Director de Convivencia: "Hay gente que se camufla en los barrios, pero son delincuentes"

González tiene 46 años, estudió en el Instituto Profesional de Enseñanza Periodística (IPEP) y cursó hasta tercer año de Derecho, una carrera que abandonó porque no quería ser abogado, sino político. Militó durante 20 años con Jorge Larrañaga. En su cuenta de Twitter se define como "Larrañaguista por ser la persona mas capaz, honrada y preparada del sistema político (sic)". Fue secretario personal del hoy ministro del Interior, incluso su chofer, fue secretario de la Cámara de Senadores, y hoy es también asesor ministerial en temas carcelarios.

En entrevista con El Observador, contó que nunca llamó a Leal para coordinar la transición, que tampoco encontró un informe o papeles que le indicaran el estado de situación de su oficina, y relativizó la polémica en torno a los operativos policiales de Malvín Norte, que culminaron con una denuncia de un grupo de vecinos en la Institución Nacional de Derechos Humanos, por supuesto abuso policial. 

Dijo que los procedimientos de esas características tienen ahora el "factor sorpresa" del que carecían los Operativos Mirador que desplegaba la policía durante la gestión de Eduardo Bonomi, y que va a haber bastantes como esos.

¿Cuándo le surgió la oportunidad de este cargo? 
Sobre la dirección propiamente dicha lo charlé con Jorge muy poquito antes que él asumiera. 

Se dejó para atrás la Dirección de Convivencia.
No, no se dejó para atrás, para nada. De hecho, es una dirección en la que, cuando yo entré, acá no había nada. 

¿En qué sentido?
En que no había un solo papel.

¿Pero no hubo transición?
Bueno, yo no tuve y tampoco solicité una reunión con el exdirector. Traté de ir a la oficina, pero había cambiado de lugar.

¿Ni siquiera encontró un informe redactado? Se supone que Leal le dejó un informe con todo lo actuado durante su gestión.
No, yo no lo tengo. Pregunté si había archivos, expedientes e informes y no había. Pero tampoco creo que sea lo más trascendente y relevante.

¿Cuál es la tarea esencial que tiene para usted la dirección que asumió?
Un nexo entre los vecinos y el Ministerio. Los vecinos tienen problemas, precisan soluciones, hablar, una puerta, un contacto, saber cómo solucionar sus problemas, y la Dirección de Convivencia y Seguridad Ciudadana tiene que ser ese nexo. En cada barrio y de distintas maneras. 

¿Tiene formación académica en estos temas?
No, yo vengo de la actividad política de toda la vida. Y mi formación ha sido el conocimiento de la realidad. No sé qué…

No, porque por ejemplo Leal era sociólogo y con experiencia en esa área. Pero capaz que usted piensa que esa formación no es imprescindible para ejercer este rol.
Ah, yo creo que tengo una enorme vocación de servicio, una capacidad de trabajo muy grande, y de escuchar mucho y de hablar bastante poco. 

¿Y cómo va a ser su perfil, entonces?
Ah, no va a ser un perfil estridente. No hay necesidad, porque si no… Lo importante es solucionar los problemas de la gente. 

¿Va a cambiar la manera de trabajar de la dirección comparado con lo que se venía haciendo?
Yo no me comparo. Creo que es otro tiempo, que hay que estar muy atentos, andar mucho en los barrios, escuchar mucho a la gente, no necesariamente hay que tener un perfil alto. Ahora que ganamos, es tiempo de trabajar por y para la gente.

¿Las mesas de convivencia se van a retomar?
No, por ahora no. Hubo algunas buenas experiencias, algunos cursos que había para los vecinos, para los cuidados del barrio.

¿Va a acompañar los operativos?
Sí, pero cuando haya necesidad, o para hacer alguna coordinación con entes o la intendencia. Ahí me parece que está bien. Después hay veces que eso le corresponde a la policía.

¿También va a participar en las investigaciones?
No necesariamente corresponde. Uno puede aportar datos, ¿no? Porque uno recibe muchos datos y los comunica. Eso sí. 

