Diego Battiste

Federico Martiarena, director del Hospital Pasteur: "Todavía tenemos pabellones y es un gran problema"

Federico Martiarena, director del Pasteur: "Todavía tenemos pabellones y es un gran problema"

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19 de septiembre de 2022 a las 05:00

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El Hospital Pasteur es, paradoja, un edificio inhóspito. Lo dice su director, Federico Martiarena, mientras recorre los pabellones que hablan de hace un siglo y que tienen hasta 14 personas compartiendo la sala de internación. 

Cuando entra en uno, lo saluda un joven que camina con una herida en el abdomen. Martiarena dice que los problemas de seguridad y de violencia no son más ni peores que los que hubo siempre, pero mandó poner una pantalla en su oficina desde donde mira lo que pasa en ocho puntos del edificio: la entrada de ambulancias, la puerta de emergencia y las salas de espera. Si algo le llama la atención, levanta el teléfono o va a ver qué está pasando. 

Lo inhóspito, recalca, es también porque es imposible de recorrer de una manera intuitiva. El edificio es de la época de Manuel Oribe y  empezó siendo cuartel, siguió como cárcel, como asilo de mendigos y como seminario antes de tener un fin sanitario. 

En la pizarra que tiene frente a su escritorio dice que lo que no se empuja se detiene, con un corazón al principio y otro al final de la frase, que lleva más de nueve meses escrita y que pretende mantenerla en honor a la asesora de la dirección que la escribió y que murió en enero.

Ese empujón se detuvo en pandemia, que lo llevó a incumplir su esquema de trabajo y reconfigurar sus objetivos. Martiarena, que defiende el multiempleo en las direcciones de ASSE y, de hecho, lo practica, habló con El Observador sobre seguridad, sobre la calidad de la atención pública y sobre qué tiene para dar –y para reclamar– en comparación con los servicios privados y el mutualismo.

¿No hay ninguna incidencia política en su llegada el Pasteur?
Por suerte no. 

¿Por qué por suerte?
Porque hemos podido seguir trabajando acá desde un lugar técnico, creo que las direcciones de los hospitales tienen que ser cargos técnicos. Yo me formé para hacer gestión, para ser administración, tengo un posgrado en gestión de servicios de salud, una maestría de dirección de empresas de salud, estoy haciendo una maestría internacional de dirección financiera. Me formé para hacer esto que estoy haciendo. Casualmente el gobierno anterior decide llamar algunos cargos a concurso y quedé acá. Y esta administración ha respetado el trabajo que hemos hecho y lo ha valorado también, porque hemos tenido múltiples instancias de diálogo y de valoración de nuestro trabajo.

Hay otros casos en los que el cargo es político, como el caso del Maciel. ¿Cómo ve esas situaciones?

Históricamente, gobiernos anteriores y este los cargos de dirección han sido de definición política o de confianza. Creo, y defendiendo la especialidad, son cargos que tienen que ser técnicos, pero todavía no hemos podido avanzar más que esto en todas las direcciones de ASSE. 

¿No milita políticamenete?

Hoy no tengo militancia política, porque tengo este cargo. Quiero defender este lugar como un lugar técnico y no para hacer política. Hoy no tengo ninguna vinculación política. 

¿Eso le ha dificultado la vinculación con la presidencia de ASSE, con Leonardo Cipriani?

El doctor Cipriani tiene una visión desde la gestión, entonces el diálogo ha sido mucho más sencillo. Siempre hemos tenido un buen vínculo. Me ha tratado con respeto y yo lo he tratado con respeto a él, por la figura que es, como presidente de la institución y nos hemos entendido perfectamente, no hemos tenido ninguna dificultad. Él ha venido unas cuantas veces al hospital a recorrer, a ver las instalaciones y ver cómo funciona. Yo he ido a ASSE a tener reuniones. 

¿Qué otros cargos no políticos hay?

La directora del Hospital Pereira Rossel, Virgina Lafluf, también entró por concurso. No me quiero jugar a que seamos los únicos, pero es probable que sí.

¿Cómo influyó el cambio del signo político en el Pasteur?

He tenido apoyo del directorio actual y hemos podido desarrollar algunos proyectos que teníamos pendientes, y tenemos proyectos para adelante. No hemos tenido ninguna dificultad. 

¿Cómo ve el hecho de que los directores tengan actividad pública y privada en centros de salud? 

