuando te hacen pedidos extraños, como manuales de estudio. Y te insisten, y te piden por favor que lo encuentres, y vos le explicas que la librería no se enfoca en ese tipo de libros. Y la persona no da su brazo a torcer, entonces se vuelve un poco de pesadilla la cosa.
3- Es hermoso, a veces un poquito abrumador, cuando te preguntás “¿y dónde está ese libro?” Pero en general es hermoso, porque todos los días descubrís un libro nuevo o algo que te llama la atención, una tapa o lo que sea. Es como vivir en un océano cargado de información y también de mucha inspiración.
Mariana Álvarez – Las Karamazov
1- No es algo fijo, depende mucho de lo que vaya leyendo en el momento, pero algo que recomiendo con regularidad es Once tipos de soledad, de Richard Yates, que me gusta mucho. Es un libro de cuentos.
2- Va desde el comentario de “mi sueño es tener una librería”, que devalúa un poco la parte del trabajo, porque es ponernos en un lugar de que solo estamos leyendo todo el día, hasta cuando viene alguien pidiendo una recomendación pero sin muchos datos de que le gusta a la persona, o que suele leer, que no es fácil.
3- Es un poco lo que quise hacer desde siempre, que el trabajo, como algo rutinario y de todos los días, que no podés zafar, al menos estoy en compañía de libros, que es algo muy estimulante.
Mateo Cortés – Bonhomía Libros
1- Tengo ese doble perfil de librero en general pero especializado en libros de fútbol. Voy a tratar de ir lo más al medio posible, a un libro que recomiendo casi que a todo público que es Legado: 15 Lecciones sobre liderazgo. Es un libro muy completo, de mucho aprendizaje, de esos que si lo tenés seguramente lo leésy al tiempo tenés ganas de volver a leerlo. Casi que te queda como material de consulta. Si bien parece ser un libro de rugby, porque el autor trata de entender por qué los All Blacks son siempre el mejor equipo del mundo, descubre algo que es extrapolable a la vida: que los tipos juegan por el legado. Aplica a todos los ordenes de la vida y tiene que ver con el por qué hacemos las cosas. También me gusta mucho recomendar el libro Usted puede ser todo lo bueno que quiera ser. No soy tanto de la narrativa ni de la ficción y se nota en mis recomendaciones.
2 - Tiene que ver con la atención al público y el hecho de atender a cierto tipo de personajes. Es parte de la condición. La pesadilla es cuando llega esa gente que viene a comprar un libro pero que quiere hablar de un tema que a vos no te interesa o no compartís. La persona tiene ganas de hablarte y te habla sin siquiera preguntarte si tenés ganas de conversar. Tengo otra que es que los lomos de los libros tengan todos las letras mirando para un lado o para el otro y que no haya una convención universal al respecto. Es otra pesadilla, pero es más de orden y visual.
3 - Creo que todo aquel que le gustan los libros siempre está buscando su lugar para sentarse a leer y estar rodeado de libros. Se lo imagina como un lugar cómodo, acogedor, tranquilo, un lugar de introspección. En mi caso, que tengo mi librería y que soy quien está al frente la mitad del tiempo, vivir rodeado de libros es muy parecido con la diferencia de que también me implica la parte administrativa y empresarial del negocio, entonces tal vez el disfrute no es máximo. Para mi la librería, y estar rodeado de libros, es la sensación de estar en casa y muy bien acompañado.