Diego Battiste

El arroz sigue con la marcha atrás fija

Concluyó la siembra de arroz, el área volvió a caer y es la menor en 29 años y se avizora la cosecha de poco más de un millón de toneladas, realidad que tiene en jaque a un sector clave como generador de empleo en el Uruguay profundo

Tiempo de lectura: -'

28 de noviembre de 2019 a las 05:01

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

El próximo gobierno de Uruguay tendrá uno de sus desafíos más fuertes en materia agropecuaria en el arroz, que ha culminado la siembra de 2019 con el  área más baja en 29 años.

Lejos del auge de las proteínas, el precio del arroz es sumamente estable, lo mismo que el consumo y no logra revertir una tendencia a la baja del área muy persistente.

No es un problema exclusivo de Uruguay. La oferta regional de arroz para 2020 podría restringirse, porque también cae el área en Rio Grande del Sur, el principal estado productor de Brasil.

En el escenario local, al mayor atractivo de la producción de proteínas, sea soja o carne, se suma el exceso de lluvias de octubre que complicó la siembra.

Alfredo Lago, presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA), dijo a Blasina y Asociados que la superficie caerá en el entorno de 10%, a 132.000 hectáreas, 15.000 hectáreas menos que las 147.000 hectáreas de la zafra pasada y muy por debajo del máximo de 205.000 hectáreas de 1998/99.

“Ya se había previsto una caída del área debido a la situación económica-financiera del sector y se sumaron unas 3.000 hectáras menos por excesos de lluvias”, informó.

Esta década empezó con 195 mil hectáreas y muestra un declive de un tercio de la superficie.

Además, la demora en la siembra, que idealmente se realiza en octubre y recién terminó esta semana, genera limitaciones en el rendimiento que pueda alcanzar el cultivo.

El mayor retraso se dio en la zona este del país, que es la que tiene mayor ponderación sobre el total, en la cual el crecimiento de la Laguna Merín, que alcanzó la mayor superficie en décadas por las intensas lluvias, limitó la superficie de plantación.

Y además de las demoras en la implantación se suman más costos por las necesidades de hacer resiembras.

 

Diego Battiste

Diego Battiste

 

Considerando el ajuste de área y un rendimiento promedio de los últimos años de 8.000 kilos/ha (160 bolsas de 50 kilos), la producción apenas superaría el millón de toneladas (1,06 millones de toneladas), la menor en 16 años y muy por debajo del récord histórico de 1,64 millones de la cosecha de 2011.

“Todo depende de las condiciones climáticas en el verano, pero cada día de atraso implica en algunos casos pérdidas de un 1% a un 1,5% del potencial de rendimiento”, explicó Lago.

 

 

En Rio Grande del Sur el clima también castiga y dificulta la siembra de arroz.

Según el Instituto Riograndense de Arroz, hasta el 22 de noviembre se había sembrado el 76% del área (946.326 hectáreas) con un retraso del orden de 20 puntos porcentuales respecto al año anterior. Esto impulsará a una sexta caída consecutiva del área arrocera en Brasil.

En Brasil se suma que –con una oferta menor de la zafra pasada– se estima llegar con bajos niveles de stocks a la cosecha. De esta manera, el Indicador Arroz Cáscara Esalq/Senar Rio Grande está operando en niveles –en reales– 13% por encima de un año atrás. En dólares, este indicador se ubica en US$ 11,09 por bolsa de 50 kilos.

Entonces, la oferta regional de arroz –con la caída de Brasil y Uruguay– será escasa, “pero el consumo es bajo y por lo tanto hay un gran saldo exportable.

Uruguay tendrá entre un 40% y un 50% del total del arroz exportable del Mercosur. “Si sumamos todas las producciones del Mercosur y restamos el consumo regional hay un excedente exportable de más de 2 millones de toneladas”, explicó Leomar Goldoni, gerente general de Saman.

Además, en el caso de Brasil la depreciación del real, una vez más, lleva a que ese mercado no luzca demasiado atractivo.

Es un caso emblemático del diferencial de costos que termina generando una retracción industrial y del empleo.

Mientras, en Paraguay el cultivo se ha expandido y ahora se ha estabilizado. Los productores terminaron la siembra y esperan que en esta campaña mejore el rendimiento en un 20%. “Se sembraron 165.000 hectáreas, al igual que la zafra anterior, pero se espera un mayor rendimiento debido a que hay una mayor profesionalización en el área”, indicó el presidente de la Asociación de Productores de Arroz de la Cuenca Baja del Río Tebicuary, Ignacio Heisecke, al portal Última Hora.

 

Diego Battiste

 

En el mundo el consumo crece solo al ritmo de aumento de la población. No hay un auge del consumo de arroz en China, donde por el contrario la tendencia es diversificar e innovar en la dieta.

Pero los asiáticos siguen produciendo fuerte. China pasó de importador a exportador. Los precios de Tailandia, referencia global, están muy estables en torno a US$ 400 por tonelada. Pero los de Vietnam e India, campeones de los bajos costos, están sobre US$ 340 por tonelada.

El stock mundial crece este año por decimotercer año consecutivo y son los mayores de la historia, 177 millones de toneladas, 88% más que hace 10 años, cuando no llegaban a 100 millones las toneladas almacenadas.

 

Diego Battiste

 

A pesar de eso, Uruguay con base en la diferenciación exporta y logra mejores precios que los asiáticos.

En los primeros 10 meses del año se exportaron 668.415 toneladas, 46.700 menos (-7%) que las 715.127 toneladas del mismo período de 2018. Perú, México y Brasil son los tres principales destinos, con una participación del 20%, 17% y 14% del total del volumen, respectivamente.

Para Uruguay realizar negocios de volumen con Iraq es fundamental. Tras ocho meses sin negocios con este país, Uruguay logró vender 60.000 toneladas del cereal, mientras otras 60.000 toneladas se adjudicaron a Paraguay y Brasil. Con esta venta se alcanzó a colocar el 40% del arroz de la zafra 2018/19, que hasta junio llevaba únicamente el 10% de colocación.

El precio FOB de exportación se mantiene en valores por debajo que un año atrás, pero que superan los de Tailandia y Vietnam –los líderes de exportaciones a nivel mundial–. En octubre el precio fue US$ 474/tonelada, un 5% menor que en el mismo mes del año pasado (US$ 500/ton), pero un 17% superior al de Tailandia y 30% superior al de Vietnam.

 

Diego Battiste

 

Los productores uruguayos han avanzado en agregar valor para que el grano sea destinado a sectores de ingresos medios y altos con un precio diferencial. Pero para bajar costos a fines de 2017 apostaron a la exportación de arroz cáscara, una estrategia sin agregado de valor, pero que escapa al elevado costo industrial. Y en lo que va de 2019, las ventas de arroz cáscara –a Venezuela, México, Costa Rica y Brasil– sumaron algo más de 115.000 toneladas, equivalente a casi el 20% del total y se duplicaron respecto al mismo período del año pasado.

Con nueva administración y nueva década, Uruguay se debe una reflexión profunda sobre cómo relanzar a un sector clave para la generación de empleo en zonas donde fuera del cereal hay pocas alternativas laborales.

Producción: Cecilia Pattarino

 

Diego Battiste

 

 

 

 

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.