Hay una reglamentación del Tocaf, el artículo 46 no permite a los ordenadores de gasto o a los trabajadores de la administración pública que están implicados en las compras y en las distintas situaciones de administración, tener un vínculo de decisión con el que le vas a comprar. Nosotros los médicos tenemos múltiples trabajos. Yo, además, trabajo en el Hospital Policial. Si estuviera en un ámbito de decisión en el Policial, no podríamos comprarle. Pero estamos en un ámbito de ejercicio de la medicina que no es administración, que no participamos de los procesos de compra, así que no hay incompatibilidad o conflicto de interés. Para los cargos de dirección en ASSE, mientras trabajemos en otros lados y no participemos de las compras, no hay conflicto de interés.

¿En el Policial qué hace?

Trabajo en Hemoterapia, en el control de donantes. 

¿No le parece que más allá de que no haya una limitante en lo normativo sí puede verse de afuera como de ética dudosa?

No, para nada. Si cumpliera cargos de dirección en cargos distintos, ahí podría a alguno llamarle la atención, pero el cargo de director es un trabajo, soy funcionario de la administración pública, no soy el dueño ni parecido, soy un empleado más que tiene un rol distinto a otros. No estoy implicado en un proceso de compra, ni veo ni pregunto, no sé lo que sucede en la administración del Hospital Policial. Voy y hago mi trabajo. 

¿Tuvo que blanquear esa situación?
Yo trabajaba ahí antes del Pasteur y nunca nadie me preguntó nada. Estas cosas son temas que uno como dirección se lo debe plantear de antes para uno mismo. No es necesario que alguien nos diga. Sabemos perfecto qué podemos hacer y qué no. Trabajar de médico no es incompatible con un cargo de dirección. Hay otras incompatibilidades, desde el punto de vista gremial uno no debería estar en un cargo gremial y en un cargo de dirección. 

¿Sucede?

A mí no me sucede. 

Llegó justo con un problema de seguridad importante en el Pasteur. 

Eso fue un poquito antes, yo ya había tomado el cargo pero no era oficial. Fue un problema puntual, tuvo mucho más difusión de lo que realmente pasó. Había un paciente internado en CTI, los familiares querían información rápido. Se metieron en el CTI y uno, enojado porque el paciente se murió rompió un vidrio. Tomó mucha más trascendencia de lo ocurrido. Hubo unas corridas por la emergencia. Fue eso. 

¿Hubo después más incidentes?

No. De esa época hasta ahora hemos tenido casos de violencia verbal, de situaciones rápidamente controlables por los funcionarios del hospital, pero son cosas que pasan en todos los servicios de salud vinculados a las situaciones más difíciles que está pasando la gente, porque pierden un familiar internado, grave, y no pueden controlar las emociones. No quiere decir que esté bien, sino que le buscamos la vuelta.

¿De qué manera está viendo la violencia que hay en la sociedad a nivel asistencial?
No sé si hay un aumento, pero lo que pasa en el hospital es un reflejo de lo que nos pasa en la sociedad. Hay situaciones de violencia, de agresividad hacia los trabajadores. Entre los pacientes, en las salas de internación. No tenemos ningún hecho de que haya pasado a mayores. Son todas situaciones que controlamos dentro del hospital, pero sí hay situaciones complejas. La población de ASSE que tiene un contexto crítico y sociocultural que también lo transfieren al personal al momento de su asistencia. En la internación, en la puerta de emergencia. Nuestro personal está fuerte en ese sentido. Es comprensivo con las situaciones de los pacientes y podemos controlar esa parte de la asistencia. 

¿Cómo ve la atención pública en comparación con el mutualismo?
En estos años el Hospital Pasteur ha crecido mucho en cuanto a la parte de asistencia a la tecnología, hacemos técnicas que probablemente se hagan en el mutualismo pero son de primer nivel. 

¿En qué falla el hospital Pasteur?
Capaz que te digo en la hotelería. Hemos hecho encuestas con nuestros usuarios y no lo perciben como un problema que perciben como importante. Desde la dirección y con el fin de querer tener las cosas mejor y brindarle mejores cosas a los usuarios lo percibimos como un gran problema, porque todavía tenemos internaciones en pabellones, en salas de 12 o 14 camas, pero realmente no es percibido como un problema. A nosotros nos gustaría avanzar en eso para poder mejorar. Y ahí hay una diferencia importante con el mutualismo. Ahora, asistencialmente, prácticamente nada. 