¿Se van a seguir haciendo los operativos Mirador, que fueron el buque insignia si se quiere de los últimos años de la gestión de Eduardo Bonomi?
Va a haber distintos tipos de operativos. Ese es un nombre, pero va a haber de todo tipo. Además, habría que ver un poco el resultado que generaban. Había mucho conocimiento por parte de la gente de que se iban a hacer esos operativos, entonces normalmente había poca sorpresa. Los operativos ahora van a estar enmarcados por el director nacional de Policía con los jefes de Policía, bajo órdenes del ministro, y van a ser operativos sorpresa, como deberían de ser siempre. 

¿Y cómo van a manejar la conflictividad que pueden desencadenar? Eso fue lo que ocurrió días atrás en los operativos que se hicieron en Malvín Norte, y que terminaron con pedradas y disparos de la policía.
De la mejor forma que se pueda. Hay que diferenciar vecinos de delincuentes. 

¿Qué ocurrió en ese barrio? ¿Se hizo un balance?
Fue un operativo policial importante, como va a haber varios. No voy a hablar puntualmente del operativo, porque está en el análisis como siempre del director de la Policía y del ministro. Pero es normal que si hay gente que está cometiendo delitos, no quiera esa presencia policial. Como bien dijo el ministro, vamos en defensa de los vecinos. En los barrios hay gente que es vecina y hay otra que no. Muchas veces sucede que hay gente que se camufla en los barrios, pero son delincuentes y punto.

Hay varios videos en los que se ve ciertas actitudes violentas de la policía, y la Institución Nacional de Derechos Humanos recibió una denuncia por el tema.
Esto compete al director nacional de la Policía.

¿Pero no le incumbe a usted intervenir como nexo de convivencia entre policías y vecinos, tal como definió su rol?
No. Yo no tengo ninguna llamada de vecinos.

¿Y no le nace querer involucrarse o al menos preocuparse por el hecho de que este tema haya motivado una denuncia en esa institución?
Pero es que ese rol que tenía el director de Convivencia anterior no necesariamente es el rol que tiene que tener. Ayer estuve en dos barrios, hoy estuve en tres barrios, hablando con vecinos a los que les están robando.

¿Lo de Malvín Norte no es una situación de convivencia?
Hay una situación de convivencia, está bien. Hay que ver de todo lo que se dice, qué es cierto y qué no es cierto.

¿Hay cosas que no lo son?
Yo no dije eso. ¿Yo dije eso? Dije que hay que ver qué es cierto y qué no es cierto.

¿Pero entabló diálogo con las personas que han salido a los medios a reclamar por lo ocurrido?
No es importante mi rol en este caso. ¿Por qué? Porque hubo un operativo, después hubo denuncias y se verá qué sucede con esas denuncias. De estos operativos va a haber muchos. Hubo y va a seguir habiendo.

Entonces, si hay ciudadanos que sufren algún tipo de atropello policial, no es algo que tenga que ser hablado con usted.
No necesariamente.

En Bella Italia hay una mujer que ha denunciado que le incendiaron más de cinco veces la casa y que la respuesta policial no es suficiente. ¿Cómo respondió la dirección?
Se le ha dado acompañamiento en todo el proceso de solicitud de presencia policial por distintos hechos. Gente de la comisaría del barrio fue cuatro, cinco veces, fue gente de la dirección en dos oportunidades, conversó con ellos. He coordinado con el Mides para que tengan una visita. Hay que ver cómo transcurren los hechos.

¿Es cierto que también es asesor en temas carcelarios?
Sí, ayudo al ministro en asuntos carcelarios.

Tiene una doble función en el Ministerio, ¿se puede decir así?
No. Estoy mucho en el tema cárceles, aparte de esta dirección. 

Porque en el organigrama de la cartera hay un cargo de asesor en esa materia. ¿Usted va a ser ese asesor?
Sí, pero sin tanta oficialidad. Es un tema que me gusta, como me gusta el tema convivencia. Creo que hay mucho para hacer.