¿Por qué?
Hacemos técnicas como se hacen en el mutualismo o mejores. Tenemos profesionales capacitados y formados como en el mutualismo, y mejores. Somos un hospital escuela. Hay una clínica de la cátedra de medicina interna de la facultad y una clínica quirúrgica también. Estamos en formación continua de profesionales, vienen de residentes de muchísimas especialidades a cursar acá. En esos niveles estamos igual. En estos años hemos incorporado tecnología que muchas veces en otros lados no hay. Si vamos a la parte de endoscopía digestiva. Tenemos cápsula endoscópica para el estudio del intestino delgado desde hace años, que no hay en todos lados. El año pasado incorporamos un ecoendoscopio, que es un equipo para hacer ecografía por medio de endoscopía digestiva.  Hacemos cirugías laparoscópicas. Si tenés una lesión de vesículas, te hacen cirugía. ASSE lo tiene no te cobra nada.  ASSE brinda todo lo que tiene para brindar sin trasladarle ningún costo al usuario. 

¿Usted se internaría en un pabellón del Pasteur pese a las condiciones que pueden llegar a ser indignas como es compartir una misma habitación con 14 pacientes? 

Sí, por supuesto. Yo no creo que sea indigno. Es una forma de internación vieja, que ha quedado en desuso que no se practican y se ha decidido hacia un sistema de internación de a dos o de a uno, por distintas razones. Pero no es indigno porque las salas tienen características. Hay algunas más lindas y algunas no tan lindas. Hemos ido haciendo cosas en las salas: divisiones de a dos, o de a cuatro. Como para reducir un poco el tema de la exposición, pero siempre en la sala se trabaja tratando de mantener, no solo la dignidad sino la privacidad. Los médicos cuando pasan visita y hablan con los pacientes de sus enfermedades retiran a los acompañantes de la sala. Lo mismo enfermería cuando tiene que curar a un paciente. 

¿Se atiende acá en el Pasteur?
No, yo me atiendo en el sector privado, en el mutualismo. Ya era socio de antes y me mantuve, pero no tendría ningún problema en atenderme en ASSE. 

¿Por qué sigue teniendo esta debilidad en ASSE con respecto al uso de pabellones? ¿Por qué se mantienen después de tanto tiempo?
Porque los recursos son finitos y se ha decidido que los recursos se destinen a otras cosas que no son menos importantes: la inversión en tecnología, la mejora edilicia de los hospitales de ASSE también es notoria. Se han mejorado. En nuestro caso de tener pabellones a tener salas individuales o de a dos implica la pérdida de lugares de internación y ASSE siempre está con una ocupación altísima, cercana al 90%. Eso dificulta planificar rápidamente para dividir y hacer salas de a dos. Tenemos calculado en el hospital de que si hacemos camas de a dos perdemos más de 50 camas. Que para este hospital es muchísimo. Hoy tenemos 210 camas de internación y siempre andamos en 190, 200 camas ocupadas.

¿No hay en entonces en el corto plazo posibilidad de eliminarlos?
La posibilidad es construir otro hospital para eliminar los pabellones y mantener el numero de camas. Hemos mejorado las condiciones de la sala. Hoy todas tienen aire acondicionado, luz natural, tienen ventilación. Hemos sectorizado las salas para que tengan un sector de más privacidad, con dos o cuatro camas, hemos mejorado los baños. Todas esas cosas contribuyen a la mejora de la calidad de internación. Si vos me decís que el ideal es tener camitas de a dos, capaz que sí, pero también hemos colaborado en todos estos años con esa mejora. 

¿Pero se ha planteado la posibilidad de un hospital nuevo?
Con la emergencia nueva y el block quirúrgico, había quedado planteado para algún momento una segunda etapa por detrás para hacer todo un edificio nuevo. Este tema en particular yo lo he conversado con el doctor Cipriani. Ahora se aprobó un proyecto para hacer 75 camas de salud mental en ese espacio donde en algún momento se había pensado hacer ese hospital y ese es otro proyecto que urge. La decisión de la administración es construir ese lugar y por lo que hemos conversado con el doctor Cipriani y con la gente de Arquitectura, quedaría como una estructura viable de seguir construyendo como para en algún momento mudar este hospital para ahí. 

¿Para cuándo?
Estas obras llevan mucho tiempo. Y además hay que tomar la decisión. Para este período queda lo de salud mental. Antes de fin de año empezaría la construcción. 

¿Ese es el objetivo primordial de esta administración?
Es un edificio importante y es ir en el rumbo de la ley de salud mental que está para definirse.

¿Y qué otros objetivos tiene planteados?
Lo que nos pasó fue que teníamos un plan de trabajo y nos atravesó la pandemia que hizo suspender muchas de las cosas que teníamos planificadas. Dos años y medio después nos tenemos que replantear los objetivos. 

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